La expansión estratégica en América Latina puede generar retornos significativos para aquellos inversores que aborden el mercado con una estrategia informada y un profundo conocimiento local.
América Latina se presenta como una frontera de oportunidades para inversores globales, impulsada por sus abundantes recursos naturales y una creciente adopción de tecnologías digitales. Sin embargo, para capitalizar plenamente este potencial, se requiere más que optimismo: es esencial una comprensión profunda de sus particularidades y una estrategia meticulosamente adaptada. Demasiados proyectos prometedores naufragan no por la escasez de oportunidades, sino por sucumbir a errores fácilmente prevenibles.
Al dirigir la mirada inversora hacia América Latina, cinco errores recurrentes merecen especial atención. El primero y fundamental es la errónea concepción de la región como un bloque homogéneo. La realidad es un mosaico de naciones, cada una con sus propios marcos regulatorios, fiscales y cambiarios. Lo que impulsa el éxito en México podría ser un obstáculo en Colombia o Chile. La senda hacia inversiones seguras y fructíferas comienza con un análisis detallado país por país, respaldado por la experiencia de asesores legales locales.
El segundo error, igualmente crítico, reside en la tentación de replicar modelos de negocio probados en otros contextos geográficos sin una “tropicalización” adecuada. El triunfo de una estrategia en Estados Unidos, Europa o incluso en otro país latinoamericano no garantiza su resonancia en el mercado objetivo específico. Las preferencias de los consumidores, los hábitos de compra y los canales de distribución exhiben una notable diversidad entre países y sectores. Insistir en un enfoque uniforme suele conducir a una desconexión con la realidad del mercado. Las empresas que prosperan son aquellas que invierten tiempo en escuchar, aprender y adaptar cada aspecto de su operación, desde la oferta de productos hasta la estrategia de comunicación.
El tercer error a evitar es la subestimación de la complejidad burocrática. Trámites administrativos prolongados, procesos fragmentados y una extensa documentación son elementos cotidianos en muchos países de la región. Los inversores que ingresan sin una preparación exhaustiva a menudo se enfrentan a demoras inesperadas. La agilidad para constituir una empresa en Chile contrasta con los meses que puede demandar el mismo proceso en Brasil. La clave para sortear estos obstáculos radica en comprender el terreno de juego y establecer alianzas estratégicas con socios locales que posean un conocimiento profundo de los entresijos legales y administrativos.
Un cuarto error que con frecuencia compromete las inversiones en América Latina es la selección de socios locales sin una rigurosa debida diligencia. En mercados intrincados, la colaboración local es un activo invaluable. Sin embargo, no todos los aliados potenciales son idóneos. En lugar de dejarse llevar por la conveniencia o la afinidad personal, es imperativo aplicar criterios de evaluación estrictos: reputación intachable, trayectoria comprobada, sólidas redes de influencia y una base financiera robusta. Una alianza mal concebida no solo obstaculiza el crecimiento, sino que puede poner en riesgo la totalidad de la operación. La debida diligencia es un paso innegociable para proteger la inversión.
Finalmente, un error que ningún inversor puede permitirse es ignorar la dinámica macroeconómica y la inestabilidad política inherente a la región. América Latina es un territorio de oportunidades, pero también de volatilidad. Factores como la inflación, las fluctuaciones cambiarias y los cambios regulatorios pueden reconfigurar el panorama económico en cuestión de meses. El dramático ejemplo de la inflación argentina en 2024 y la persistente volatilidad del real brasileño son recordatorios constantes de esta realidad. Navegar con éxito esta incertidumbre exige la implementación de estrategias de cobertura financiera sofisticadas, modelos operativos inherentemente flexibles y un monitoreo constante y proactivo del entorno político y económico.
A pesar de estos desafíos inherentes, la expansión estratégica en América Latina puede generar retornos significativos para aquellos inversores que aborden el mercado con una estrategia informada y un profundo conocimiento local. La clave para desbloquear este potencial radica en evitar estos cinco errores fundamentales al momento de invertir.
*La autora es Directora de Legal & Business de Albagli Zaliasnik (az)
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