Mujeres
Kimberly-Clark reconocida por su búsqueda de paridad de género en Latam
Está en el top 10 de las empresas en Chile con más presencia femenina en cargos de liderazgo

La multinacional de productos de higiene, Kimberly-Clark, tuvo un crecimiento en ventas de más del 8% en Chile durante 2021 y fue seleccionada -por segunda vez- como una de las 10 empresas en el país con más presencia femenina en cargos de liderazgo, ocupando el noveno lugar. Esto, de acuerdo al Ranking IMAD 2021, que mide la presencia femenina en la alta dirección de las empresas más grandes de Chile y realizado por la Dirección de Estudios Sociales de la Pontificia Universidad Católica de Chile.
Ana Beatriz Franco, Líder del Clúster Andes de la compañía -qué reúne a los mercados de Chile, Bolivia y Perú- detalla, en conversación con Forbes, que este reconocimiento va más allá de tener una mujer al frente en estos tres países de la región. Se trata de “traer visiones distintas, trabajar en equipo, que cada uno sea como es y se sienta escuchado”.
“Lo que creo que tenemos y que nos hace diferentes es que la inclusión y diversidad hacen parte de nuestra estrategia. Es algo que perseguimos en nuestro día a día y que está absolutamente conectado con los valores que tenemos en la compañía. Buscamos crear un ambiente propicio para que cada uno sea quien es y pueda expresar su máximo potencial”, enfatiza.
Reforzar agenda de género
Como consecuencia de la pandemia, Franco señala que Chile fue el país de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) que más retrocedió en indicadores laborales femeninos, producto del COVID-19 y, de acuerdo a un estudio reseñado por la Biblioteca del Congreso Nacional de Chile, durante 2020 “más de medio millón de mujeres salieron de la fuerza laboral, tanto por la imposibilidad de conciliar trabajo con los cuidados de la familia como porque la pandemia ha afectado en especial a los rubros con mayor presencia femenina”.
Por lo que el gran desafío es reforzar la agenda de género, no sólo dentro de la empresa, sino también con su alcance en la sociedad. “Nosotros con nuestras marcas llegamos a más del 25% de hogares en toda la región y tenemos una responsabilidad de impactar en la sociedad”, agrega la líder en Chile, Bolivia y Perú.
Desde su esquina, Kimberly-Clark -que tiene marcas como Kotex, Scott, Huggies- ha logrado incrementar a un 38% la participación de mujeres en la plantilla de Latinoamérica. Y los programas que han desarrollado han tenido el foco de comentar la paridad de género. Sin embargo, “nosotros lo que buscamos siempre es atraer el mejor talento para la compañía, independiente del género”.
Para trabajar en esta dirección, la empresa desarrolla el programa #SheCan, de la mano de su marca Kotex, cuyo objetivo es fomentar, promover y acompañar el desarrollo y networking de las mujeres en Latinoamérica. Su funcionamiento es a través del establecimiento de redes femeninas que impulsen activamente la agenda de inclusión y diversidad de género de la compañía en la región.
Este programa integra a más de 500 mujeres que, bajo sus cuatro aristas; conecta, inspira, crea paneles de discusión y las capacita para seguir desarrollando su carrera dentro de la compañía.
Además, cuentan con la iniciativa Working MOMs, que ayuda a mujeres madres que quieren trabajar en horarios flexibles, por proyectos, o volver al mundo laboral luego de tomar un tiempo por su maternidad. Este programa se realiza en alianza con la organización Proyecto Moms, y desde 2020 ha beneficiado a siete mujeres en Chile.
Franco ejemplifica la participación de un programa en la comunidad de Colina, en Chile, para traer mujeres que no estaban en el mercado laboral y prepararlas a través de entrenamientos para tareas operativas, como manejo de grúas, que no es tradicionalmente una tarea hecha por mujeres. “Hicimos entrenamiento con cerca de 25 mujeres y pudimos, en el mismo momento aprovechar casi 15% de las mujeres en esas funciones, y prepararlas para estar disponibles y tener mayores conocimientos para otro tipo de posiciones”, comenta.
Al hablar de cargos administrativos, Franco dice que las barreras son “infinitamente menores” y que tienen áreas en las que hay cerca de un 60% de mujeres, tal es el caso de las posiciones de liderazgo y áreas de marketing.
El desafío de la coparentalidad
Franco lleva 19 años de carrera en Kimberly-Clark. Comenzó en Brasil como analista de negocios para la categoría Family Care, después pasó a posiciones comerciales y de marketing y llegó la oportunidad de asumir un cargo de liderazgo en la región andina, hace ocho años, coordinando en los países: Colombia, Venezuela, Perú, Ecuador y Bolivia. En Bolivia pasó a ser la primera mujer gerente general en la historia de la compañía desde que inició operaciones allí, lo que describe como “todo un desafío en el tema de género”. Y, tras más de tres mudanzas por distintos países desde su natal Brasil, asumió su actual cargo hace cinco meses.
“Ha sido una tremenda experiencia, empecé por finanzas, después me moví a muchos roles comerciales hasta llegar a una posición de liderazgo. Siempre me sentí escuchada y relevante para todos los procesos que se hicieron”, recuerda la ejecutiva.
Es justamente por estas experiencias de mujeres en posiciones de liderazgo, que tienen hogar, pero también se trasladan a otros países, que la compañía está aplicando beneficios en viajes de trabajo cuando la mujer tiene una responsabilidad que no es todavía compartida dentro de sus casas. “Cuando se necesita viajar y está el tema de la maternidad, o están en fase de amamantar, lanzamos una política que promueve, que además que la mamá e hijos, pueda viajar alguien más que la pueda acompañar mientras ella participa en estas reuniones de trabajo”, explica Franco.
“Para nosotros, el tema de género va más allá que apoyarnos como mujeres, sino también en crear el ambiente y ahí entra el tema de coparentalidad. Tenemos un programa llamado “Un abrazo para cada bebé” donde en Chile trabajamos con Unicef para apoyar la presencia del papá en la crianza de los hijos, y poder equilibrar mejor las responsabilidades en la casa”, añade.
La ejecutiva considera que este es quizás uno de los más grandes desafíos en el tema de inclusión laboral.