Crear videos y personajes a través de texto e imágenes que permiten contar una historia, simplificando procesos e implementando inteligencia artificial. El unicornio Runway busca democratizar el cine en cualquier parte del mundo.
Una escena de 2 minutos y 15 segundos en la que dos piedras hablan -sólo a través de texto- en la cumbre de una montaña, y que fue una de las más significativas en el largometraje “Everything Everywhere All at Once”, ganadora del Óscar “Mejor Película” en 2023, fue hecha con la app Runway, que convierte textos e imágenes en videos, a través de inteligencia artificial (IA). Dos chilenos y un griego están detrás de esta startup que ya es unicornio y está valorizada actualmente en 1.500 millones de dólares.
Todo inició en el 2016, cuando Alejandro Matamala-Ortiz, Cristóbal Valenzuela y Anastasis Germanidis se conocieron en un máster de la Escuela de Arte de la Universidad de New York (NYU), donde el concepto era explorar las nuevas tecnologías para procesos creativos, entre ellas, la inteligencia artificial.
“Cuando nos graduamos, en 2018, la universidad nos ofrece un puesto de investigación para continuar explorando como integrar IA en los procesos. Ahí fue donde desarrollamos la primera versión de Runway, que era una herramienta orientada a creativos que ocupaban código como una herramienta en sus procesos creativos, hasta que empezamos a poner el foco en imágenes y videos, especialmente en la generación de contenido ocupando modelos generativos”, detalla Alejandro Matamala en conversación con Forbes Chile.
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A seis años de eso, Runway ya es una empresa unicornio, con millones de usuarios alrededor del mundo, cerca de 100 personas trabajando en ella y oficinas en New York, San Francisco y Londres. “Fuimos los primeros en traer un modelo de generación de video ocupando texto, imagen o video como input inicial. Vamos en la tercera generación de ese modelo y somos líderes en generación de contenido en el área audiovisual”, dice Matamala.
HACER CINE COMO ALGO ACCESIBLE
Matamala estudió cine durante un año en Chile. Pero la idea de crear una película en el país le parecía arriesgada y complicada, sobre todo por la falta de recursos para poder desarrollarla. Así que decidió dejarla y estudiar publicidad y diseño. De esa experiencia se fue gestando Runway.
“En el país hay talento e historias, pero lograr hacer una película y tener feedback de 3 a 5 años para visualizarla, era un poco complicado desde allá. La idea de la empresa era cómo ofrecemos herramientas que puedan entregarle este tipo de recursos a gente que quiera contar historias en cualquier parte del mundo y que puedan, eventualmente, desarrollar una película con personajes, voces, efectos especiales, que sea de fácil acceso y que permita iterar rápidamente”, relata.
De hecho, la idea de crear una película de dos horas sólo con Runway ya no es una fantasía. Matamala ha hablado con usuarios que ya lo están haciendo y han logrado concretar alianzas con grandes estudios de Hollywood como Lionsgate, Getty Images, agencias de publicidad y empresas de tecnología, con las que están trabajando.
“Ahora recuerdo a ese joven de 19 años que quería estudiar cine y lo veía complicado; hoy siento orgullo de poder ayudar a esos otros jóvenes que están estudiando cine y que tienen más herramientas para poder comunicar lo que tienen en mente sin levantar grandes fondos. Lo veo como una manera de democratizar la manera en la que contamos historias. Hay muy buenas historias en el mundo que aún no hemos visto y nosotros facilitamos que sean desarrolladas”, dice el emprendedor.
Matamala considera que crear Runway desde Chile hubiese sido una tarea difícil, no por el lado del talento necesario, sino por el acceso a capital de riesgo. “Creo que el talento existe, pero en el 2018, cuando partimos, recibimos varios ‘no’ de inversionistas que nos decían que la IA generativa no iba a funcionar, que no era más que un juego, que no lo veían creciendo. Nos pasó incluso en Estados Unidos, hasta que encontramos buenos partners que creyeran en nosotros”.
Tres estudiantes migrantes comenzaron esta idea desde cero y lograron levantar más de 200 millones de dólares en rondas de inversión en series A y B.

