El PIB de China cayó 2.6% y los datos hundieron los precios del cobre a nuevos mínimos

La economía china se contrajo fuertemente en el segundo trimestre, lo que pone de manifiesto el colosal costo que los confinamientos por el COVID-19 han tenido sobre la actividad económica y apunta a la persistente presión que ejercerán en los próximos meses las menguantes perspectivas de crecimiento mundial.

Los datos reportados este viernes llegan en un momento en el que se teme una recesión mundial, mientras los responsables monetarios suben tasas de interés para frenar la creciente inflación, y consumidores y empresas de todo el mundo enfrentan los retos de la guerra de Ucrania e interrupciones de la cadena de suministro.

El Producto Interno Bruto (PIB) de China cayó un 2,6% en el segundo trimestre respecto del anterior, según datos oficiales, frente a las expectativas de un descenso del 1,5% y un aumento revisado del 1,4% del trimestre anterior.

En términos interanuales, el PIB del trimestre abril-junio creció un tibio 0,4%, por debajo de las previsiones de un aumento del 1,0%, lo que supone una fuerte desaceleración respecto al 4.8% del primer trimestre.

En la primera mitad del año, el PIB creció un 2,5%, muy por debajo del objetivo del Gobierno de un crecimiento cercano al 5,5% para este año.

La economía china ha estado al borde de caer en la estanflación, aunque lo peor ya ha pasado a partir del periodo mayo-junio. Se puede descartar la posibilidad de una recesión, o de dos trimestres seguidos de contracción”, dijo Toru Nishihama, economista jefe del Instituto de análisis Dai-ichi Life de Tokio.

Consecuencias en Chile

“Dado el escaso crecimiento, es probable que el Gobierno chino despliegue medidas de estímulo económico a partir de ahora para reactivar su decaído crecimiento, pero los obstáculos para que el PBOC (Banco Central de China) recorte aún más las tasas de interés son altos, ya que avivaría la inflación, que se ha mantenido relativamente baja hasta ahora”.

Los desalentadores datos chinos también tienen consecuencias para Chile, el mayor productor de cobre del mundo, pues los precios mundiales del metal cayeron a nuevos mínimos este viernes tras conocerse los números del principal consumidor de metales del planeta.

El contrato de cobre a tres meses en la Bolsa de Metales de Londres se deslizó por debajo de la marca de los US$ 3,5 la libra por primera vez desde noviembre de 2020. En términos semanales, el precio del cobre caía un 10%.

“Apenas hay noticias positivas estos días en muchas regiones del mundo y, cuando la gente se vuelve bajista, normalmente la venta es más brusca que en la subida. Así que creo que podríamos seguir bajando”, dijo Xiao Fu, jefe de estrategia de mercados de materias primas de Bank of China International.

El impacto de los confinamientos por COVID

En marzo y abril se impusieron confinamientos totales o parciales en los principales centros del país, incluida la capital comercial, Shanghai, que registró una contracción interanual del 13,7% del PIB el trimestre pasado.

Si bien muchos de esos confinamientos se han levantado desde entonces, y los datos de junio ofrecen signos de mejora, los analistas no esperan una rápida recuperación económica. China mantiene su estricta política de “cero COVID” en un contexto de nuevos brotes, el mercado inmobiliario del país se encuentra en clara fase de debilitamiento y el panorama mundial se oscurece.

La imposición de nuevos confinamientos en algunas ciudades y la llegada de la variante BA.5, altamente contagiosa, han aumentado la preocupación de empresas y consumidores por un prolongado periodo de incertidumbre.

¿Rebote temporal en junio?

Los analistas creen que el margen de maniobra del PBOC para flexibilizar aún más la política monetaria podría verse limitado por la preocupación ante las salidas de capital, ya que la Reserva Federal de Estados Unidos, y otras economías, están subiendo agresivamente los tipos de interés para luchar contra la creciente inflación.

El aumento de los precios al consumo en China, aunque no es tan intenso como en otros lugares, también puede contribuir a limitar la relajación de la política monetaria.

Un sondeo de Reuters prevé que el crecimiento de China se ralentizará hasta el 4,0% en 2022, muy por debajo del objetivo oficial de crecimiento de alrededor del 5,5%.

Los datos sobre la actividad de junio, también publicados el viernes, mostraron que la producción industrial de China creció un 3,9% en junio respecto del año anterior, acelerando el aumento del 0,7% de mayo, aunque por debajo del aumento del 4,1% previsto en una encuesta de Reuters.

Las ventas al por menor, por su parte, aumentaron un 3,1% respecto a un año en junio y marcaron el mayor crecimiento en cuatro meses, después de que las autoridades levantaran el confinamiento de dos meses en Shanghai. Los analistas no esperaban aumentos tras la caída del 6,7% de mayo.

“El crecimiento del comercio minorista indica que los cierres han sido el principal lastre para el consumo y que la demanda se ha recuperado claramente una vez que Shanghai y otras grandes ciudades salieron de los confinamientos a finales de mayo”, dijo Jacob Cooke, director general de WPIC Marketing + Technologies, en Pekín.

Los consumidores siguen albergando cierta incertidumbre sobre los confinamientos, pero con indicios de que las futuras cuarentenas no serán tan estrictas, somos optimistas de que el consumo seguirá recuperándose en el segundo semestre”.

La inversión en activos fijos creció un 6,1% en los seis primeros meses del año con respecto al mismo periodo del año anterior, frente a la previsión de un aumento del 6,0% y por debajo del salto del 6,2% registrado en enero-mayo.

Economía de China sufre fuerte contracción

La situación del empleo sigue siendo frágil, con una tasa de paro nacional que bajó al 5,5% en junio desde el 5,9% de mayo, gracias a la recuperación de la economía. Sin embargo, el desempleo juvenil se situó en junio en un nivel récord del 19,3%, superior al 18,4% de mayo.

La inestable recuperación del sector inmobiliario chino, muy necesitado de capital, está en peligro por un creciente número de compradores de viviendas en todo el país que interrumpen el pago de sus hipotecas hasta que las empresas reanuden la construcción de las viviendas prevendidas.

Datos publicados el viernes mostraron que los precios de la vivienda cayeron un 0,5% con respecto a hace un año, empeorando la caída del 0,1% del mes anterior, mientras que el crecimiento mensual tampoco se recuperó. 

La inversión inmobiliaria cayó un 9,4% en junio, empeorando el descenso del 7,8% registrado en mayo, mientras que las ventas de inmuebles ampliaron sus descensos en otro 18,3% el mes pasado, según los cálculos de Reuters.

“Incluso masajeando un poco las cifras, es difícil ver cómo puede alcanzarse el objetivo del Gobierno de un crecimiento ‘en torno al 5,5%’ este año”, dijeron los analistas de Capital Economics.

“Eso requeriría una enorme aceleración en el segundo semestre de este año, lo que es poco probable”.