Para conformar organizaciones exitosas y más diversas es necesario aplicar ciertos cambios en nuestras políticas laborales. Marcela Velasco explica los pasos que pueden dar las empresas para lograrlo.
La reciente conmemoración anual de la comunidad LGBTQ+ nos brinda una oportunidad para reflexionar sobre los progresos realizados dentro de las organizaciones y autoevaluar cómo se pueden fortalecer. En este año, queremos resaltar el poder de la representación, reconociendo que todos los miembros de nuestra comunidad, especialmente nuestros compañeros LGBTQ+, merecen ser visibles, valorados e incluidos. Al promover la representación, no solo enriquecemos a nuestra empresa, sino que también fomentamos los equipos dinámicos y la fortaleza colectiva.
Recientemente, la “Radiografía de Pride Connection de 2023” reveló que el 83% de las organizaciones ha aplicado programas de entrenamiento o sensibilización en temática LGBTQ+ a sus trabajadores y aunque esto es un avance significativo, aún hay desafíos pendientes que debemos enfrentar juntos como líderes de talento y recursos humanos dentro de las compañías como el de la representatividad y la adecuación de políticas y medidas aptas para la comunidad.
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Para conformar organizaciones exitosas y más diversas es necesario aplicar ciertos cambios en nuestras políticas laborales. Algunas medidas concretas que podemos tomar incluyen ajustar las licencias de maternidad y paternidad, reconociendo que estos beneficios se extienden a todo tipo de familias. Es fundamental incorporar licencias inclusivas y flexibles, donde todos los tipos de permisos estén disponibles para todos los colaboradores, considerando por supuesto familias diversas.
Otro aspecto fundamental es ofrecer mejoras en las garantías médicas para ofrecer apoyo y tratamiento especializado, asesorías psicológicas a todas las personas que requieran acceder a este tipo de servicios. Es importante reconocer la importancia de garantizar la salud y el bienestar de todos nuestros colaboradores.
Aunque hemos logrado mucho, sabemos que nuestro trabajo no se detiene aquí. Con la implementación de estas medidas, no solo podemos construir un grato ambiente laboral, sino que podremos normalizar este tipo de conversaciones para hacer del ambiente laboral un entorno seguro sin excepción promoviendo la felicidad de nuestros trabajadores, y al tiempo sensibilizar y concientizar con nuestras acciones a más personas, causando un impacto positivo dentro de la comunidad donde nos desenvolvemos y haciendo más fácil la lucha para todas los grupos sociales impulsando una cultura laboral inclusiva en las empresas.
*La autora es vicepresidente de Recursos Humanos Experian Spanish Latam
