Empresas emblemáticas como Stripe y SpaceX podrían salir a bolsa este año
Por Alex Konrad
El año 2022 fue, en gran medida, una pérdida para la industria tecnológica en lo que respecta a las OPI, con pocas cotizaciones e incluso menos éxitos. A medida que los ojos se vuelven hacia 2023, los inversores y los expertos de la industria no esperan mucho más. Pero algunas empresas emblemáticas como Stripe y SpaceX aún tienen la capacidad de cambiar esa narrativa.
Una mirada retrospectiva a las OPI de 2022 no es reveladora. Menos de 80 empresas se hicieron públicas en EE.UU. durante el año —un 88% menos que en 2021—, mientras que los ingresos cayeron un 95%, según datos de Refinitiv. Ello llevó a Axios a denominar el 2022 como “el peor año para las OPI en EE.UU. desde 1990”.
En comparación, en 2021 se hizo pública una ola de nuevas empresas tecnológicas, incluido el intercambio de criptomonedas Coinbase, el fabricante de software DevOps GitLab, el fabricante de software para restaurantes Toast, la empresa de infraestructura de datos Confluent y el fabricante de aplicaciones de citas Bumble. Todas esas empresas, al igual que sus pares tecnológicos públicos durante el mismo período, ahora cotizan muy por debajo de donde cerraron durante sus primeros días de negociación.
La mirada de los especialistas
“El objetivo en 2021 era obtener liquidez, salir y aumentar sus acciones y su historia”, dijo Matt Cohen, un veterano de los mercados públicos de Wall Street convertido en capitalista de riesgo en Ripple Ventures, con sede en Toronto. “Ahora, creo que vamos a ver una continua pausa”.
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Un líder de una empresa de riesgo con sede en el área de la Bahía de San Francisco (EE.UU.), quien pidió permanecer en el anonimato para hablar libremente sobre el mercado y empresas específicas, estuvo de acuerdo. “Respecto a las OPIs, las hemos más bien suspendido hasta el año que viene”, dijo. “El año que viene hay que agachar la cabeza e intentar ganar participación de mercado, y pensar en 2024 para los exits“.
Aún así, algunos inversores creen, o al menos esperan, que el próximo otoño, o el cuarto trimestre de 2023, las OPI tecnológicas comiencen a fluir nuevamente. Con la ayuda de algunos de estos, FORBES revisó el panorama actual de los unicornios en el mercado para determinar quién podría romper con la tendencia.
Los pioneros
– Stripe

La empresa de pagos en línea valorada a principios de este año en US$ 95.000 millones suele ser la primera mencionada por los inversores como el “monstruo” que podría salir a bolsa en cualquier momento. Fundada en 2010 por los hermanos Patrick y John Collison, Stripe tiene miles de millones de dólares en ingresos y suficientes empleados e inversores ansiosos como para que una OPI tenga sentido.
Al igual que otras fintech, Stripe pasó la segunda mitad de 2022 en contracción, despidiendo a más de 1.000 empleados después de recortar su propia valoración interna en un 28%. Después de un auge durante la pandemia en 2021, Stripe sufrió una desaceleración en el comercio electrónico en 2022.
“Las buenas empresas no tienen por qué salir a bolsa”, señala Villi Itchev, director general de Two Sigma Ventures. “Pero no suscribo el tema de que las ventanas de OPI están cerradas. Lo que ocurre es que cambian las expectativas de valoración y cambia el apetito por el riesgo”.
– SpaceX

Mientras sus pares más valiosos en tecnología recortaban sus valoraciones, SpaceX, de Elon Musk continuó marchando.
Según una fuente con conocimiento de la transacción, una oferta de acciones de Space X, reportada inicialmente por Bloomberg, fijará el valor de la empresa en US$ 143.000 millones, o un 15% más que su última valoración.
La oferta, a través de la cual los empleados podrán volver a vender acciones a los inversores de SpaceX, se produce justo después de que la compañía superara recientemente el millón de suscriptores a su servicio de Internet satelital Starlink, según la fuente. Lanzado hace solo dos años, Starlink cuadriplicó su base de usuarios en el último año.
Tal crecimiento implicaría ingresos anuales de más de US$ 1.000 millones para SpaceX a partir de sus satélites de Internet en el futuro, sin contar su negocio de lanzamiento de cohetes completamente reservado. Pero dado que Musk adquirió Twitter recientemente y tomó el servicio de redes sociales como privado, no está claro si SpaceX tendrá prisa por abrir completamente sus libros, y estimaciones trimestrales, a los inversores del mercado público.
– Databricks
El favorito de la nube, Databricks, valorado en 2021 en US$ 38.000 millones, redujo su valoración interna en octubre a US$31.000 millones, según The Information. Pero su CEO, Ali Ghodsi, le dijo a FORBES en agosto pasado que la compañía continuaría contratando gente en lugar de despedirla tras registrar recientemente US$ 1.000 millones en ingresos anualizados. “No nos enfrentamos a las presiones que conlleva ser público”, dijo entonces el cofundador de Databricks.
Las estrellas
- Airtable
- Chime
- Discord
- Notion

