Con el impulso de su joint venture con Latam, Delta continúa su viaje para reinventar su operación en América Latina. Según Alex Antilla, su vicepresidente para América Latina, la alianza busca dar más y mejores opciones a los clientes. Para el ejecutivo, la región incrementará de forma destacada su demanda en los próximos años.
Tras el joint venture con Latam, hace menos de dos años Alex Antilla se trasladó con su familia de Estados Unidos a Chile. Y es que siempre que la aerolínea estadounidense establece una alianza con otra compañía internacional, el equipo que lidera la operación se muda al hogar de su socio. “Al comienzo de la alianza nos trasladamos y lo hicimos porque la filosofía de Delta es querer estar donde está nuestro socio en la región. Tengo un colega que estos días está en París por nuestra alianza con Air France y otro que está en Seúl debido a nuestra asociación con Korean Air. Por eso Santiago es tan crucial para nosotros”, comenta el vicepresidente regional de Delta.
Y en el tiempo que lleva en Chile el interés de Antilla por la región no ha dejado de crecer. El ejecutivo asegura estar entusiasmado con la oportunidad y el potencial que supone hoy América Latina para la aerolínea, que antes de sumar fuerzas con Latam ocupaba el cuarto lugar en el mercado de los vuelos entre América del Norte y Sudamérica.
“Siempre hemos tenido una presencia muy fuerte en México, el Caribe y Centroamérica, pero Sudamérica era un punto débil para nosotros en términos de participación de mercado. Por eso queríamos iniciar una asociación con Latam”, detalla el vicepresidente para América Latina de Delta, que hoy lidera el mercado junto a la aerolínea de origen chileno-brasileño y ofrece alrededor de 16 vuelos diarios en América del Sur.
El ejecutivo es un convencido de que va a haber mucha más demanda a futuro en América Latina, una región que todavía viaja y gasta menos en viajes que otras como Europa o Estados Unidos. De hecho, según el estudio “Global Market Forecast” de Airbus, el tráfico de pasajeros de América Latina se duplicará en las próximas décadas y pasará de 0,44 viajes al año a 0,87. “Sabemos que viene crecimiento por delante y es muy emocionante. Recién estamos comenzando aquí con Latam”, confiesa el ejecutivo.
Hasta ahora, la suma de fuerzas -con la que buscan aumentar la conectividad y experiencia de viaje entre Estados Unidos y el continente suramericano- se ha traducido en un incremento del 75% de asientos de la aerolínea y el lanzamiento de siete nuevas rutas y más vuelos entre rutas que ya cubría la aerolínea de Estados Unidos.
Entre las novedades están los vuelos Sao Paulo-Los Ángeles, Orlando-Bogotá y Lima-Atlanta. “Se trata de ofrecer nuevas y mejores opciones a los viajeros”, dice el ejecutivo.
Actualmente, juntos ofrecen más de 100 destinos en Sudamérica y 200 en Norteamérica y el plan de las aerolíneas es seguir ofreciendo más frecuencias y rutas y mayores beneficios. Entre sus planes figura el lanzamiento de un segundo vuelo diario entre Santiago y Atlanta, durante el periodo estival de diciembre-enero.
El ejecutivo explica que unirse con Latam Airlines tenía todo el sentido, no solo por la posición en el mercado de la compañía sino también por las culturas corporativas complementarias. Y su apuesta conjunta es ofrecer una experiencia de cliente sólida.
Para Antilla, parte de la propuesta de valor de Delta y Latam está en sus aviones, el acceso a los beneficios de fidelidad, las salas VIP de ambas aerolíneas en Estados Unidos y América del Sur y el servicio de a bordo, entre otras cosas. “Acabamos de implementar una nueva conexión de wifi rápida y gratuita en Estados Unidos y ha llegado el momento de implementar el wifi en el resto de nuestra red. Estamos compartiendo las mejores prácticas”, dice el ejecutivo.
En su cabina Delta One -una de experiencias que ofrece en sus vuelos- la compañía ofrece acceso a salas VIP, embarque prioritario, selección de asientos y la posibilidad de facturar dos maletas por pasajero sin costo adicional, menús diseñados junto a chefs y nutricionistas y vinos premium.

