Recientemente Chile postuló para ser Estado asociado del Centro Europeo para la Investigación Nuclear y poder participar en licitaciones y estudios internacionales en esta materia. Además, el país tiene planes ambiciosos en cuanto a energías limpias y cambio climático.

Aisén Etcheverry es abogada de la Universidad de Chile y tiene una maestría de Leyes que cursó en la Universidad de San Francisco. Desde el 10 de marzo de 2023 es la ministra de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación de Chile, tras asumir en el cambio de Gabinete que realizó el presidente Gabriel Boric. Se trata del tercer nombramiento en este cargo que hace este gobierno.

Cuando Boric asumió la presidencia, en marzo de 2022, Etcheverry entraba al Gobierno encargada de la coordinación interministerial en el Ministerio Secretaría General de la Presidencia, y luego presidió el Consejo Nacional de Innovación para el Desarrollo (CTCI) hasta ser nombrada como ministra.

Desde allí dirige el trámite para la futura incorporación de Chile al Centro Europeo para la Investigación Nuclear (CERN) —uno de los centros de investigación científica y tecnológica más grandes del mundo—; impulsa la creación de un Instituto Tecnológico del Litio y los Salares junto a las carteras de Minería, Economía y Medio Ambiente; lidera la Comisión Asesora contra la Desinformación y promueve la incorporación de nuevas tecnologías, como la inteligencia artificial, en operaciones y servicios públicos.

Según la última cifra reportada a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), la inversión del Gobierno de Chile en investigación y desarrollo es de un 0,34% del PIB. A lo que la ministra, en conversación con FORBES, añade que existe un compromiso por parte del presidente Boric de duplicar este porcentaje durante los próximos años. “Ya hubo un avance importante el año pasado, donde tuvimos un incremento, respecto al año anterior, de cerca de un 9% y para este año esperamos continuar con esa senda”.

HACE POCO ANUNCIARON QUE CHILE SERÍA ESTADO ASOCIADO DEL CENTRO EUROPEO PARA LA INVESTIGACIÓN NUCLEAR. ¿QUÉ TIPO DE INVESTIGACIONES DESARROLLARÁ Y CÓMO FUE ESTE PROCESO?

—El CERN existe desde hace más de 50 años y se creó para responder la pregunta más fundamental, que es el origen del Universo, y, a partir de ahí, ha desarrollado la investigación en física de partículas más importante que existe en el mundo. Chile es parte de la colaboración científica del centro desde 1991 y hoy más de 80 investigadores participan en los distintos experimentos que se hacen.

El desafío que nos pusimos era cómo podíamos no solamente participar en la ciencia, sino también en los desarrollos tecnológicos: formas de producir más energía y más rápido, nuevos mecanismos de comunicación. Y para poder participar en las distintas licitaciones tecnológicas que hace este centro es necesario convertirse en Estado asociado. El proceso se inicia con una postulación que ya está en curso y estamos a la espera.

SU CARTERA ESTÁ IMPULSANDO LA CREACIÓN DE UN INSTITUTO TECNOLÓGICO DEL LITIO Y LOS SALARES JUNTO A OTROS MINISTERIOS. ¿QUÉ SE BUSCA? ¿CÓMO VA EL DESARROLLO?

—El presidente Boric lanzó la Estrategia Nacional del Litio, que se construye sobre tres pilares: el
desarrollo industrial; el componente medioambiental, que contempla la protección de al menos 30% de los salares; y una tercera pata que es la de investigación y desarrollo.

Cuando Chile comenzó la explotación minera de los salares, lo hizo a propósito del potasio y solo después de muchos años descubrimos que el litio tiene un potencial. El litio representa menos del 1% de lo que hay en el salar; por lo tanto, como esta es una política con mirada hacia el futuro, necesitamos seguir estudiando los potenciales del salar y el aporte que hacen en temas de servicios ecosistémicos y tenemos que hacerlo de la mano de las comunidades sociales que se generan. Las primeras líneas de investigación se van a lanzar en el mes de octubre.

¿CÓMO VA A SER LA COLABORACIÓN PÚBLICO-PRIVADA? BUENA PARTE DE LAS OPERACIONES DE LA EXPLOTACIÓN DE LOS SALARES CORRESPONDEN AL SECTOR PRIVADO?

—La estrategia está planteada desde el origen con la colaboración público-privada. Hoy día el litio, de acuerdo con lo que señala la Constitución, pertenece a todos los chilenos; por lo tanto, para el Estado de Chile era muy importante resguardar ese interés en esta estrategia destinada a aprovechar al máximo sus beneficios. Es por eso que se estableció que el Estado de Chile tenga una participación en el proceso de explotación mediante acuerdos con las empresas privadas.

Este es un proceso que se está llevando a cabo esencialmente desde Codelco y, si bien es una negociación en curso que no está bajo nuestra cartera, sí sabemos que está yendo por buen camino y hay otras empresas internacionales que también están interesadas en participar.

Cuando recién se presentó la estrategia, hubo voces que dijeron que había un problema porque el Estado quiere participar, pero lo que hemos visto es que el sector privado comprende el interés del Estado en estar y están dispuestos a esa negociación.

