De origen modesto, se casó con una gran heredera y forjó el segundo mayor imperio deportivo del mundo

Por Brett Knight y Justin Birnbaum

“Stan el silencioso” ahora tiene tiene algo de qué jactarse.

Stan Kroenke, el célebre y reservado propietario de los Rams de Los Angeles de la NFL, vio a su equipo derrotar a los Bengals de Cincinnati por 23-20 en el Super Bowl el domingo, desquitándose de la derrota que sufrió ante los Patriots de Nueva Inglaterra en el mismo partido decisivo de hace tres años. La guinda del pastel: la victoria se produjo en el SoFi Stadium, el estadio de US$ 5.000 millones construido con financiación privada que Kroenke inauguró en 2020.

“Es increíble y estoy realmente orgulloso de este grupo”, dijo Kroenke tras la victoria desde el escenario del terreno de juego, rodeado de jugadores, entrenadores y ejecutivos de los Rams. Con los ojos llorosos, añadió: “Ha sido un partido duro y estoy muy orgulloso de que lo hayan ejecutado al final como lo hicieron”.

Para Kroenke, quien rara vez concede entrevistas, estas palabras podrían calificar como un exabrupto de su parte, a pesar de que, a sus 74 años, ha hecho mucho ruido en el mundo del deporte.

Uno de los imperios deportivos más grandes del mundo

Kroenke tiene una fortuna valorada en US$ 10.700 millones, según estimaciones de Forbes, y ha reunido una colección de propiedades deportivas valoradas en US$ 10.500 millones, lo que convierte a su negocio en el segundo imperio deportivo más grande del mundo.

El milmillonario tuvo una educación humilde en el centro de Missouri (EE.UU), pero su vida cambió cuando, siendo aún estudiante de la Universidad de Missouri en Columbia, conoció a su esposa, Ann Walton, una de las herederas de Walmart.

Esto impulsó su carrera inmobiliaria cuando Kroenke comenzó a trabajar con un desarrollador de centros comerciales que construía los edificios a menudo alrededor de tiendas Walmart.

Pero la fortuna de Kroenke es independiente de la de su esposa, quien según Forbes tiene una fortuna valorada US$ 8.700 millones gracias a su herencia. Kroenke también posee unos 5,5 millones de metros cuadrados en propiedades inmobiliarias y más de 600.000 hectáreas en ranchos, lo que le ayudó a situarse en el número 70 de la lista Forbes 400 de los estadounidenses más ricos. Su esposa ocupa el puesto 83.

Sin embargo, la mayor parte de su fortuna está ahora ligada a un impresionante conjunto de activos deportivos, no solo los Rams, sino también el Arsenal de la Premier League; los Denver Nuggets de la NBA; los Colorado Avalanche de la NHL; los Colorado Rapids de la MLS; los Colorado Mammoth de la National Lacrosse League, y dos equipos de deportes electrónicos: Los Angeles Guerrillas y Los Angeles Gladiators.

También es propietario de muchos de los estadios en los que juegan sus equipos, así como de la cadena deportiva regional Altitude Sports and Entertainment, que emite los partidos de los Avalanche, Mammoth, Nuggets y Rapids.

Cómo llegó a los Rams

En su primer negocio deportivo, compró una participación del 30% en los Rams para ayudar a su entonces propietaria Georgia Frontiere a trasladar al equipo desde Los Angeles a San Luis (Missouri) en 1995 y un par de años después aumentó su participación en el equipo al 40%, para asumir la propiedad total en 2010, tras la muerte de Frontiere.

Frustrado por la situación del estadio de San Luis, Kroenke se llevó a los Rams de vuelta a Los Ángeles en 2016. El traslado le costó una cuota de reubicación de US$ 550 millones, que desembolsó junto con otros propietarios de equipos de la NFL, y también provocó una demanda por parte de la ciudad que había abandonado. En un acuerdo alcanzado en noviembre, Kroenke y la NFL acordaron pagarle a San Luis US$ 790 millones.

A pesar de esos costes, la reubicación ha sido un éxito, ya que ha triplicado con creces el valor del equipo, pasando de US$ 1.450 millones en 2015, la última temporada de los Rams en San Luis, a US$ 4.800 millones.

La Gran División

Mientras que ambos rivales en el Super Bowl LVI se encontraban en la mitad inferior de las valoraciones de equipos de la NFL a principios de la década de 2010, según estimaciones de Forbes, los Rams se encumbraron después de mudarse a Los Ángeles.

Los rivales de Kroenke también son multimillonarios, pero el partido fue un verdadero enfrentamiento entre David y Goliat, y esta vez, el equipo más modesto no pudo dar la sorpresa.

Los Bengals fueron cofundados en 1967 por el legendario entrenador de la NFL, Paul Brown, después de ser despedido de su puesto como entrenador y director general de los Cleveland Browns, un equipo que llevaba su nombre. En la actualidad, los Bengals están controlados por el hijo de Brown, Mike, de 86 años, y otros miembros de la familia, y Forbes valora en US$ 2.100 millones la participación de la familia en el equipo.

Kroenke, por su parte, está dispuesto a continuar su trayectoria ascendente, ignorando las burlas de los habitantes de San Luis y de los seguidores del Arsenal, a quienes les irrita un propietario estadounidense que consideran más preocupado por el dinero que por el deporte.

Su nuevo y lujoso estadio acogerá el año que viene el partido de los playoffs de fútbol universitario y WrestleMania; las ceremonias de apertura y clausura de los Juegos Olímpicos de verano de 2028 y, si todo va bien con su candidatura, los partidos del Mundial de Fútbol de 2026.

“En lo que respecta a la construcción de este estadio, creo que ha salido bien”, dijo Kroenke desde el terreno de juego tras el partido del domingo, utilizando sus típicos eufemismos.