En el ecosistema de emprendimiento, los hombres representan el 61,3% y las mujeres el 38,7%. Graciela Trincado analiza las razones detrás de esta diferencia y cómo superarla.
No podemos negar que Chile es un país con un espíritu emprendedor vibrante. Según estadísticas del Ministerio de Economía, contamos con más de 1,8 millones de emprendedores, siendo la mayoría microemprendedores. Sin embargo, en este ecosistema, los hombres representan el 61,3%, mientras que las mujeres el 38,7%. Una cifra que realmente da para pensar en muchos aspectos.
¿Cómo se vive ser mujer en un entorno donde los hombres son mayoría? Es la pregunta que muchas veces se plantean. En el mundo innovador y de las startups (emprendimientos con foco disruptivo y generalmente tecnológicas), la presencia femenina como cofundadoras o líderes es muy escasa, y este hecho merece ser examinado.
Existen múltiples factores que inciden en esta disparidad. En primer lugar, la baja participación de las mujeres en carreras STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas) es un obstáculo significativo y que pocas veces se aborda. Aunque se han realizado esfuerzos para corregir esta tendencia, los resultados aún tardarán en materializarse aunque ya se están viendo avances positivos.
En términos numéricos, y según cifras del ministerios de Educación y de la Mujer, si bien el 53% de las matrículas de Educación Superior corresponde a mujeres, sólo 1 de cada 4 matrículas de áreas STEM corresponde a ellas en 2018. Esta tendencia mejoró recientemente, en 2024, llegando al 30% de mujeres en dichas carreras.
Otro factor es la falta de modelos a seguir en el ámbito de la innovación empresarial. El promedio de mujeres en los directorios de las grandes empresas en los países de la OCDE es de 28%. Chile se ubica dentro del cuartil más bajo, con un promedio de 15,2%.
La ausencia de referentes femeninos inevitablemente puede afectar la percepción de las mujeres sobre sus propias capacidades para liderar startups. ¿Hay pocas mujeres porque no pueden? Es un cuestionamiento que puede surgir en ellas.
Ya existe evidencia que muestra que las empresas que cuentan con mayor cantidad de mujeres en sus directorios tienen mejor desempeño financiero y organizacional. A nivel económico, se han encontrado efectos positivos en una mayor rentabilidad (Adler, R. D. (2001)), menor volatilidad (Chananvat, A. & Ramsden, K. (2013)) y éxito en nuevos mercados (Ernst & Young (2019))
Otro factor a considerar —y no menos relevante— es que persiste una brecha de género en la corresponsabilidad de los cuidados (de hogar, de hijos, padres y personas con algún padecimiento), lo que puede truncar o ralentizar las carreras profesionales de las mujeres, especialmente en sectores como la innovación y el emprendimiento.
Si lo traspasamos a cifras, en Chile, las mujeres destinan en promedio tres horas más que los hombres diariamente a realizar labores domésticas y/o de cuidados. Esta brecha es mayor durante los días de semana; no obstante, también sucede durante los fines de semana. Por esa razón, la gran mayoría de las mujeres se ve con una sobrecarga de trabajo, a pesar de que destinan menos tiempo que los hombres a labores remuneradas (ENUT, 2015).
¿Qué hacemos entonces?
Es crucial que actuemos para cambiar esta realidad. Es necesario promover una cultura desde la educación primaria que fomente la igualdad de género y dé visibilidad a mujeres referentes en el mundo empresarial. También debemos trabajar para fomentar una corresponsabilidad equitativa en los cuidados, lo que permitirá que más mujeres desplieguen su potencial en el ámbito laboral.
En el Día Internacional de la Mujer, propongo que sea un día de reflexión y acción. Insto a todos a identificar espacios de transformación en nuestros ámbitos de influencia y aportar para acelerar el avance hacia la igualdad de género en el emprendimiento y el liderazgo empresarial en Chile.
Es hora de que la sociedad en su conjunto tome medidas concretas para promover la participación femenina en el mundo emprendedor. Mientras tanto, como mujeres emprendedoras, continuaremos desafiando los obstáculos y construyendo un futuro más inclusivo y equitativo para todos.
*La autora es CEO de Codify Analytics
