El estudio presentado se basa en más de veinte años de información hidrológica de la región y busca restablecer el área y el flujo de agua a la condición natural que tendrían si Pascua no estuviera.

Tras un diálogo con la comunidad de Alto del Carmen (comuna al norte de Chile), la minera Barrick Chile presentó una Evaluación de Impacto Ambiental (EIA) al Servicio de Evaluación Ambiental, en un paso para completar el cierre del proyecto Pascua en Chile, que contempla una inversión de 136 millones de dólares.

“Desde 2019, Barrick ha emprendido una transformación global. En Chile, aprendimos del pasado, y un nuevo equipo viene trabajando en el cierre de Pascua durante los últimos tres años. Con la presentación de este EIA, sumamos una hoja de ruta clara para restablecer el área a condiciones naturales y cumplimos con la obligación de modificar el cierre, proponiendo además la participación de la comunidad en todas sus etapas”, dijo Mark Bristow, CEO y presidente de Barrick.

El estudio presentado se basa en más de veinte años de información hidrológica de la región y busca restablecer el área y el flujo de agua a la condición natural que tendrían si Pascua no estuviera. En etapas, propone eliminar toda la infraestructura remanente, monitorear la calidad del agua con la participación de vecinos y autoridades, manteniendo la planta de tratamiento como respaldo hasta lograr los parámetros de calidad del agua esperados.

“La caracterización del EIA no identificó impactos significativos en el agua, pero reconoce la preocupación legítima de la comunidad y anticipa medidas de transparencia como monitoreo ambiental participativo, mesas de trabajo colaborativas y una extensa consulta indígena para escuchar, dialogar abiertamente e informar a la comunidad de manera oportuna”, informaron a través de un comunicado.

Una vez completado, la inversión total en este proyecto de cierre se estima en aproximadamente 136 millones de dólares durante un período de casi 10 años, un proceso que incluye permisos, construcción y monitoreo ambiental con las comunidades, todo bajo la supervisión y aprobación de las autoridades.

Desde la empresa señalan que el proyecto Pascua inició su construcción en 2009 y se paralizó en 2013 sin haber extraído oro y con sólo un 13% de la superficie que ocuparía el rajo y 1% del depósito de estériles. Por eso es necesario adecuar el plan de cierre.

“Como compartí con la gente de Alto del Carmen, buscamos que este cierre sea participativo, asegurándonos que será respetuoso de su calidad de vida y el medio ambiente. A la vez, creemos en la importancia que este depósito tiene para Chile, la comunidad y la empresa. Es crucial avanzar con el mandato de cierre y al mismo tiempo continuar reevaluando el potencial del proyecto y los beneficios que podría brindar a las comunidades locales, la economía de Chile y su gente. Mientras tanto, para Lama en Argentina, también estamos priorizando una reevaluación integral basada en nuevos esfuerzos de exploración en todo el distrito y la utilización de la infraestructura ya construida”, concluyó Bristow.

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