"En Latinoamérica está en una etapa temprana, donde el tema los datos juega un papel fundamental porque hay que tener una buena estructura dentro de las empresas para poder tener los modelos correctos de IA. Ahí hay mucho trabajo por hacer. Estamos rasguñando la superficie y hay mucha experimentación, pero todavía falta la maduración de la tecnología". Chile es uno de los países más avanzados en la región en capacidad de cómputo y estructura para la profundización de la IA

La competencia es cada vez más feroz. Las empresas que nacen con el ADN digital lo tienen mucho más fácil que aquellas que se han tenido que ir transformando desde sus bases, pero la innovación es constante y el desafío es para todas: ¿Con qué rapidez se adaptarán e irán incorporando nuevos procesos con tecnologías como automatización, inteligencia artificial (IA) y sustentabilidad? Para Marcelo Wurmann, CEO de la consultora Tata Consultancy Services (TCS) para Latinoamérica, el mayor reto, desde el punto de vista tecnológico, es precisamente la capacidad de adaptación continua.

“Hay dos tipos de adaptación: cómo adaptas tus procesos, sistemas, cadena de valor; y el otro es cómo adaptas a tus trabajadores con estos reentrenamientos para adquirir nuevas habilidades. Las tecnologías actuales no son mucho más complejas que las antiguas, pero el concepto de desaprender juega un rol fundamental porque estas tecnologías tienen más que complejidades de su aprendizaje. Desaprender para poder aprender estos nuevos desafíos que vienen”, detalla el ejecutivo.

Y ese es el foco de TCS con presencia en 55 países y 9 en Latinoamérica, donde tiene más de 400 clientes y entre los que destacan Brasil, México, Chile y Colombia. La multinacional, especializada en servicios TI, aumentó sus ingresos un 7% durante el último trimestre de 2024 al compararlo con el mismo período de 2023.

La industria TI tiene una proyección de crecimiento en Latinoamérica de un 7,6% durante 2025, y si especificamos en Chile, es de 8,1%, según Gartner. Al respecto Wurmann indica que “hoy en el mundo hay mucha volatilidad, incertidumbre, pero de lo que tenemos certeza es que la tecnología ha sido, es y será muy relevante. Nosotros nunca nos preocupamos mucho de la macro y la micro economía, porque sí, puede afectar en nuestro negocio pero las inversiones en tecnología son la constante y las empresas se subieron a este tren”.

En Chile, donde tienen más de 70 clientes, el líder regional de la compañía dice que hay un desarrollo muy importante y el foco principal es la banca, cuya industria ha liderado todos los procesos de transformación digital. Pero también están cobrando fuerza las industrias de manufactura, retail y telecomunicaciones.

El reinado de la inteligencia artificial: “En Latinoamérica estamos rasguñando la superficie”

La IA no es una tecnología nueva, señala el ejecutivo, pero está viviendo su hype en los últimos tres años. “En Latinoamérica está en una etapa temprana, donde el tema los datos juega un papel fundamental porque hay que tener una buena estructura dentro de las empresas para poder tener los modelos correctos de IA. Ahí hay mucho trabajo por hacer. Estamos rasguñando la superficie y hay mucha experimentación, pero todavía falta la maduración de la tecnología”.

“La IA va a tocar todos los aspectos de nuestras vidas. Hace poco un experto hablaba del impacto de la IA en la biotecnología y como a través de ella estábamos generando corazones artificiales que estaban permitiendo entender bien el performance de un atleta y cómo mejorarlo. Los usos de IA van a abarcar todas las industrias y servicios”, agrega.

Pero, si bien hay muchos más procesos con IA que están siendo profundizados en Estados Unidos o Europa, en Latinoamérica existe un gran interés por invertir en ella, de acuerdo con el ejecutivo. Además, tecnologías como la nube y analítica de datos siguen siendo muy fuertes, ciberseguridad y la sustentabilidad dentro de las empresas.

Chile es uno de los países más avanzados en la región en capacidad de cómputo y estructura para la profundización de la IA. “Siempre se ha dicho que Chile es un buen lugar para experimentar. Las grandes empresas vienen a experimentar acá y ver cómo funcionan las cosas para después expandirlo en otros mercados. Chile tiene ventajas por los temas de estabilidad, certeza e inversión. Pero otros países, por los tamaños de la economía, generan un nivel de competencia importante como Brasil, México y Colombia”, puntualiza el ejecutivo.

Añade que todas estas tecnologías necesitan un reentrenamiento de los trabajadores para poder adaptarse a estas nuevas formas de trabajar. Lo que, lejos de ser un inconveniente, lo percibe como una oportunidad. “Las empresas deben ser flexibles, y entender la necesidad de cambios tecnológicos que cada vez son mas rápidos y ser capaces de adaptarse para poder atender las necesidades de sus clientes”.

Por ejemplo, TCS ha dispuesto una plataforma para sus colaboradores en IA generativa. Lo pueden hacer desde su dispositivo móvil y en cualquier momento. “La idea es que aprendan cuando quieran”, dice Wurmann.

Diversidad de pensamiento

Para el líder regional de la consultora, el éxito de TCS es impulsado por un equipo de trabajo proveniente de 152 países, que suman en total más de 607.000 colaboradores a escala mundial y 27.000 en Latinoamérica. El porcentaje de mujeres en plantilla es de más de 35% y en Chile el 51% de las posiciones de liderazgo son ejercidas por mujeres.

Sin embargo, la Unesco señala que la cifra general de mujeres en puestos de trabajo en STEM es sólo el 22% en los países del G20, mientras que la OCDE estima que para 2030, el 80% de los puestos de trabajo a nivel global serán en esta área.

Al respecto, TCS asegura que tiene programas con escuelas y universidades para incentivar a las mujeres a que se integren a estas carreras. “La tendencia es la correcta, pero hay mucho más por hacer. Todavía falta que esas mujeres empiecen a tomar más posiciones de liderazgo y también enfocarnos en diversidad de pensamiento, no sólo de equidad de género, ni sexual, sino gente que piense distinto, distintas miradas que traen beneficio y no hacerlo porque está de moda”, reflexiona.

El reto de retener talento

En la industria tecnológica hay escasez de talento y una alta demanda de recursos, dice Wurmann. Y esto se traduce en que las empresas tengan una carrera por atraer talento y lograr retenerlo.

“Hay que preocuparse de generar ambientes de trabajo acordes a los requerimientos de las nuevas generaciones. Hay que generar proyectos interesantes, desafiantes, que los motiven a seguir preparándose y estudiando. Y generar un equilibro entre la empresa y el asociado, que la empresa obtenga un beneficio, pero el asociado pueda aumentar su conocimiento y así lograr una carrera dentro de la organización. Vimos una rotación de personal muy alta durante la pandemia y ha ido disminuyendo, pero hay una competencia muy fuerte”, finaliza Wurmann.