¿DE QUÉ FORMA EL GOBIERNO DE CHILE ESTÁ INCORPORANDO INTELIGENCIA ARTIFICIAL (IA) Y ESPECÍFICAMENTE EN QUÉ OPERACIONES?

—La IA es una tecnología que ha impactado a todos los países. Chile cuenta con una política para su desarrollo desde hace ya algunos años y eso nos ha permitido generar capacidades a nivel de nuestras universidades y centros de investigación.

A nivel del Estado hemos visto cómo las herramientas de IA han empezado a incorporarse en distintos procesos asociados a servicios públicos. Existen proyectos para apoyar en materia de salud, para entregar una atención más oportuna o complementar el trabajo que hacen los médicos mediante el uso de
IA. Se ha utilizado también en áreas como la transparencia, para poder hacer análisis de datos de volúmenes importantes y a partir de ahí generar mejores servicios a la ciudadanía.

CHILE ES RECONOCIDO EN LATINOAMÉRICA COMO UNO DE LOS PRINCIPALES PAÍSES EN MATERIA DE DESARROLLO TECNOLÓGICO. ¿CÓMO SE HACE PARA NO CAER EN LA COMODIDAD, IR MÁS ALLÁ E IMPULSAR A OTROS PAÍSES?

—Cuando vemos la dirección en la que está cambiando el mundo en materia de cambio climático, energía renovable, uso de la tecnología y biodiversidad, el rol que juega nuestra región es fundamental. No nos sentimos cómodos, somos una región que está siempre incómoda y buscando nuevos desafíos y parte de lo que nosotros como país hicimos con el CERN tiene que ver con eso, con un apetito que tiene nuestra industria de ser actor relevante en espacios globales y complejos como puede ser el acelerador de partículas.

Veo el avance tecnológico de nuestra región y de Chile en particular con mucho optimismo y creo que estamos en un lugar muy distinto del que estábamos hace cinco o diez años atrás. Como ministra de Ciencia, puedo, sin ningún pudor, sentarme en la mesa con un instituto como el INRIA y decir: “Aquí hay un país que tiene una industria y una capacidad científica que es relevante, competitiva y que está dispuesta a colaborar con otros en temas que son preocupación global”.

CON RESPECTO A LA CRISIS CLIMÁTICA ACTUAL Y EL AVANCE DE CHILE EN ENERGÍAS LIMPIAS, ¿EN QUÉ ESTÁN PONIENDO ÉNFASIS COMO MINISTERIO?

—Chile tiene una política de Estado desde hace muchos años en materia de energías renovables y somos parte activa en todos los foros internacionales en materia de descarbonización, biodiversidad y cambio climático. Como ministerio trabajamos con el Ministerio de Economía y Medio Ambiente en mantener el nivel de investigación en estas materias y apoyando desde lo que es el desarrollo tecnológico.

ESTE MES EMPEZÓ A LIDERAR LA COMISIÓN ASESORA CONTRA LA DESINFORMACIÓN. ¿POR QUÉ EL GOBIERNO DECIDIÓ IMPULSAR ESTA COMISIÓN Y CUÁLES SON SUS FUNCIONES ESPECÍFICAMENTE?

—La desinformación es un fenómeno global que preocupa a la gran mayoría de los gobiernos y organismos internacionales por el impacto que tiene en nuestras democracias y en las personas. La información circula muy rápido y por canales que no conocíamos anteriormente, redes sociales, plataformas digitales; y por lo tanto es un problema complejo. No basta solo con decir que hubo un error y se corrige y antes de lanzarnos a generar reglas, leyes o tomar decisiones tajantes, necesitamos entender el fenómeno complejo y para eso nos apoyamos en la ciencia.

Se convocó a un grupo de expertos que estudió el fenómeno de la desinformación durante mucho tiempo y les pedimos que elaboraran dos informes: cómo se da, qué es, en qué condiciones se da y que nos den recomendaciones de políticas públicas que como gobierno podríamos impulsar a través de este fenómeno. Más líneas de investigación, apoyar la alfabetización digital en los colegios, el trabajo de los periodistas.

PERO, POR EJEMPLO, UNA PERSONA TUITEA ALGO QUE NO ES CIERTO Y QUE CONCIERNE A LOS HABITANTES DE CHILE, ¿CÓMO FUNCIONARÍA EN ESTE CASO?

—Esta comisión no se va a referir a ningún caso en particular y no hace revisión de ningún contenido específico y, además, funciona en el contexto global de protección y garantía de los Derechos Humanos y, por lo tanto, el que una persona diga algo en redes sociales respecto al Gobierno es un discurso protegido, es libertad de expresión y tiene que poder decirlo siempre.

Distinto es el caso de una cuenta anónima, con muchos seguidores, que genera un contenido señalando que viene un tsunami y lo difunde por redes y genera estampida de personas donde alguien muere. Ahí hay una generación de contenido con el objetivo de generar daño que tiene que ser analizado. Ahora, ninguno de los dos casos va a ser visto en particular por esta comisión, porque esta va a analizar el fenómeno de una forma abstracta, las plataformas que se usan y por dónde se difunde la desinformación, entre otros datos.

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