Darrell Brown, presidente de la multinacional de soluciones en consumo de agua, limpieza e higiene, Ecolab, visitó por primera vez Chile y dio a conocer los resultados de su estudio Watermark.

Ecolab es una empresa que comenzó hace 100 años -en 1923- limpiando alfombras de hoteles y restaurantes, sin tener que llevarlas a ningún otro lugar. Sólo desinstalaban la alfombra de los salones y la lavaban en los espacios abiertos del mismo establecimiento, lo que significaba un proceso que minimizaba el agua empleada y, por ende, el costo para los clientes. Un siglo después justamente la búsqueda de un menor consumo de agua es el foco de su negocio. Y es que la compañía es hoy una multinacional que asesora y ofrece productos químicos a embotelladoras, mineras, forestales, hoteles, cadenas de restaurantes, entre otras compañías de todas las industrias, en más de 170 países, para optimizar sus procesos con el agua y mejorar la seguridad alimentaria e higiene y limpieza.

Y para esta transformación fue fundamental la adquisición en 2011 de la empresa de soluciones y gestión del agua, Nalco, que se ocupaba principalmente de torres de enfriamiento, calderas, sistemas de tratamiento de aguas residuales y también servicios energéticos.

“Ecolab es la empresa de agua más grande del mundo. De los 16.000 millones de dólares de ingresos que tenemos como empresa hoy, 10.000 millones de dólares están asociados con el agua de alguna manera“. Así lo dice en entrevista con Forbes y en su primera visita a Chile, Darrell Brown, presidente y chief operating officer (COO) de Ecolab. “El enfoque en los inicios ciertamente fue sostenible porque implicaba ahorro de mano de obra, ahorro de costos, lo que, por supuesto, mejoró la sostenibilidad. Ya no era llevar una alfombra a otro lugar para luego lavarla, hacerla secar y volver a ponerla en la habitación, esto implicaba mucho tiempo, mucha mano de obra, mucho costo, mucha agua; entonces la empresa comenzó como una forma económica para limpieza, saneamiento e higiene”.

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Ahora se ha expandido hasta el proceso de uso del agua que se emplea para limpiar una planta de alimentos y bebidas, como una cervecera, una planta embotelladora de Coca-Cola o una de proteínas e, incluso, una instalación de procesamiento de alimentos y cadenas de comida rápida, como McDonald’s.

“Tenemos un grupo industrial, institucional y otro de atención médica y ciencias. Y así, los productos que suministramos, los servicios, ingeniería y la experiencia digital en cada uno de esos diversos segmentos pueden variar enormemente. Prestamos servicios a cadenas como McDonald’s, Burger King o un Wendy’s, donde tenemos ciertos rangos de productos -higiene y limpieza- que van hacia eso. Hasta una central nuclear, donde nos encargamos de torres de enfriamiento y calderas y sistemas de tratamiento de aguas residuales, o un centro de datos, una instalación de fabricación de chips de microelectrónica. Prestamos servicios a 40 industrias diferentes en todo el mundo”, explica Brown.

Latinoamérica es la región más preocupada por la escasez hídrica a la hora de comprar

De los 48.000 colaboradores de la multinacional, 1.200 están en Sudamérica y 400 en Chile, donde iniciaron sus primeras operaciones en esta parte de la región. Y en Chile tienen la planta más moderna de Sudamérica, inaugurada en 2018, con una superficie de 40.000 m2 y 7.000 m2 construidos. Este tiene tres plantas independientes -industrial, veterinaria y farmacéutica- en una única locación. La planta permite a la empresa producir en Chile alrededor del 70% de lo que importaba. Además del área de producción, incorpora laboratorios especializados y bodegas de almacenamiento. En la región también tienen plantas en Colombia, Brasil, Perú, Argentina y México.

Y precisamente en Chile hay una crisis de escasez de agua que se ha acentuado por el cambio climático en los últimos años. En 2023, Ecolab desarrolló un estudio a escala global, Watermark, con más de 26.000 participantes de 15 países, incluido Chile, en el que revisa las principales preocupaciones de la población respecto al agua y qué importancia atribuye a empresas y gobiernos su utilización.

“Más del 80% de las personas aquí en Chile están preocupadas de que la industria no esté haciendo lo suficiente. Ahora, nuestro trabajo es ayudar a la industria a hacer su trabajo en términos de conservación del agua, reciclabilidad, reutilización y reducción de consumo”, señala el ejecutivo.

De hecho, según el estudio, siete de cada diez consumidores en Latinoamérica están dispuestos a dejar de comprar productos según la cantidad de agua necesaria para su fabricación, y el 75% pagaría más por productos fabricados con prácticas sociales.

Si bien la preocupación por la escasez de agua es alta en todos los rangos etarios, el estudio encontró que las generaciones mayores expresan niveles más altos de preocupación que los más jóvenes. Quienes nacieron entre 1949 y 1968 o “baby boomers” lideran en términos de preocupación, con un 82%, seguidos de los “Millennials”, aquellos nacidos entre 1981 y 1993, con un 78% y la “Generación Z”, nacidos entre 1994 y 2010, con un 74%.

Quizás por eso se explica que la empresa esté creciendo en la región en cuanto a ingresos por encima del 10%, que es aproximadamente el doble de lo que crecen en el mundo. Y, según Brown, Chile está en la misma línea, muy cerca de los dos dígitos. “Es lo que lo hace muy atractivo para aumentar la inversión. Y con algunas industrias que crecen aún más rápido”, agrega.

El impulso de la minería

Un claro ejemplo de industrias que están cada vez más preocupadas por el consumo de agua en sus procesos son la minería, la pulpa y el papel. “Tenemos experiencia en este sector y en Chile se necesitan soluciones de reutilización y reducción del agua en estas industrias. Prestamos servicio a todos los clientes disponibles en el país”, detalla Brown.

Entre estas alternativas de soluciones, está el empleo de agua de mar. “El agua de mar es abundante, está disponible, pero tiene un gran problema: es muy corrosiva, así que dañará normalmente todo el equipo. Entonces la tarea que nos dan es cómo podemos prevenir la corrosión y asegurarnos de que sea económico para ellos usar agua de mar en sus operaciones. Si pueden usar con éxito agua de mar, no tienen que usar agua dulce que podría estar disponible para otros usos. A veces se puede hacer, a veces no”, agrega Luis Carrillo, vicepresidente senior y Líder de Mercado de Ecolab para Latinoamérica Sur.

Para ambos ejecutivos, no existe un futuro que no sea pensando en la sostenibilidad para todas las industrias en el mundo, por lo que prevén mayores soluciones, estrategias y el crecimiento de la multinacional en el desarrollo y asesoramiento de las empresas.

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