No existe total certeza de que una startup vaya a tener un éxito asegurado al internacionalizarse. Para Alejandra Winter, sin embargo, hay algunos factores que nos indican que la compañía está preparada para dar el salto.
Expandir un emprendimiento o startup hacia mercados internacionales es una decisión estratégica que requiere una detallada evaluación previa. No todos poseen las herramientas necesarias y aunque lo básico es ofrecer una propuesta de negocios disruptiva y escalable, tampoco este factor por sí solo es garantía de éxito.
¿Es posible contar con certezas, o al menos, bajas probabilidades de fracaso? Aunque no hay respuestas absolutas, sí existen factores que son útiles al momento de tomar esta importante decisión.
Lo primero a tener en cuenta es el proceso de investigación y análisis para conocer qué se puede vender y dónde. En esta fase debe investigarse si existe en el extranjero algún interés por tu producto o servicio. También es recomendable realizar estudios de mercado específicos para entender la demanda y la competencia en los nuevos destinos.
Otro factor importante es el rubro del negocio y su oferta, ya que cuando es capaz de resolver problemas que afectan a una gran cantidad de personas, ofrece un mayor potencial de escalabilidad. Por ejemplo, aquellos relacionados con innovación, tecnología, inteligencia artificial o cambio climático tienen mayor acogida porque responden a desafíos actuales.
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En paralelo, hay que revisar muy bien el aspecto financiero y chequear el estado de indicadores como el ajuste entre el producto y el mercado y la estabilidad financiera y operativa de la startup. También determinar si existe una demanda real para nuestro emprendimiento, y contar con fondos que permitan costear la expansión a través de permisos legales de funcionamiento, contratación de trabajadores locales, mayor stock de productos, logística, transporte, entre otros.
Además, otro elemento importante para saber si una startup está preparada, es la existencia de un plan que aborde el negocio en sí, pero también el aspecto comunicacional y el marketing. Podemos tener una muy buena propuesta, pero si no la damos a conocer y nos posicionamos como un actor a destacar dentro de la competencia, es difícil que los consumidores vean quiénes somos y en qué somos diferentes.
Hasta ahora, varios de los factores que hemos mencionado pertenecen al core de la startup, pero hay otros que son externos e igualmente importantes. Las capacitaciones y el apoyo de aceleradoras para concretar encuentros con inversionistas, emprendedores y expertos de la industria, permiten que las startups puedan acceder a las últimas tendencias y además, generar redes con actores claves en el desarrollo de los negocios en el extranjero. El propósito es acelerar su crecimiento en la escena internacional y minimizar los riesgos de ingresar a un nuevo mercado, para así ahorrar tiempo y recursos, y maximizar los beneficios.
Cualquier startup que desee expandirse a nuevos destinos requerirá de un proceso de introspección y análisis crítico de sus fortalezas y debilidades. Es la única manera de saber si ese proyecto en el que tanto confiamos, cuenta con herramientas reales de crecimiento o será necesario realizar ajustes para que la experiencia final resulte positiva.
* La autora es Directora de CIC Connect
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