Aún tenemos temas pendientes en relación a políticas públicas y legislación sobre ciberseguridad.

Por Ramón Molina y Francisca Yáñez

En estos tiempos de cambios y avances, van apareciendo nuevas oportunidades y desafíos en todas las direcciones. El mundo enfrenta problemáticas de salud, quiebre de sistemas democráticos y conflictos de alta complejidad, donde la seguridad, tanto física como digital, cobra gran relevancia.

En este contexto, la ciberseguridad se transformó rápidamente en un asunto crítico, y la importancia de proteger nuestros datos en una sociedad cada vez más digitalizada se impuso ante cualquier otro pronóstico. Más aún cuando nos involucra a todas y todos, tanto sector público como privado.

Hoy, cada ciudadano puede ser víctima del cibercrimen. Es por esto que debemos ser estratégicos contra los delitos en línea, pues este escenario nos podría afectar no solo de manera personal, sino que también en lo laboral, extrapolándose a todos los ámbitos de nuestra existencia.

Vasu Jakkal, vicepresidenta corporativa de Seguridad, Cumplimiento, Identidad y Privacidad de Microsoft, ha señalado que a nivel mundial un 33% de los ciberataques están dirigidos contra las pymes, mientras que, tristemente, un 61% no logra recuperarse después de dichos episodios.

Por otro lado, la protección de nuestra privacidad e identidad en línea también se ven afectadas. Por ejemplo, si tomamos en cuenta que los ataques comienzan simplemente con la descarga de un correo maliciosamente enviado, el phishing (o robo de identidad online) aumentó en un 667%, según cifras destacadas por Jakkal. Esto, sumado a que cada día son más de 50 millones los ataques registrados a nuestras contraseñas digitales.

Estas cifras alarmantes ratifican a la ciberseguridad como una de nuestras actuales batallas. En esta época de innovación digital, la adaptación y resiliencia van de la mano de cada uno de nosotros, como también de las pequeñas y grandes empresas. La combinación de tecnologías como la nube o sistemas multi-plataformas nos ayuda a mantener la información ordenada y compartida, siendo fundamental para el funcionamiento de una empresa o emprendimiento.

En Chile aún tenemos grandes temas pendientes en relación a políticas públicas y legislación para hacer frente a la ciberseguridad. La experiencia demuestra que la colaboración público-privada es crítica para el éxito en la prevención, detección y lucha contra el cibercrimen.

Nuestro compromiso como Comité Asesor por la Ruta de la Ciberseguridad Nacional, que pusimos en marcha días atrás, es actuar con rapidez y determinación. El comité nace de la imperiosa necesidad de discutir la importancia de la protección de datos y reúne a representantes de distintos sectores, incluyendo empresas, la academia, la sociedad civil, además de gremios, junto al sector público.

Estamos convencidos de que este Comité Asesor dará pasos firmes en el camino de la prevención, contribuyendo con un diagnóstico, proponiendo estrategias, ideas y acciones para hacer frente a este desafío por un Chile más robusto en su digitalización, más seguro y así lograr que se ubique dentro de las naciones más confiables del mundo, acercándose a un alto nivel de competitividad global.

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Ramón Molina es director ejecutivo del Centro de Innovación UC Anacleto Angelini y Francisca Yáñez es directora de Innovación y Tecnología de Microsoft Chile.
Ambos integran el Comité Asesor por la Ruta de la Ciberseguridad Nacional.
Las opiniones expresadas son solo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes Chile