¿Cuál es el techo para Chile en cuanto a tecnología e implementación de IA? Siendo tan avanzado en Latinoamérica, y ocupando el primer puesto en el ILIA, la ministra de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación dice que el desafío no es tecnológico, sino más bien político en cuanto al mundo que se quiere construir para las futuras generaciones.

Desde el 10 de marzo de 2023, Aisén Etcheverry asumió como la primera mujer a cargo del Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación de Chile que no es científica. Es abogada y ha trabajado en la industria de la tecnología de la mano de gigantes como Oracle y Amazon, desarrollando políticas públicas. Nació en Francia y ha vivido en Estados Unidos, sin embargo, dice que su vida es Chile y es el país que le ha dado “gran orgullo” al liderar en la región como uno de los más avanzados en tecnología y el primero en el Índice Latinoamericano de Inteligencia Artificial (ILIA) con 73,07 puntos, por encima de Brasil.

Pero para ella esto no es casualidad, ni una cuestión de suerte. “Es por el trabajo que hemos hecho; son muchos años de política sostenida en el tiempo que están rindiendo frutos”, dice en entrevista con Forbes Chile. Lo clave es aprovechar esa posición de liderazgo para impulsar al resto de Latinoamérica a tener estrategias conjuntas y generar colaboración para reducir la brecha en la región, como ella misma dice, una tecnología integradora.

Actualmente, la inversión en I+D en Chile es alrededor de un 0,39% del PIB. Lo que para Etcheverry sigue siendo muy bajo, pero que ha aumentado progresivamente todos los años cerca de un 10%. “Mi aspiración es que cuando miremos los resultados de este gobierno en inversión I+D, hayamos sobrepasado el 0,42% del PIB. Es difícil para los países latinoamericanos, en general, dar ese salto.

Lee también: Ministra Etcheverry: “Tenemos apetito de ser un actor relevante en espacios globales y complejos”

¿DE QUÉ TRATA EL PLAN NACIONAL DE DATA CENTERS QUE ESTÁN IMPULSANDO?

Chile tiene grandes capacidades en materia digital. Sabemos que las tecnologías y la IA, en particular, van a ser vectores de crecimiento en el futuro muy importantes, ya lo están siendo. Y también sabemos que como país tenemos una aspiración a mantener esta posición de head digital que hemos construido.

¿Qué podemos hacer para asegurarnos que esta industria, si bien hoy día es saludable, pueda crecer a mayor velocidad para poder hacerse cargo de los desafíos futuros, pero con criterios de sustentabilidad? Es uno de los principales desafíos en la industria. Se ha entrevistado a todas las empresas que hoy tienen infraestructura en Chile, la sociedad civil, expertos nacionales e internacionales, se hizo una consulta pública que estuvo abierta por varias semanas y ya estamos a puertas de su lanzamiento durante el mes de diciembre para tenerlo en vigencia el primero de enero y ejecutarlo.

¿DE CUÁNTO ES LA INVERSIÓN PARA DESARROLLAR ESTE PLAN?

El plan considera herramientas de coordinación y desarrollo de la industria, que no requiere necesariamente de inversiones públicas, pero sí dos grandes cosas:

  • Avanzar con certeza en los tiempos de tramitación de los permisos sectoriales que se requieren para este tipo de infraestructura, evaluaciones ambientales, permisos con distintos organismos.
  • La disponibilidad de información en todas las direcciones, incluyendo a la sociedad, porque la mayoría de las personas no saben qué es un data center, y cuando eso ocurre se generan muchos mitos en torno a los beneficios o perjuicios que puede generar esta industria. El plan considera avanzar en acuerdos público-privados en materia de agua, información y estrategias más innovadoras sobre como el Estado e investigadores chilenos pueden beneficiarse por esto.

Anunciamos una primera inversión de 7 millones de dólares para la capacidad de cómputo como inversión pública destinada a apalancar recursos privados y, dependiendo del tipo de propuesta, puede aumentarse el número de proyectos. Chile hoy cuenta con 22 data centers activos hay otros 27 que están en proyecto y estos representan cerca de 4.000 millones de dólares en inversión privada. Entonces, el trabajo público habilita que esas inversiones que ya se tienen puedan ejecutarse mas rápido.

Actualmente, no hay entrenamiento de IA en el territorio nacional, no tenemos data centers que permitan hacer eso. Tenemos algunas capacidades de supercómputo y decidimos complementarlas con IA. Este plan busca tener uno o más centros de IA con capacidad de cómputo pero también con modelos de gestión que permitan que eso beneficie investigación, startups y su uso acelerado.

HAY EMPRESAS QUE SE HAN INTERESADO EN INSTALAR GRANDES DATA CENTERS EN EL PAÍS ¿CUÁL CREE QUE ES EL ATRIBUTO PRINCIPAL DE CHILE PARA ESTO?

Tenemos data centers de AWS, Microsoft, Google, Oracle, Huawei. De las 10 principales compañías de data centers, 9 tienen infraestructura en Chile. Pero, además de eso, tenemos compañías que administran data centers para otros.

