La inteligencia artificial está transformando rápidamente el panorama laboral y con ella, emergen grandes oportunidades para las mujeres. Sin embargo, la brecha de género en la tecnología y la IA sigue siendo alarmante. Según un informe de la UNESCO de 2022, las mujeres representan solamente el 22% de la fuerza laboral en IA, lo que […]
La inteligencia artificial está transformando rápidamente el panorama laboral y con ella, emergen grandes oportunidades para las mujeres. Sin embargo, la brecha de género en la tecnología y la IA sigue siendo alarmante. Según un informe de la UNESCO de 2022, las mujeres representan solamente el 22% de la fuerza laboral en IA, lo que refuerza la desigualdad y los sesgos en el diseño de las tecnologías. Esta subrepresentación de mujeres en el campo de la inteligencia artificial no es una simple cuestión numérica, sino que tiene implicaciones directas en las decisiones tecnológicas y en las herramientas que afectan a la sociedad. Tal como evidencia el reporte “Género y derechos humanos en la era digital” de Amnistía Internacional, la falta de diversidad en los equipos de desarrollo de IA contribuye a la creación de sistemas sesgados, que pueden perjudicar a las mujeres y otras minorías en áreas clave como la selección de personal, los servicios de salud, el acceso al crédito e incluso el sistema judicial.
A pesar de este panorama desigual, la inteligencia artificial también ofrece una oportunidad única para que las mujeres lideren el futuro. A medida que las máquinas se encargan de tareas repetitivas y operativas, las habilidades humanas, como la creatividad, la empatía, y el liderazgo colaborativo, se vuelven cada vez más relevantes. Las mujeres, que históricamente han sido asociadas con estas habilidades, tienen una ventaja natural en este nuevo entorno laboral. En un mundo donde la automatización reemplaza trabajos rutinarios, la capacidad para resolver problemas complejos, tomar decisiones éticas y liderar con inclusión se vuelve esencial. Las mujeres tienen un potencial único para destacarse en estos aspectos, pues su habilidad para conectar emocionalmente y colaborar de manera efectiva será crucial en un mercado cada vez más automatizado y dependiente de la innovación humana.
Sectores como la ética en la inteligencia artificial, la ciberseguridad y la gobernanza de datos, que actualmente presentan una baja representación femenina, están experimentando un crecimiento acelerado. Estos campos no sólo son claves para el futuro de la IA, sino que también abren una puerta de oportunidad para que las mujeres asuman roles de liderazgo. La oportunidad está en nuestras manos: en la medida en que las mujeres se involucren y lideren estos campos, tendrán la capacidad de definir las reglas del juego, garantizando que la IA se desarrolle de manera más justa y equitativa para todos. Los beneficios son también económicos: de acuerdo a las Naciones Unidas, la exclusión de la mujer en el mundo digital ha impactado en cerca de un trillón de dólares en el PIB de los países de ingresos medios y bajos en los últimos 10 años; mientras que un estudio de McKinsey plantea que si la fuerza de trabajo fuese más pareja, podrían sumarse hasta 28 trillones de dólares al PIB mundial.
Para que más mujeres puedan asumir este rol transformador, es necesario un esfuerzo colectivo. Las empresas, gobiernos y organizaciones académicas deben trabajar juntos para crear más oportunidades de educación y formación en tecnología e inteligencia artificial para mujeres, desde la educación básica hasta la reconversión laboral. Por ejemplo, a través de iniciativas como la academia de innovación Her Global Impact, hemos formado y empoderando a mujeres profesionales y emprendedoras de toda Latinoamérica. Es esencial también visibilizar referentes femeninos en el sector, que sirvan de inspiración para las nuevas generaciones. Además, es necesario implementar procesos de selección inclusivos que no reproduzcan los sesgos de género y asegurarse de que las mujeres tengan las mismas oportunidades de ingresar y progresar en este campo.
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Las redes de mentoría y liderazgo femenino son fundamentales para el empoderamiento de más mujeres en tecnología. También las inversiones de inversionistas ángeles o privados como la Fundación Bill y Melinda Gates, que en los últimos años se ha caracterizado por destinar recursos a cerrar la brecha de género en tecnología y liderazgo Si más mujeres logran involucrarse activamente en el diseño y desarrollo de la inteligencia artificial, se asegurará que esta tecnología tenga un impacto positivo en toda la sociedad, reflejando nuestras necesidades y valores de manera inclusiva.
La inteligencia artificial tiene el poder de cambiar radicalmente el mercado laboral, pero para que sea inclusiva y justa, las mujeres deben estar presentes en su diseño y desarrollo. El momento de actuar es ahora: las mujeres tienen la oportunidad única de liderar la revolución tecnológica, no solamente participando en su creación, sino también ejecutando y construyendo un futuro más inclusivo, ético y representativo para todas y todos.
*La autora es socia y CEO de Singularity Chile
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