La gran pregunta en torno a las empresas tecnológicas de alto vuelo valoradas entre los US$ 10.000 millones a US$ 20.000 millones: ¿Pueden sus ingresos respaldar esos precios? Los inversores señalan que, en el entorno actual, las empresas tecnológicas que cotizan en bolsa tienen suerte si cotizan al equivalente de de 12 a 15 veces sus ingresos.
Para empresas como las de software de colaboración Airtable y Notion, esto podría significar un recorte de las valoraciones de sus últimas rondas de financiación anunciadas (US$ 11.700 millones para Airtable por unos ingresos anuales recurrentes de más de US$100 millones en 2021; US$ 10.000 millones para Notion en 2021 por unos ingresos anuales que, según estimaciones externas más recientes, rondarían la misma cifra).
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Lo mismo podría aplicar a otras empresas estrella de Silicon Valley que obtuvieron valoraciones agresivas en 2020 y 2021 y ahora se enfrentan a la presión de recortar costes y priorizar un crecimiento potencialmente más lento, pero más sostenible (algo más difícil de alcanzar en áreas como fintech, donde opera Chime, o consumo, donde opera Discord).
De lo contrario, los inversionistas podrían tener más apetito por comprar acciones de empresas como GitLab, que ha cotizado recientemente al equivalente de unas 11 veces sus ventas actuales, o Twilio, que enfrenta más retos pero cotiza a solo el doble de sus ventas.
“Esa brecha tendrá que hacerse más estrecha”, dijo Cohen, el inversor.
Más sobre la mesa
- Bolt
- Instacart
- Klarna

Un grupo de nuevas empresas de miles de millones de dólares que hablaron sobre planes OPI pero que ahora enfrentan problemas importantes representan otro grupo —aunque relativamente poco probable— que podría volver considerar una salida a bolsa en 2023.
En el mercado actual, estas empresas redujeron sus valoraciones (la de Klarna cayó un 85% en julio a US$ 6.700 millones) y han llevado a cabo despidos para tratar de enderezar sus naves. Queda por ver qué tan efectivamente podrán hacerlo, y qué haría el mercado con ellos. Pero un auge posterior a Stripe o SpaceX tal vez podría alentar a sus directivos a intentarlo de nuevo.
Los tapados
– Private Equity

En el caso de que las grandes empresas pospongan sus planes de OPI para 2023, con la vista puesta en el año siguiente, un rayo de esperanza para la actividad tecnológica podría venir de una fuente sorprendente: firmas de capital privado. Thoma Bravo, Vista Equity Partners, Warburg Pincus y otras estuvieron ocupadas en los últimos años absorbiendo empresas tecnológicas privadas y públicas que, aunque carecían del crecimiento vertiginoso de otras en esta lista, demostraban una sólida situación financiera y potencial para convertirse en generadoras de beneficios constantes.
Empresas como Apttus, Imperva, Gainsight, Pipedrive y Pluralsight salieron de la bolsa en 2021 o antes y si ya avanzaron en sus reorganizaciones es posible que sus propietarios busquen escindirlas más adelante en 2023, de forma similar a Mobileye o Qualtrics, una empresa de software que SAP adquirió en 2018 y sacó a bolsa en enero de 2021.
Es posible que estas empresas tampoco tengan prisa por ser las primeras en salir a bolsa. En una entrevista con AdExchanger el mes pasado, Dave Clark, CEO de la adtech TripleLift, propiedad de Vista, echó un poco de agua fría a las especulaciones sobre una eventual salida a bolsa: “Tenemos mucha suerte de ser una empresa privada y de contar con el respaldo de Vista. Probablemente no pensemos en [una OPI] hasta dentro de unos años”.