Un reciente informe de JLL Research resalta que Chile es un país atractivo para la inversión extranjera directa gracias a su estabilidad económica, entre otros factores.
Tras las interrupciones a la cadena de suministro producto de la pandemia, el nearshoring, es decir la recolocación de los centros de producción y servicios a lugares más cercanos al mercado de destino, emergió como tendencia a nivel global, y los países latinoamericanos, por su cercanía con Estados Unidos, empezaron a plantearse como interesantes alternativas. En un reciente informe, titulado “Nearshoring – Develando el Potencial de América Latina”, JLL Research analizó justamente el potencial de cada país para aprovechar esta relocalización de las operaciones empresariales y situó a Chile entre los países mejor posicionados como destinos para el nearshoring en la región.
Si bien México sería el país mejor situado ante este fenómeno, el estudio resalta que Chile es un país atractivo para la inversión extranjera debido a su estabilidad económica, su marco regulatorio favorable y la calidad de su fuerza laboral.
“Chile sobresale en el informe debido a su entorno empresarial robusto y su infraestructura consolidada, que facilita la inversión y la operación de empresas extranjeras. Además, la estabilidad política y económica de Chile lo convierte en un destino seguro y confiable para empresas que buscan optimizar sus cadenas de suministro y reducir costos operativos al estar más cerca del mercado final en Estados Unidos”, asegura JLL Research, que resalta también que Chile es el único país de la región que se sitúa entre los menos corruptos a nivel global, considerando el Índice de Percepción de la Corrupción de Transparencia Internacional.
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La firma de análisis de mercado de la consultora inmobiliaria detalla, sin embargo, que el potencial incremento de las exportaciones chilenas como resultado del nearshoring no sería tan alto como el de otros países de la región. Y es que este fenómeno incrementaría de forma exponencial las exportaciones de los países con una fuerte base industrial y una canasta exportadora menos basada en commodities, como México y Brasil. En el caso del país norteamericano, JLL Research estima que podría darse un incremento de 29.000 millones de dólares en exportaciones anuales a los Estados Unidos y en el caso brasileño de 4.153 millones de dólares. Para Chile, el potencial crecimiento sería de 665 millones de dólares en exportaciones anuales a Estados Unidos.
El estudio matiza, no obstante, que para los países que dependen de productos básicos, esta tendencia podría permitirles ampliar su base industrial y atraer miles de trabajos administrativos.
