En 2021 lograron cuadriplicar su crecimiento en inversiones y tuvieron dos exits de empresas que financiaban

Son emprendedores desde muy jóvenes y por eso entienden a las startups. José Antonio Berríos (director ejecutivo) y Federico Iriberry (CEO) decidieron lanzar en mayo de 2013 Broota, la plataforma chilena de crowdfunding que conecta a las startups que necesitan financiamiento, con personas comunes que tienen interés en invertir.

Los primeros pasos de Berríos en el mundo del emprendimiento no fueron fáciles, principalmente por los obstáculos que consiguió al tratar de tener acceso al sistema financiero tradicional. Desde allí, surgió la idea para la creación de Broota que, desde sus inicios, ha apoyado a 53 startups y de los $1.572 millones que financiaron en 2020, pasaron a los $6.050 millones en 2021, invertidos en 12 startups. Tienen a 30 mil personas registradas en la plataforma y 2.330 inversionistas ángeles.

Los fundadores querían que cualquier persona, dejando la creencia de que sólo el típico empresario adinerado podía invertir, se acercara a este mundo y pudiera conocer a los emprendimientos, para aportar desde $ 500.000.

“Es como el wasabi, que no a todos les gusta o están familiarizados con el sabor. Lanzamos esta plataforma para que las personas pudieran entender este wasabi que eran las startups con innovacion e impacto positivo, cómo conectarse con ellas y poder participar en su construcción”, ejemplifica Berríos en conversación con Forbes Chile.

El hito de dos exits

En el mercado del emprendimiento, uno de los logros más importantes como estrategia es llegar al exit y dos startups chilenas “brootadas”, como ellos las llaman, lo lograron durante 2021. Se trata de Pago Fácil, fundada por Cristian Tala, que fue adquirida a mediados de año por el banco Bci y la empresa estadounidense Evo Payment, con el 176% de retorno neto anual. También se suma la adquisición, por parte de Walmart, de Babytuto, startup fundada por Daniela Lorca.

“Para nosotros fue súper relevante, porque está madurando el portafolio en el cual han venido invirtiendo estas personas y estamos llegando a la etapa en la que se empiezan a dar estas ventas de las compañías desarrolladas con tecnología y talento local”, señala el ejecutivo.

LEA TAMBIÉN: Las mejores innovaciones de productos de consumo en 2021, según Nielsen

Compromiso social y medioambiental

Desde enero de 2014 pasaron a convertirse en una empresa B y han apoyado a 16 empresas con impacto social y ambiental positivo. De hecho, a pesar de no centrarse en ninguna industria en específico, una de las prioridades es que, además de la innovación y tecnología, sean eco friendly y generen un aporte social.

Así, por ejemplo, entre su portafolio de startups se encuentran:

  • Karün, de anteojos producidos con un modelo sostenible y regenerativo.
  • Freemet, de desarrollo de productos de limpieza biodegradables.
  • Myco Bites, alimentos saludables a base de hongos.
  • Guayacán, primera cerveza artesanal energizada por energía solar.
  • Karukinka, ropa outdoor high-end sustentable y fabricada a mano.

Las compañías adheridas a Broota deben tener al menos dos socios 100% dedicados a la startup que tengan experiencia en la industria en la cual están emprendiendo, además de tener el control de la empresa, validación de lo que ya probaron y con base en esto poder levantar capital y, de allí, pasar al proceso de oportunidad de inversión.

Por otra parte, este año Broota creó un fondo para que aquellos que desean invertir sumas más grandes, pero no entienden del rubro o en qué emprendimientos específicos, puedan acceder a 15 startups seleccionadas por la plataforma, aportando desde los CLP$ 5 millones. Broota también invierte en este fondo.

“Nosotros cobramos una comisión por sobre la inversión y la startup que busca recaudar material. Dando valor agregado, al validar que exista el capital , la oportunidad de pedir la devolución, tener acceso a un mercado secundario en el cual se pueden vender las acciones y nos encargamos de todos los temas legales”, indica Berríos.

Para 2022 esperan que la madurez de las startups, así como del ecosistema de inversionistas, continúe y poder operar en toda Latinoamérica, desde un solo país, adaptándose a una sola regulación.

Convierta a Forbes Chile en su fuente de información habitual