Existe una demanda insatisfecha de puestos relacionados con tecnologías de la información en Chile. Para resolver este problema, la clave está en la formación de capital humano, según Jonathan Toledo.
Vivimos en una época de transformación tecnológica que redefine la forma en que interactuamos, trabajamos y percibimos el mundo que nos rodea. En este vertiginoso avance, Chile no está exento de los desafíos inherentes a la revolución digital y uno de ellos es el déficit de capital humano especializado en el sector de las Tecnologías de la Información (TI), una brecha que amenaza con ralentizar el ritmo de progreso y desarrollo.
Un informe del Servicio Nacional de Capacitación y Empleo (Sence) evidenció que Chile enfrenta un déficit anual de aproximadamente 6.000 profesionales en TI, situación que se ha acentuado aún más debido a la pandemia, impulsando la demanda en sectores claves como la banca, la consultoría, el comercio electrónico y las telecomunicaciones.
Esta situación no es única de Chile; es un fenómeno que trasciende fronteras en la región. Un informe de PageGroup, realizado en 2021, reveló que el 48% de las vacantes en TI en América Latina no pudieron ser cubiertas debido a la falta de profesionales capacitados. De esta manera, el desequilibrio entre la oferta y la demanda crea una dinámica que pone a las empresas y a la economía en general en una difícil posición.
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El resultado de este fenómeno es una urgente necesidad de abordar la situación de manera efectiva para evitar que se convierta en un obstáculo en nuestro camino hacia la innovación y el crecimiento sostenible. En este escenario, el rol de la educación y la capacitación se vuelve esencial. La formación de capital humano especializado en tecnología es un factor crucial para cerrar esta brecha y asegurar que tengamos el talento necesario para impulsar la transformación digital en Chile.
Para esto son clave las instituciones educativas y planes de capacitación que ofrezcan opciones flexibles y relevantes, que se adapten a las necesidades de estos tiempos y de los alumnos, que les brinden una comunidad y un acompañamiento incluso para insertarse laboralmente en esta industria.
Este es un desafío que afecta el progreso general de nuestro país en la era digital, por lo que exige atención inmediata y una respuesta unificada de todos los sectores de la sociedad. Sólo al cerrar esta brecha podremos aprovechar plenamente las oportunidades que ofrece la revolución tecnológica y asegurarnos de que Chile siga avanzando en el escenario global.
*El autor es Country Manager de 4Geeks Academy