¿CÓMO FUNCIONA?
Runway es una aplicación web que también se puede descargar en iOS. Luego de crearse una cuenta, el usuario tiene créditos de generación limitados si eligen la versión gratuita y, a medida que va necesitando generar más contenido, se requiere las versiones pagas. Se pueden generar videos, imágenes, audio, y personajes.
“Tenemos más de 40 herramientas para diferentes propósitos: generar contenido desde cero, a través de texto donde describo la escena; crear un video ocupando una imagen generada o una foto que la puedo animar y convertirlos en muchos frames; transformar un video desde uno ya existente si le quiero cambiar estilo o agregar capas de efectos especiales. Por ejemplo, grabo una casa y le pido a la herramienta que se enfoque en ella y que explote; cambiar tonalidades y colores; segmentar para poder introducir layers y generar diferentes efectos”, detalla.
MÁS Y MEJORES PELÍCULAS ¿CON O SIN ACTORES HUMANOS?
Esta herramienta está siendo usada por freelancers, creativos, estudios de producción en Hollywood, equipos visuales de artistas como Madonna, que en su más reciente tour proyectó imágenes creadas con esta app… Pero ¿ sería posible pensar en el cine sin actores de carne y hueso?
Matamala cree que habrá muchas más y mejores películas, y que se seguirán necesitando actores humanos. “Hollywood va a ser capaz de generar más películas a menor costo, optimizar ciertos procesos que anteriormente eran muy costosos o tediosos, como hacer una escena donde hay un helicóptero cayéndose al mar incendiado. Esa es una escena que requiere de muchos profesionales en el área de efectos especiales, coordinación, equipos, y todo eso se puede generar entregando texto o una imagen. Hay muchas cosas de ambiente, de escenografía, que antiguamente se tenían que construir, y ahora se pueden generar con IA y reducir mucho los costos”, señala.
En una de las herramientas que Runway lanzó hace un mes, Act One, el input es un actor que actúa, se expresa y transfiere sus movimientos a un nuevo personaje generado, que es el resultado final en pantalla. “Creo que la necesidad de gente que sepa actuar, moverse, el performance, va a ser aún necesaria. Hace poco publicamos un cortometraje donde hay dos personas que parecieran reales, de carne y hueso, pero no lo son, y la manera cómo actuan es conducida por un actor que se grabo a sí mismo con una webcam“, especifica el cofundador.
UNA EMPRESA DE ENTRETENIMIENTO MÁS QUE DE IA
Runway es una empresa de arte, de entretenimiento. Así lo deja claro Matamala, quien aclara que no se considera una empresa de IA. “Nuestros casos de usos son cómo facilitar el proceso de generación de historias para diferentes tipos de creadores, empresas y creativos”.
“Nuestro objetivo no es crear una mejor tecnología, ni profundizar en ser el modelo más performativo. Nuestro objetivo es facilitar. Usamos la tecnología como un motor para poder hacer estos tipos de productos, pero somos una empresa de arte, entretenimiento, más que una empresa de IA”, puntualiza.
EL DESAFÍO: CONTROLABILIDAD
A corto plazo, el desafío de Runway es ofrecer mayor controlabilidad a sus usuarios. Actualmente hay otras empresas que están desarrollando proyectos similares, pero Matamala señala que su enfoque, al trabajar con Hollywood y grandes agencias de publicidad, es que puedan crear justo lo que idearon y necesitan, con exactitud.
A largo plazo, quieren aportar a la tecnología. Trabajan en una iniciativa para investigar y desarrollar modelos “general world models“, que son capaces de simular el mundo por completo. “Ya no solamente generamos videos a nivel de píxeles, ya no solamente sintetizamos imagen para que se vea como algo real, sino que tenemos que entender cómo esta imagen o mundo funciona con diferentes inputs. Hay que entender física, como las cosas se mueven y se comportan cuando están juntas”, dice Matamala.
Se trata de un proyecto ambicioso que ha funcionado y que ha crecido exponencialmente en una industria que, al igual que la mayoría, ha decidido incorporar y aprovechar el potencial de la IA.