Esta es una industria que ha sido bien recibida en el país por muchos años. El Estado ha priorizado el desarrollo digital de la mano de la infraestructura y esa estabilidad a través de los gobiernos es algo que la industria considera muy valioso.

Cerca del 30% de la industria nacional ya utiliza IA y cerca del 90% ya trabaja en la nube, hay una penetración de tecnologías digitales. Y están las capacidades que tenemos en conectividad. Chile ha desarrollado una red de conectividad que es de las más robustas del mundo, con una velocidad de internet que es dentro de las 3 mas rápidas de todo el mundo. Santiago es la primera ciudad en términos de velocidad de descarga.

Y EN CUANTO AL CONSUMO DE ENERGÍA QUE REQUIEREN ESTOS CENTROS ¿ES POSIBLE COMBINAR AVANCES TECNOLÓGICOS CON SUSTENTABILIDAD?

Sabemos que la industria tiene una demanda de consumo energético muy alta y, en el caso de Chile, tenemos una producción de energía renovable que es muy alta, pero son pedazos de información que no necesariamente conversan el uno con el otro y, por lo tanto, se establecen mecanismos para poder decirle a la industria que hay disponibilidad energética y decirle que hay potencial para juntar esos dos mundos.

Es importante separar agua de consumo energético. El consumo de agua efectivamente es un gran desafío pero la tecnología ha permitido ir resolviendo. La industria de data centers, no toda por supuesto, ha incorporado tecnologías que reducen el consumo de agua a mínimos y con el plan estamos planteando acuerdos de producción limpia, que son básicamente acuerdos público-privados donde la industria compromete una acción sustentable, en este caso reducción de consumo de agua a mínimos y el estado fiscaliza el cumplimiento.

En el ámbito de energía, es actualmente el principal cuello de botella de la industria. La tecnología todavía no resuelve cómo reducir ese consumo energético y, además, se debe avanzar a ser carbono neutrales porque estamos comprometidos a 2030 con altos estándares.

Chile está produciendo energías renovables en el norte, en volúmenes gigantescos, con plantas fotovoltaicas, y en el sur tenemos también un esfuerzo y una política de inversión muy grande para producción de hidrógeno verde, fuente de mucha capacidad energética. Debe haber una descentralización y que los centros de datos no estén localizados solamente en la Región Metropolitana y Valparaíso, donde están hoy, sino que se acerquen al norte, cerca del Desierto de Atacama y al sur, en Magallanes.

Estamos haciendo un levantamiento de cuánta energía disponible hay y en qué lugares está disponible.

INTELIGENCIA ARTIFICIAL

CHILE ES UN PAÍS AVANZADO TAMBIÉN EN EL USO DE IA CON RESPONSABILIDAD Y HAY UN PROYECTO DE LEY DE IA EN TRAMITACIÓN EN LA CÁMARA. DE APROBARSE ¿QUÉ CONTEMPLARÍA Y CUÁNDO SERÍA?

Hace años hemos impulsado una política de IA, previo a ChatGPT y a todo el boom que hemos visto y, a raíz de eso, hoy tenemos una incorporación e IA en el sector privado y en el Estado.

Tomamos la decisión temprana de que todo uso de IA debía cumplir con ciertos estándares éticos y se dictó una regla aplicable a todo el sector público donde se señala que es una herramienta que es muy útil pero tienen que hacerse cargo de entregar transparencia, poner a disposición información a los ciudadanos, asegurar que haya responsabilidad de quienes la utilizan, y una serie de resguardos.

Quisimos llevar esa regla al país y es por eso que presentamos un proyecto de ley que esta tramitándose en la Cámara. Es un proyecto pionero, que utiliza un sistema de clasificación de riesgo, es decir, a mayor riesgo de la utilización, mayores obligaciones asociadas a su uso. Establece un sistema de multas en caso de incumplimiento y se asocia mucho a la normativa que tenemos en protección de datos y ciberseguridad. En términos de tiempo, es difícil saber porque es un proyecto complejo. Me gustaría poder publicarlo antes de que terminara este gobierno, durante el próximo año, pero requiere una discusión y no la queremos acelerar.

¿QUÉ PRINCIPIOS ÉTICOS DEBE TENER LA REGULACIÓN SOBRE IA DESDE SU PUNTO DE VISTA?

Hay cosas que son bastante evidentes, por ejemplo, los derechos humanos tienen que estar presente; pero hay otros más específicos, como las obligaciones en torno a la transparencia y la aplicabilidad. Si vamos a avanzar hacia organizaciones que van utilizar IA para tomar decisiones, debemos encontrar los mecanismos para que, quienes son beneficiarios de esas decisiones, estén empoderados a la hora de ejercer sus derechos. Hay temas vinculados a la privacidad de la protección de datos, donde también existen riesgos que es necesario considerar.

Ocurre con la tecnología siempre, que es como espejitos de colores. Es muy fácil encandilarse con la tecnología porque es muy fascinante, pero sabemos que esta es creada por humanos y debe ser controlada por humanos, por lo tanto, hay que tomar estos resguardos para superar ese encandilamiento.

