Las empresas con el ADN de sostenibilidad más fuerte superan a sus pares en rentabilidad


Los miembros de los directorios son los guardianes del propósito de la empresa, la razón de su existencia. Su papel se ha vuelto más complejo en los últimos años, ya que la demanda de que las organizaciones reconozcan su responsabilidad social ha crecido hasta abarcar un impacto económico, social y medioambiental más amplio.

¿Cómo pueden las empresas equilibrar lo que hacen por sus accionistas y lo que hacen por sus empleados, clientes y otras partes interesadas? En un extremo, los líderes podrían considerar que se trata de un juego de “suma cero”, creyendo que el propósito y el beneficio están fundamentalmente enfrentados.

Sin embargo, las nuevas pruebas demuestran que el vínculo entre la sostenibilidad y el rendimiento financiero sigue reforzándose, ya que la sostenibilidad se convierte en una poderosa fuente de ventaja competitiva. Para desbloquear esta ventaja, los equipos de dirección deben establecer relaciones más sólidas con los stakeholders en el núcleo de sus organizaciones.

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Un reciente informe de Accenture concluye que el primer objetivo debe estar en alinear al liderazgo y toda la empresa en torno a la sustentabilidad. De acuerdo con nuestro análisis, cuando los ejecutivos y los empleados están fuertemente alineados en el desempeño de la sostenibilidad, las empresas crecen un 13% más rápido que sus competidores, en promedio.

La priorización está en el centro del desafío. El 73% de los equipos directivos reconoce que la sostenibilidad es un imperativo empresarial. Otras partes interesadas influyentes —desde el 71% de los consumidores hasta el 64% de las comunidades locales— están aumentando las actividades relacionadas con la sostenibilidad.

Sin embargo, la sostenibilidad sigue siendo una prioridad de segundo nivel para gran parte de las compañías: cuando se ven obligados a elegir, nuestra investigación sugiere que los ejecutivos siguen centrándose en preocupaciones más tradicionales, en lugar de dar prioridad a la sostenibilidad.

En total, 58% de los directivos cree que operar de forma más sostenible implica un compromiso con el crecimiento. Esto tiene un efecto dominó: la falta de prioridad conduce a una falta de integración, ya que sólo 25% de las organizaciones ha implementado los objetivos de sostenibilidad de forma sistemática en toda su organización.

La falta de integración lleva a que el 43% de las empresas no consiga que la retórica sobre los objetivos de sustentabilidad se corresponda con los resultados y menos de la mitad de las partes interesadas encuestadas creen que los equipos de dirección “cumplen lo que dicen” en materia de sostenibilidad.

Los datos son claros: los equipos directivos que quieran ser competitivos en el mercado deben desarrollar relaciones sólidas con las partes interesadas y cultivar un sentido de propiedad compartida para impulsar el cambio en sus organizaciones. ¿Cómo pueden el directorio y el equipo ejecutivo trabajar juntos para recalibrar la estrategia empresarial y los modelos de gobernanza de ayer para abordar con urgencia las necesidades cambiantes de hoy?

La clave es crear un “ADN de sostenibilidad” sólido que incorpore el enfoque centrado en las partes interesadas en el núcleo de la cultura de la organización. De esta forma, las empresas pueden alinear su doble objetivo de generar resultados para los accionistas y todas las partes interesadas.

Nuestro análisis revela que las empresas con el ADN de sostenibilidad más fuerte superan a sus pares en un 21% en términos de rentabilidad y de impacto ambiental y social positivo.

Tres sencillos pasos permitirán a los equipos ejecutivos adoptar el cambio fundamental que supone convertirse en una empresa verdaderamente sostenible.

Primero, diagnosticar. Comprender la fuerza del ADN de sostenibilidad de la empresa. Disponer de los datos adecuados desde diversas perspectivas es fundamental para saber por dónde empezar.

Luego, definir. Identificar las intervenciones clave para impulsar la alineación de las partes interesadas para lograr sus objetivos: ¿qué debe cambiar y dónde centrar los esfuerzos?

Finalmente, desarrollar. Construir una hoja de ruta con métricas y KPIs claros para el crecimiento sostenible, para equilibrar el valor y el impacto, iterando sobre la marcha.

Aprovechar estos pasos proporcionará la base para que los consejos de administración, los directores generales y los equipos ejecutivos refuercen su ADN de sostenibilidad.

*El autor es el Presidente Ejecutivo de Accenture Chile

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