Siempre estuvo ligado a la innovación como una forma de solucionar problemas y colaborar con las comunidades. Hace dos años llegó a liderar el área de innovación de SQM, en un cargo abierto por primera vez en la compañía. Lo asumió como un desafío y tiene cinco focos para hacerlo.
Antes de ser líder gestor de Innovación en la Sociedad Química y Minera de Chile (SQM) —cargo que se designó por primera vez dentro de la empresa hace dos años—, Pablo Rosello cofundó una startup para identificar necesidades comunitarias y buscar transformar realidades locales a través de la innovación; luego estuvo en Corfo como ejecutivo de Innovación Social y en Start-Up Chile, como community builder y knowledge manager.
En SQM “me enfrenté al desafío de promover una cultura de innovación en una empresa donde la innovación se encontraba en muchos rincones pero sin un objetivo común, es ahí donde me puse como desafío establecer un modelo de gestión que permitiera a cada área aumentar su inversión en actividades de innovación y fomentar una cultura que permita ir más allá de nuestras propias fronteras”, dice a Forbes.
Este desafío ha sido abarcado desde cinco focos principales: nuevos modelos de negocio, productos de excelencia, procesos revolucionarios, minería sostenible a través de tecnologías verdes y legitimidad social, que tiene que ver con la confianza de las comunidades.
Y todo este trabajo se acompaña con la inversión. El ingeniero comercial cuenta que la inversión en I+D de SQM es casi tres veces mayor entre los años 2021 y 2022. Por otro lado, “los datos también muestran que nuestra Intensidad de innovación, entendida como la relación entre inversión en Investigación y Desarrollo y ventas de la compañía, alcanzó un 0,27% en 2022, respecto a un 0,38% en 2021, que a simple vista se podría ver como una disminución, pero debemos considerar que el año anterior se reportaron resultados históricos con utilidades diez veces más que el año anterior”, agrega.
¿Cómo es un equipo de innovación?
“Los equipos de innovación no son los mismos de hace diez años atrás. La innovación ya no es solo una competencia relacionada con la creatividad y la divergencia, sino que es cada vez más parte de la estrategia de negocios de muchas empresas y un medio para lograr objetivos ambiciosos y ser más competitivos en un mercado tan cambiante”, afirma el ejecutivo.
Añade que es muy probable que los equipos de innovación que hoy conocemos desaparezcan y se creen “células innovativas dentro de los distintos equipos, que sean capaces de tener un enfoque ambidiestro para equilibrar su dedicación a explotar, optimizar y mejorar sus productos y procesos existentes a través de la mejora continua y la excelencia operacional; y, por otro lado, la capacidad de explorar y experimentar con nuevas ideas, tecnologías y enfoques que abran una visión hacia el futuro y la adaptación a los cambios del mercado”, detalla.
Para él, estos equipos deben adquirir una diversidad de habilidades, comenzando con la resolución de problemas e identificar su causa, multidisciplina, comunicación, orientación hacia el cliente y, la que considera más importante, la adaptabilidad y tolerancia al riesgo, “ya que la innovación implica incertidumbre. Por último, el compromiso con los resultados, ya que los equipos deben ser capaces de llevar las ideas desde la conceptualización hasta la ejecución”.
Proyectos
El seguimiento a nuevas tendencias les ha permitido desarrollar procesos como la producción de hidróxido de litio en China, a través de sulfato de litio que proviene del Salar de Atacama. Las áreas de I+D+i han apoyado programas de investigación a través de la generación de alianzas y firmas de convenios de colaboración con distintas entidades como Cluster Minero, Universidad Católica del Norte, Universidad de Antofagasta y Universidad Técnica Federico Santa María, entre otros.
El área de Desarrollo Comercial creó un fondo de inversión llamado “SQM Lithium Ventures” para la generación y escalamiento de innovación, redes y tecnología aplicada, y así acelerar el emprendimiento en distintas etapas, Seed y Serie A. En el lado de innovaciones sociales y ambientales, se ha impulsado María Elena Sostenible como un espacio de diálogo metódico entre los distintos actores del territorio desde las comunidades.
En 2022, la compañía anunció el proyecto Salar Futuro, con foco en la sostenibilidad, utilizando tecnologías como Advanced Evaporation Tecnnologies (AET) y Direct Lithium Extraction (DLE), junto con una inversión directa de más de US$ 1.500 millones para reducir sus emisiones y huellas.
Para una empresa como SQM, la innovación va muy de la mano con la sostenibilidad y Rosello considera que es el desafío fundamental de esta industria. Una minería sostenible a través de extracción eficiente, producción circular y el cumplimiento de estándares internacionales forman parte de esta nueva visión que ya no está tan en el futuro, sino que, de a poco, es parte del presente.