“No tengo duda de que una o varias startups chilenas vinculadas con IA van a ser unicornios y van a tener un impacto global”

CUANDO SE HABLA DE UN PAÍS TAN AVANZADO EN TECNOLOGÍA AL COMPARAR CON SUS PARES EN LA REGIÓN ¿CUÁL ES EL TECHO? ¿CUÁL ES EL MAYOR DESAFÍO PARA CHILE EN CUANTO A ESTO?

Nosotros no aspiramos a ser Estados Unidos o China, hay otro rol que se puede jugar en esta materia, que es el de conocer la herramienta, utilizarla en beneficio de las personas e incidir en cómo se desarrolla a nivel global y ese es el espacio al que nosotros aspiramos.

Chile ya tiene más de 150 empresas de tecnología de alto nivel, que están invirtiendo, desarrollando proyectos. Cerca de un tercio de las nuevas startups que se crean son vinculadas con IA. No tengo ninguna duda de que una o varias de ellas se van a transformar en unicornio y van a tener un impacto global.

Chile tiene ya construido en los últimos años una visión de desarrollo que se basa en sustentabilidad, igualdad, busca proteger el medio ambiente, y estamos convencidos como gobierno de que es posible tener las dos cosas: desarrollo económico de alto nivel protegiendo el medioambiente y generando mejores condiciones de vida para las personas. Esa lógica tiene que verse reflejada en la IA. Y ese es el techo. No es tecnológico, sino más bien político en cuanto al mundo que queremos construir para las futuras generaciones.

¿Y CÓMO HACER ACCESIBLE ESTAS TECNOLOGÍAS? TODAS LAS INDUSTRIAS ESTÁN TRABAJANDO CON IA PERO EN LA EDUCACIÓN ¿CÓMO IR HACIA LOS NIÑOS?

La primera preocupación en la cabeza de todos es ¿qué pasa con las personas, la formación? ¿cómo preparamos a las futuras generaciones y a las presentes para poder ser agentes en torno a la IA y no pasivos, que no tienen capacidad de cuestionar? La IA sirve para muchas cosas, entre ellas propagar desinformación y eso tiene un impacto en los sistemas democráticos.

Una experta en estos temas en Chile lo explicaba de la siguiente manera: a todos nosotros nos educaron para buscar información y era difícil encontrarla, y ese proceso de buscar era el filtro con el cual generábamos el pensamiento crítico. Mis hijos no buscan información, buscan IA que les entrega información rápido. La disponibilidad que ellos necesitan tener es la de cuestionar la información que reciben, no de salir a buscarla, y esa es una transformación estructural en la forma en cómo nosotros educamos.

Desde el Ministerio de Educación se entregaron lineamientos a los profesores de cómo usar estas tecnologías en el aula, cómo podría utilizarse ChatGPT para preparar clases, pruebas, cómo empezar a interiorizarse como profesores con esta tecnología.

Además, estamos avanzando con algunas universidades en entender cuáles son esas habilidades nuevas que requieren enseñarse y habilidades nuevas.

HAY UN DÉFICIT DE PROFESIONALES DIGITALES ACTUALMENTE ¿CÓMO SE ESTÁ ABORDANDO?

Todos los días aparece una cifra nueva: ahora se habla de 35.000 profesionales que se necesitan en Chile para tecnología. Más que el número, es la comprensión de parte de todos en lo que se necesita mucha gente. Existen distintas iniciativas, hay un programa que se llama Talento Digital, asociado al trabajo que se hace con la reforma tributaria, con un compromiso de formar a cerca de 50.000 personas en capacidades y habilidades digitales.

Hay un proyecto de Google, que trabaja con el Centro Nacional de IA, para formar a 15.000 personas en estas capacidades. Otras instituciones también que han incorporado tecnologías digitales de forma transversal en toda su planilla de formación.

Tenemos unas herramientas de reconversión laboral. Desde el Ministerio estamos trabajando en la certificación de perfiles y, una de las cosas que sabemos, es que no necesariamente se requiere formación formal para poder tener muchas de estas habilidades. A través de Coursera o videos, con la propia experimentación, la gente va adquiriendo habilidades y las puede certificar.

¿CÓMO SE PUEDE IMPULSAR UNA MAYOR PRESENCIA DE LA MUJER EN EL MUNDO DE LA TECNOLOGÍA?

Sigue siendo un desafío y una brecha. En el mismo índice de IA, en el caso de Chile, en participación de mujeres estamos muy bajos, lo que es un problema, no sólo por un tema de justicia social, sino que también sabemos que la tecnología cuando se hace por equipos diversos, entrega mejores resultados, productos y servicios.

Se reservan cupos especiales para mujeres en ingeniería, física, matemática, para aumentar la tasa de participación desde el Ministerio y también desde el sector privado. Sonda, por ejemplo, es una empresa tecnológica chilena que cuando partió tenía 6% de participación de mujeres, y ahora está cercano al 30%. Sigue siendo insuficiente pero hay un esfuerzo relevante de poder aumentar ese porcentaje.