El diseño de robots genera distintas versiones sobre lo que nos depararía el futuro

Casi todos en el mundo de la tecnología hablan en estos días de ChatGPT, un chatbot ultra inteligente que entre otras cosas puede contestar casi cualquier pregunta, escribir historias, dar consejos de vida, e incluso redactar poemas y programar código.

El producto ha cruzado la barrera del millón de suscriptores solo una semana después de su lanzamiento, un nuevo récord que superó a empresas como Netflix (41 meses), Facebook (10 meses), e Instagram (2,5 meses). Detrás de este anuncio estuvo Open AI, un instituto de investigación que se centra en el estudio aplicado de la inteligencia artificial, y que fue fundado en 2015 por Elon Musk (el hombre del momento por su compra de Twitter), y varias otras personas de la industria tecnológica. Esta no es la primera vez que Elon Musk anuncia un nuevo robot o aplicación de inteligencia artificial (IA). El anuncio del “Tesla bot” el segundo semestre de 2021, catapultó también a la IA a las noticias internacionales.

Y es que este tipo de noticias generan variadas visiones sobre lo que nos depararía el futuro. Algunos expertos han catalogado este tipo de anuncios como un indicio del comienzo de una nueva era o un indicador de que vamos hacia el punto de la “Singularidad”, tal como lo define Ray Kurzweil. Otros (generalmente ingenieros que trabajan en estos proyectos) simplemente tratan el diseño de robots como una serie de problemas a resolver, sin examinar el impacto que tendrían en la sociedad. Un tercer grupo minimiza lo que se está creando, criticando los anuncios como un “prototipo perpetuo” que realmente nunca será útil.

El miedo es una emoción que también aparece transversalmente, con artículos que mencionan la llegada de un apocalipsis al ser el trabajo humano reemplazado por robots. Y es que los seres humanos siempre nos hemos preocupado (y a menudo con razón) de que la tecnología nos quite el sustento, con casos que se reportan desde el siglo XIX en adelante. Elon Musk sin embargo parece más tranquilo, con declaraciones del tipo “millones de robots liberarán a los humanos del trabajo, para lograr una vida de ocio” o que “la IA hará que los trabajos sean irrelevantes”. Sin embargo, esa no parece ser la tendencia. Hoy tenemos mucha más tecnología de la que tenían nuestros padres y abuelos, ¿Cuánto más tiempo de ocio tenemos realmente de lo que ellos tenían?

No creo que nos debamos preocupar en el corto plazo por un apocalipsis laboral masivo impulsado por robots, pero tampoco olvidar los trabajos que silenciosamente están desapareciendo en áreas como el retail, la banca, el transporte, y otras industrias. Empleadores y gobiernos deben invertir en capacitación para que los trabajadores puedan conseguir nuevos empleos, y mantenerse por delante de los robots.

Los robots y el software no quitan trabajos, esa sigue siendo finalmente una decisión humana. Es una decisión humana si la tecnología nos reemplaza o nos complementa, y si un trabajo desaparece o se termina reemplazando por uno mejor.

*El autor es director ejecutivo de Coding Dojo en Latinoamérica.

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