Esta plataforma permite al usuario que parte del arriendo que paga se convierta en el pie por su vivienda
Uno de los principales sueños de los chilenos es acceder a una vivienda propia. Sin embargo, el déficit en Chile es de 650 mil viviendas, de acuerdo al discurso del presidente Gabriel Boric en su primera cuenta pública, considerándolo una emergencia habitacional en el país. Por otro lado, el acceder a un crédito hipotecario lo hace aún más difícil.
Eso lo estudiaron muy bien Mario Álvarez, Francisco Recabarren y José Manuel González a la hora de asociarse y dar forma a la proptech Hogarízate. Los tres se conocieron hace más de 20 años mientras estudiaban ingeniería civil en la Pontificia Universidad Católica de Chile y en 2021 se lanzaron a emprender con esta solución dirigida al segmento de la población cuyo sueldo no le permite acceder a un subsidio y tampoco a un crédito que otorga el banco.
“En Chile el acceso a la vivienda se ha hecho mas difícil, sobre todo para las familias de clase media y clase media – baja. Por un lado, la falta de vivienda, y por otro, la dificultad que tienen las familias en poder acceder al financiamiento. Es una problemática que queremos ayudar a resolverla”, dice Mario Álvarez, socio fundador de la proptech.
“Hogarízate busca a personas y familias que no están consiguiendo tener acceso a financiamiento tradicional, esas personas que están quemando las últimas opciones mientras buscan ese sueño de tener la casa propia”
Francisco Recabarren, socio y gerente general de hogarízate.
¿Cómo funciona?
En la plataforma, que tiene más de 400 inscritos semanalmente, los usuarios dejan sus datos y el ingreso de renta mensual con el que cuentan que, a lo mínimo, debe ser de 1.200.000 pesos chilenos entre todos los miembros de la familia, para poder acceder a una propiedad de 2.500 UF.
La propuesta de valor de la empresa es que la mitad de lo que se va pagando mensualmente en el arriendo de la vivienda (que en un futuro será de esa persona) ayuda a construir el pie -hasta un 30%- para que, en cuatro años, pueda obtener el crédito hipotecario.
“Es una herramienta súper eficiente para personas que son profesionales jóvenes y tienen buen comportamiento financiero, pero no están pudiendo acceder a un crédito hipotecario porque no han tenido tiempo en la vida para conseguir ahorrar. No tienen el 20% del pie, entonces nosotros replicamos el mismo análisis que hace un banco. Vemos su ficha de riesgo, sus ingresos, pero nos hacemos una pregunta distinta: ¿cómo se verá en cuatro años más esta persona”, explica Recabarren.
Es decir, la persona entra arrendando la que será vivienda y, al mismo tiempo, firma que la va a comprar en un período de tiempo. Además, Hogarízate busca entregales educación financiera a todos sus clientes.
La empresa tiene con fecha para escriturar cerca de 1.000.000 de dólares en propiedades y buscan expandir el fondo a 3.000.000 de dólares en activos. Específicamente, llevan firmados 15 contratos a familias, de las cuales ocho ya están en la que será su casa, o en proceso de escriturar. La meta es llegar a marzo de 2023 con 100 familias pagando el pie de su futura casa propia.
Profundizar en Santiago y luego pensar en expansión
Otro de los diferenciadores de esta plataforma es que busca beneficiar a todos los actores que participan: las familias que quieren su vivienda, las inmobiliarias y los inversionistas.
Actualmente, puntualizan sus socios, hay 55.000 viviendas nuevas en la Región Metropolitana y “esas inmobiliarias e inversionistas ven con buenos ojos que alguien les pueda ayudar a vender ese inventario. Ayudamos a las familias que se quedan por fuera del sistema y a todos los involucrados”, enfatiza Recabarren.
En Santiago, las familias buscan más casas que departamentos, sobre todo los que tienen hijos, señalan; sin embargo, la disponibilidad de estas es poca. En ese caso, los departamentos cercanos a estaciones de metros y en comunas donde los futuros propietarios tengan familia, pasan a ser la opción de preferencia.
Ese mismo modelo, que quieren consolidar en la Región Metropolitana de Chile, están evaluando llevarlo a Perú, Brasil y otros países de Latinoamérica que, consideran, tienen las misma problemática de acceso al financiamiento para adquirir una vivienda.
“Lo bueno de emprender un poco más viejos es que uno es más pragmático y más enfocado. Por simplicidad, estamos en Santiago, hicimos un piloto en Temuco y cerramos una unidad y funcionó muy bien. Estamos concentrados en tener capacidad de captar la demanda, poder dar un buen servicio, profundizar en Santiago y, de ahí, vemos opciones de expandir en otros países de Latinoamérica”, dice Recabarren.