Esta empresa quiere desafiar a la industria del retail y su crecimiento durante los últimos cuatro años ha sido de 100% con su línea de productos hechos con materiales orgánicos y sustentables.
Wild Lama, empresa que nació en 2014, comenzó vendiendo bandanas compradas por AliExpress a tiendas como Falabella, Paris, Ripley. Su crecimiento le ha permitido crear su propia línea de vestuario, accesorios, tiendas físicas y una plataforma de e-commerce. Hoy, este emprendimiento, que partió con 150 dólares y una idea de Pier Paolo Colonnello y su pareja, Isadora Morrison, busca que la industria del retail en Chile sea más sostenible y consciente.
A sus 18 años, Colonnello, tras reunir dinero suficiente vendiendo cámaras digitales en la universidad, suspendió su semestre y se fue nueve meses a recorrer el mundo. Sin planearlo mucho, Colonnello terminó cofundando cuatro empresas entre las que destacan Wild Lama y Wild Foods.
El foco de Colonnello estaba en las tiendas por departamento y el e-commerce, lo que le permitió expandirse a Estados Unidos, Perú y, recientemente, a México. En Chile, la primera tienda física de Wild Lama fue abierta en Pichilemu —conocida como la capital del surf en el país— en el año 2021. Ahora, ya cuenta con siete tiendas entre Santiago, Puerto Montt, Puerto Varas, Viña del Mar y Concepción. Pero el plan es abrir siete más en los próximos doce meses. Sin embargo, cuando llegó la pandemia, la empresa estuvo a punto de quebrar, pues todo el comercio cerró y fue la plataforma de venta digital en Estados Unidos lo que les permitió continuar a los ahora tres accionistas principales de la marca: Colonnello, Javier Castro y el actual CEO, Pedro Costabal.
“Todo esto ha sido lo menos planeado. Los primeros cinco años mi único objetivo era sobrevivir y no era fácil. La pandemia nos hizo repensar todo el negocio que teníamos. Veía el flujo de caja y, básicamente, era el fin de la empresa. Ahí nos pusimos las pilas y empezamos con el e-commerce fuerte. Teníamos muchas bandanas a la venta en Estados Unidos y hubo una escasez de mascarillas. El Gobierno recomendó usar [mascarillas] de tela y la venta de bandanas explotó. Pasamos de vender cero a 500.000 bandanas en dos meses. De 0 dólares a 20.000 dólares diarios. Eso nos permitió pagar todos los sueldos de la operación de Chile, aunque acá estuviéramos vendiendo cero”, cuenta el emprendedor de 37 años a Forbes Chile.
“Son muy pocas las empresas chilenas que han superado el millón de dólares en ventas en Estados Unidos y lo hicimos desde acá, completamente remoto y con un equipo reducido. Nos metimos en las grandes ligas del e-commerce y el performance marketing. Contratamos a los mejores consultores y nos enseñaron mucho de Meta, Google. Todo ese conocimiento del mercado de Estados Unidos, lo aplicamos a Chile. Eso nos ayudó a tener mucho éxito, porque acá el marketing digital está apenas empezando”, subraya.

De bandanas a ropa y el boom de las redes
De bandanas pasaron a jockeys de animales, luego a calcetines, gorros, poleras, puffas, pantalones y, posteriormente, incorporaron bolsos y mochilas. Las primeras confecciones fueron hechas en Perú, con algodones orgánicos certificados por Gots. También usaron nylon reciclado y textiles fabricados a partir del cáñamo. Eso último lo hicieron a través de la fundación “Aprendo Trabajando”, de Ecuador, que brinda ayuda a personas en situación de pobreza extrema para trabajar. Esto les ha permitido certificarse como empresa B en Chile.
Y, a medida que la empresa amplió sus productos, fueron incorporando el marketing de las redes sociales. Su cuenta en Instagram es una de las más activas (con más de 300.000 seguidores) en la que exhiben sus colecciones en la playa, el bosque, y ambientes outdoor, pero con un toque urbano.
“La venta del e-commerce está extremadamente ligada a las redes sociales y permite [operar] una plataforma que se sustenta automáticamente y, además, comunica. Tratamos que el consumidor pueda entender y sentir nuestro propósito. Ojalá que compren nuestros productos no porque sean bonitos, sino porque crean que se puede hacer un mejor retail y una mejor industria“, dice Colonnello, que también es ingeniero comercial.
Por ahora, la propuesta ha funcionado. Las ventas del emprendimiento han crecido 100% anualmente durante los últimos cuatro años y están enfocados en seguir mejorando la calidad de la ropa y en su expansión para llegar, primero a todo Chile y luego a más países.
“Wild Lama tiene el propósito de desafiar lo que existe en la industria del retail. Estamos mostrando que podemos estar en una industria, que es súper contaminante, con un punto de vista mucho más sustentable. A través de una cultura diferente buscamos que nuestra misión y visión desafíe cómo se hacen las empresas en Latinoamérica”, asegura Colonnello.
Hoy son más de 200 personas que conforman el equipo de la empresa y la mayoría viene del retail tradicional. Pero este emprendedor ha querido transmitir otra forma de trabajar, luego de quedar desencantado del ambiente laboral del que fue parte cuando trabajó en una empresa durante un año.
“Sufría todos los domingos pensando que el lunes tenía que ir. Y acá las personas encuentran que hay mucha flexibilidad, vacaciones ilimitadas, que pueden trabajar donde quieran, arrendamos casas en la playa para que vayan a trabajar. Eso me encanta”, añade.