El Ministerio de Economía dice que las empresas en Chile congregan a más de 10 millones de personas
Siempre se ha entendido que las empresas son organizaciones de recursos humanos, económicos y tecnológicos, cuyo fin, entre otros, es proveer productos, servicios y soluciones. Pero también somos personas que trabajamos para personas y esto requiere de un ejercicio muy importante, que es escuchar.
Debemos encontrar y entender lo que buscan las personas, ya sean consumidores, trabajadores, o comunidades, u otros actores. Nuestro trabajo consiste en aprender a conocer lo que les gusta y lo que no, lo que creen, lo que sienten, lo que necesitan o lo que les aqueja.
Las empresas no son entidades suprahumanas que flotan en el éter como entes magnánimos al ser humano o como leviatanes sino que, por el contrario, son organizaciones de personas completamente terrenales, comunes y corrientes, que diariamente, despliegan miles de acciones que por mínimas que sean buscan crear o mejorar productos y servicios para las personas.
Para ello, deben competir y adaptarse en el menor tiempo posible, de manera de convertirse en una opción atractiva para las personas, tomar riesgos, identificar oportunidades de mejora y aplicarlas, cometer errores y partir nuevamente. Todo esto, para seguir existiendo.
Según datos del Ministerio de Economía, las empresas en Chile, entre micro, pequeña-mediana y grandes, congregan a más de 10 millones de personas, tanto de manera directa -sus trabajadores-, como indirecta, es decir considerando contratistas o proveedores. Esto representa la organización social y de personas más grande de Chile, una que no está disgregada ni separada del país, sino que, por el contrario, está íntimamente arraigada en él, porque quienes participan de ella, también lo constituyen.
Así, y en el entendido que la gran mayoría de los habitantes de Chile están o se relacionan con las empresas, en cualquiera de sus formas, surge una tremenda oportunidad para que las compañías puedan generar un impacto positivo en la sociedad.
Y este impacto puede ser rápido, a través de mejores productos y servicios o bien mediante proyectos de sostenibilidad, empleabilidad, educación, medioambiente o diversidad e inclusión, entre otras. Esto, de cara a encontrar soluciones conjuntas a los grandes desafíos que tenemos como país y a nivel mundial, como el cambio climático o la reducción de la desigualdad, entre otras.
Ahora, para que las empresas puedan activar esta máquina virtuosa de manera ágil, tenemos que reforzar uno de nuestros deberes más importantes, que es escuchar. Escucharnos entre nosotros como compañías, pero también hacía afuera, para precisamente entender qué es lo que las personas quieren y necesitan.
En Cervecería AB InBev, litigamos diariamente contra los desafíos del cambio climático, valoramos la inclusión y la diversidad y nos pusimos como objetivo concreto y medible que nuestra organización brinde oportunidades para todos. Sabemos que, si así lo hacemos, y que, si en el camino también logramos que otras se sumen, lo estamos haciendo por Chile y por un futuro con más motivos para brindar.
*El autor es director Legal, Asuntos Corporativos y Compliance de Cervecería AB InBev Chile
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