El vicepresidente para América Latina de Delta resalta que sus clientes justamente escogen a la compañía por su propuesta de valor y explica que tras la pandemia han observado una tendencia entre sus pasajeros a escoger sus productos premium.
Sus paquetes económicos básicos, por el contrario, no son tan demandados. “Ofrecemos un producto económico para competir con las aerolíneas low cost pero lo curioso es que no vemos a muchas personas comprando. Los clientes intentan comprar los productos premium porque les gusta el valor que tienen a ese precio”, cuenta Antilla, quien asegura que la competencia de las low cost es válida y es una de las razones por las que han tenido éxito en todo el mundo.
Demanda en ascenso
Tras el golpe que supuso la pandemia a la industria aerocomercial el tráfico global se ido recuperando y cerró el año alcanzando el 94,1% del nivel del 2019, según la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA). En el caso de América Latina, no obstante, el tráfico creció un 17% el año pasado -y fue menor al de otras regiones- pero podría repuntar con fuerza este año. Solo en febrero, el aumento de la demanda fue del 21%, con un incremento de la capacidad de las aerolíneas del 18,6% frente al año anterior y un factor de ocupación cercano al 84,2%, según la IATA
En el caso de Delta -cuyo factor de ocupación fue del 85% el año pasado- Alex Antilla asegura que se está viendo una destacada recuperación de la demanda y el año no podría haber empezado mejor.
En lo que respecta al tráfico corporativo -al que le costó más remontar tras la pandemia- Antilla afirma que se está dando un rebote realmente fuerte. “Hemos visto un aumento reciente”, cuenta el ejecutivo, quien añade que el pasajero que viaja por placer compensó cualquier debilidad que pudo tener la demanda corporativa y está optando por comprar productos premium. “El viajero corporativo además está extendiendo sus viajes más allá de los negocios”, cuenta el vicepresidente para América Latina de Delta.
Una reciente encuesta corporativa de la aerolínea, por otro lado, indica que el 90% de las empresas esperan que su volumen de viajes de negocios aumente o se mantenga a partir de junio.
Antilla empezó a trabajar en la industria aerocomercial en 2006 y eligió desarrollar toda su carrera profesional en esta porque el trabajo en las aerolíneas es emocionante y divertido. “¿Por qué debería dejar un lugar de trabajo que me mantiene motivado y alerta? Este trabajo me obliga a ser creativo y es muy dinámico”, confiesa el ejecutivo.
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Inicio del año con viento a favor
Al cierre de esta edición, Delta Airlines compartió los resultados financieros del primer trimestre, en el que obtuvo ingresos récord. De enero a marzo, la compañía incrementó sus ingresos operativos un 6% frente al mismo periodo del año anterior, alcanzando los 12.600 millones de dólares, y sus ingresos netos fueron de 288 millones de dólares, un 72% mayores a los de enero a marzo del 2023. Según aseguró su CEO, Ed Bastian, a Yahoo Finance, la compañía registró en el primer trimestre los 11 días más altos de ventas de su historia, lo que es un fuerte indicador de que las temporadas de primavera y verano serán muy saludables para los viajes.
En el caso de los viajes internacionales, los ingresos por pasajeros crecieron un 12% frente al mismo trimestre del 2023.

Industria más sostenible
La migración hacia un modelo sostenible, que reduzca las emisiones, es uno de los mayores desafíos de la industria aeronáutica, que en los últimos años ha multiplicado sus esfuerzos en esta apuesta. Alex Antilla explica que Delta en el corto plazo está apostando, por un lado, por llevar a cabo medidas como reducir la cantidad de agua que utiliza, y los deshechos de sus vuelos, y por otro, invirtiendo en una flota de aviones de nueva generación, con un consumo de combustible mucho más eficiente.
“Estos dos primeros pasos son fundamentales antes de llegar al más grande, que es ayudar a nuestra industria en la búsqueda de obtener combustible de aviación más sostenible, que es el verdadero diferenciador en el camino de ser una industria neto 0”, dice Antilla.
La compañía es parte de la coalición Minnesota Sustainable Aviation Hub, que busca escalar el combustible de aviación sostenible (SAF) en la aviación comercial, para que esta pueda ser carbono neutral para 2050.
