Es una línea de transmisión de 1.500 km de punto a punto desde la Región de Antofagasta a la Metropolitana

El Consorcio Yallique, conformado por la chilena Transelec, la colombiana ISA Inversiones Chile y la China Southern Power Grid International (CSG), ganó la licitación para la construcción y operación del proyecto de transmisión de energía más grande de la región, de 1.500 km de largo, entre la Región de Antofagasta y la Metropolitana.

Se trata de la iniciativa Kimal-Lo Aguirre, que tiene una extensión de 1.500 km de punto a punto y capacidad para transmitir 3.000 megavatios a 600 kilovoltios, y por la cual Yallique recibirá una remuneración anual de U$ 116,3 millones.

En un comunicado de prensa, el Coordinador Eléctrico Nacional explicó que en la licitación se licita la propiedad, la ejecución del proyecto de transmisión y la posterior explotación de dicha obra a través de una remuneración anual por 20 años.

Esta es la primera línea de corriente continua en Chile, tecnología que permitirá mayor capacidad de transmisión con menores pérdidas en el transporte.

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Asimismo, el proyecto busca conectar la energía de las iniciativas renovables que se encuentran en el norte del país para llevarla al centro y sur de Chile, apalancando la descarbonización de la matriz energética.

De acuerdo con ISA, la infraestructura será fundamental para mejorar la seguridad de la red de transmisión, robustecer y aumentar la capacidad del Sistema Eléctrico Nacional.

“Kimal-Lo Aguirre constituye, sin duda, el hito más importante del año en el grupo, en cuanto representa un importante desafío que estamos seguros podremos afrontar con la experiencia y la confianza ganada con Cardones-Polpaico, sumado a la experiencia y reconocimiento de nuestros aliados Transelec y CSG”, dijo Bernardo Vargas, presidente de ISA.

“Es un proyecto que contribuye de forma efectiva a descarbonizar la matriz energética de Chile, un propósito que tenemos no solo en este país, sino en todos los países donde hacemos presencia con nuestro negocio de energía”.

La multilatina, que registra 4.000 empleados en sus 48 filiales, prevé que se tardarían tres años de tramitación de permisos ambientales y sectoriales, así como cuatro años de construcción. Así, la línea entraría en servicio a finales de 2028.