Las organizaciones pueden utilizar las capacidades predictivas de la inteligencia artificial para impulsar sus metas de sostenibilidad y prepararse frente a riesgos futuros.
El 2024 podría marcar un punto de inflexión en la lucha contra el cambio climático. El ejercicio recién pasado no sólo se consagró como el más cálido de la historia, sino que fue, según el Servicio de Cambio Climático de Copernicus, “el primer año en que la temperatura media superó en 1,5°C el nivel preindustrial”.
Cabe recordar que ese fue el umbral fijado por el Acuerdo de París para limitar el calentamiento global y así evitar los peores efectos del cambio climático y preservar un planeta habitable. Sin embargo, el planeta ha cruzado este umbral antes de lo previsto, lo que subraya la urgencia de medidas más eficaces y sostenibles.
A medida que las consecuencias del cambio climático se hacen más evidentes, las empresas han reforzado sus compromisos en materia de sostenibilidad. Sin embargo, son pocas las que están recurriendo a soluciones tecnológicas avanzadas para acelerar estos esfuerzos.
La segunda edición del Barómetro Global de Sostenibilidad, estudio realizado por Kyndryl y Microsoft y que examina los roles que desempeñan la estrategia, los datos y la IA para alcanzar los objetivos de sostenibilidad, indica que solo un 21% de las empresas utiliza la tecnología para reducir su huella ambiental y dar forma a su estrategia general de sostenibilidad. Además, apenas un 19% ha implementado iniciativas concretas impulsadas por los datos, lo que revela una brecha entre la intención y la acción.
En ese contexto, la inteligencia artificial (IA) emerge como una herramienta clave para transformar los esfuerzos de sostenibilidad en impactos reales y medibles. Al analizar grandes volúmenes de datos, las soluciones de IA permiten identificar patrones ocultos, optimizar recursos, mejorar la eficiencia energética y gestionar riesgos climáticos con mayor precisión.
El Barómetro Global de Sostenibilidad también indica que, si bien un 55% de las organizaciones cree que la IA impactará de manera significativa sus metas de sostenibilidad, la mayoría aún no está aprovechando su potencial completo. Muchas empresas la están usando solo para monitorear y reportar avances, pero no para acciones proactivas. Por ejemplo, solo un 37% de las empresas usa IA para pronosticar las futuras necesidades energéticas en función de las tendencias actuales y apenas un 30% la emplea para anticipar y prepararse para desastres naturales.
El futuro de la IA depende de la IA predictiva
Las capacidades predictivas de la IA pueden ser un factor diferenciador en la lucha contra el cambio climático. Esta tecnología no sólo permite prever y mitigar los riesgos asociados a las emisiones de Alcance 3 – que corresponden a las emisiones indirectas que se producen en la cadena de valor de una compañía-, sino también puede ayudar a predecir con exactitud el consumo energético futuro, optimizar el uso de recursos naturales y mejorar la resiliencia ante fenómenos climáticos extremos.
La IA predictiva puede transformar múltiples aspectos de un programa de sostenibilidad. Por ejemplo:
- Segmentación de clientes basada en IA: Permite identificar distintos grupos de consumidores según sus preferencias medioambientales y comportamientos, ayudando a las empresas a diseñar estrategias de sostenibilidad personalizadas y potenciar su impacto en el mercado.
- Análisis de ciclo de vida: La IA puede evaluar el impacto medioambiental de diferentes materiales y componentes a lo largo de su vida útil, ayudando a las empresas a tomar decisiones más informadas sobre diseño de productos y elección de proveedores.
- Modelado predictivo de riesgos climáticos: Las empresas pueden anticipar los efectos del cambio climático en sus operaciones, desde eventos climáticos extremos hasta disrupciones en la cadena de suministro, lo que les permite mejorar su planificación y resiliencia.
Dado el acelerado avance del cambio climático, las organizaciones no pueden permitirse un enfoque reactivo. La inteligencia artificial predictiva permite a las empresas pasar de la observación a la acción, transformando los datos en estrategias concretas para mitigar el impacto ambiental y construir un futuro más sostenible.
En definitiva, el camino hacia la sostenibilidad no solo pasa por la voluntad de las organizaciones, sino también por su capacidad de incorporar tecnologías avanzadas para generar un impacto real. La IA es una de las herramientas más poderosas para lograrlo, y quienes la adopten estratégicamente estarán mejor preparados para los desafíos del futuro.
*La autora es Country Manager de Kyndryl Chile
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