Sebastián Arias, director de aceleración de Start-Up Chile, institución creada por el Gobierno del país para impulsar emprendimientos, manifestó que aunque el ecosistema emprendedor haya evolucionado mucho, aún queda bastante por aprender.
Este viernes se encontraron en Bogotá representantes del emprendimiento en Latinoamérica para debatir el auge del ecosistema de los ‘start-ups’ en el continente, que “ha crecido mucho” en los últimos 10 años y que “comienza a dar fruto”, aunque consideran falta unidad entre los países de la región.
La tercera y última jornada del Gofest, festival de emprendimiento de Bogotá creado por la Cámara de Comercio de la capital colombiana, que durante tres días contó con diferentes talleres, charlas y actividades, arrancó con este panel en el que convergieron representantes de diferentes instituciones aceleradoras de emprendimiento de Chile, Argentina y México.
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Sebastián Arias, director de aceleración de Start-Up Chile, institución creada por el Gobierno del país para impulsar emprendimientos, manifestó que aunque el ecosistema emprendedor haya evolucionado mucho, aún queda bastante por aprender.
“Hay que mejorar los aeropuertos, las carreteras y las infraestructuras para lograr una mejor conectividad entre países”, agregó, y resaltó la importancia de que, en un mundo acostumbrado a Zoom, Google Meets y otras herramientas de video conexión, hace falta “contacto físico”.
El gerente de la plataforma NXTP Corporate Partners, el argentino Eduardo Amadeo, expresó que lo importante es “tener unas reglas del juego comunes” para que todos los países de la región puedan “caminar en la misma dirección”, porque a pesar de las diferencias que puedan existir, “todos hablamos el mismo idioma”.
Inversión pública y privada
En Chile el emprendimiento depende en su mayoría de los fondos públicos, como explicó Arias, lo que dificulta mucho que los emprendedores puedan desarrollarse.
En Argentina, entre tanto, son las propias empresas las que apuestan por los emprendimientos e invierten en ellos, “generando riqueza en el país”, apuntó Amadeo.
“Desde hace 20 o 25 años son las empresas las que dictan y dirigen la cultura del emprendimiento”, añadió el argentino.
En México también es el sector privado o instituciones como universidades los que “han trabajado mucho” en la “articulación” para que haya más emprendedores e innovación, aunque los gobiernos apuestan cada vez más por la inversión en el emprendimiento, aseguró la coordinadora de innovación del Tecnológico de Monterrey, Odile Sánchez.
Los tres ponentes estuvieron de acuerdo en que una de las claves es la mentoría, el seguimiento y acompañamiento a las empresas durante las primeras semanas de los emprendimientos, no centrarse en generar beneficios a corto plazo, sino tratar de que estos generen un impacto en la sociedad y sean sostenibles.
“Lo que faltan son emprendedores”, reclamó Sánchez y complementó que las instituciones que financian los proyectos y los países siempre están buscando, pero la gente que dé el paso con su producto o servicio escasea.
