La gestión ESG en Chile necesita evolucionar con mayor rapidez para cumplir con los estándares globales y responder a la creciente presión de inversionistas y reguladores.
Hoy los criterios medioambientales, sociales y de gobernanza (ESG) viven tiempos difíciles, ante diferentes políticas que están surgiendo alrededor del mundo. A pesar de las distintas corrientes que están surgiendo, es importante que las empresas sigan poniendo foco en esto. En ese contexto, durante este año, hay tres desafíos clave que las compañías deberán observar para poder avanzar de forma correcta.
El primer gran reto estará en la identificación y gestión de riesgos ESG. Un estudio reciente de KPMG, reveló que, aunque más del 90% de las grandes empresas en Chile reporta su desempeño en sostenibilidad, existen grandes vacíos en la identificación de riesgos clave. Por ejemplo, solo 38% identifica riesgos sociales, lo que indica una falta de integración de aspectos como derechos laborales, impacto en comunidades y diversidad en sus estrategias ESG. Esto puede generar problemas reputacionales, pérdida de inversión y dificultades para retener talento. Para enfrentar este desafío, es fundamental que las empresas realicen un mapeo exhaustivo de riesgos, los cuales incluyan cada una de las métricas del ESG.
El segundo gran reto se relaciona con el aumento de la regulación. Un ejemplo es la reciente publicación por parte de la Comisión para el Mercado Financiero (CMF) de la Norma de Carácter General N°519, que actualizó la Norma 461 la cual, en 2021, había introducido requerimientos específicos para el reporte de sostenibilidad de las entidades supervisadas. La nueva normativa refuerza aún más las exigencias en torno a los criterios ESG. Las empresas deben revisar con cuidado las nuevas demandas, con especial foco en aquellos criterios que deben avanzar más. Este año será particularmente importante en ese sentido.
El tercer gran desafío se encuentra en la medición, que no está siendo realizada de forma efectiva por una parte importante de las empresas de nuestro país. Muestra de esto es el último estudio de Acción Empresas y Azerta, donde, a pesar de que 71% de los encuestados dijo que el desarrollo e implementación de una estrategia integral de sostenibilidad ha sido clave para construir una buena reputación en términos de ESG, solo un 41% señaló que la integración de indicadores ESG en los KPI corporativos también contribuye a este objetivo.
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Este desafío se acentúa porque muchas compañías no cuentan con métricas claras ni con herramientas de monitoreo correctas para evaluar estos riesgos de manera continua. En ese sentido, luego de establecer KPIs claros, la tecnología -como la inteligencia artificial, data analytics, blockchain, entre otras- representa una gran oportunidad para medir no solo de forma efectiva dónde se debe mejorar, sino que de manera continua.
Estos desafíos muestran que la gestión ESG en Chile necesita evolucionar con mayor rapidez para cumplir con los estándares globales y responder a la creciente presión de inversionistas y reguladores. Ante la importancia que tiene este tema para el crecimiento de todo negocio, las empresas en Chile no tienen tiempo que perder.
*La autora es Directora Legal & Business de Albagli Zaliasnik (az)
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