La presidenta de la Comisión Europea resalta la inversión en desarrollo sostenible y la lucha contra el covid

El 1 de diciembre de 2019, la alemana Úrsula von der Leyen hizo historia al convertirse en la primera mujer al mando de la Comisión Europea. Dos años después de tomar posesión de su cargo, su labor no ha estado exenta de retos que no solo han puesto contra las cuerdas al viejo continente, sino al mundo entero.

“Hace tres años, ni siquiera imaginaba ser testigo de una pandemia tan horrible como esta”, confesó ayer durante una rueda de prensa en la que anunció nuevas medidas contra la pandemia que amenaza con golpear a Europa con una cuarta ola que ya se asoma en naciones como Austria y Alemania.

Al respecto, la exministra de Defensa de Ángela Merkel entre 2013 y 2019 (cargo donde también fue la primera mujer en tomar el mando) es consciente de que debe plantar cara a un doble desafío: el primero tiene que ver con los 250 millones de casos en el mundo y mas de cinco millones de muertes provocadas por el virus, y el segundo apunta a la nueva amenaza que se avecina con la variante ómicron descubierta en Sudáfrica la semana pasada.

La mandataria tampoco escatimó en elogios hacia el trabajo de los sudafricanos, a quienes agradeció por su transparencia y rapidez, que “ha sido brillante a la hora de rastrear y secuenciar esta nueva variante, permitiendo a nuestros cientificos buscar las respuestas que necesitamos”.

Al ser considerada de alto riesgo por la Organización Mundial de la Salud (OMS), von der Leyen es consciente de que la Unión Europea enfrenta una carrera contrarreloj: con dos o tres semanas para tener toda la información científica sobre la variante ómicron y su impacto.

El panorama

“Lo que la ciencia dice hoy es que la pauta completa y la dosis de refuerzo suministran la mejor proteccion, pero tenemos un tire y afloje: el virus y sus variantes, junto a la vacunación y dosis de refuerzo. Queremos ganar este tire y afloje”, dijo.

Para lograrlo, no descarta la posibilidad de imponer la vacunación obligatoria en los 27 estados miembros, sobre todo si se tiene en cuenta que solo 66% de la población dela UE está completamente vacunada, dejando un tercio del total desprotegidos contra la nueva variante.

Si bien von der Leyen especificó que “no me corresponde dar ningún tipo de recomendación” frente a la vacunación obligatoria, detalló que es un tema que “necesita ser discutido y requiere un enfoque común”.

Casi un año después de que se aplicara la primera dosis, la Comisión Europea ha entregado más de 1.000 millones de dosis a sus ciudadanos. Al mismo tiempo, la campaña de inmunización recibió un impulso importante durante el verano, cuando concluyó un tercer contrato con Pfizer para recibir 1.800 millones de dosis adicionales.

Asimismo, von der Leyen recalcó que la UE tendrá 360 millones de dosis de ARN mensajero que llegaran en el primer semestre de 2022, cantidad que “será suficiente para que todos los europeos reciban su tercera dosis”.

En cuanto a las vacunas para los niños, la mandataria sostuvo que “se han acelerado” y estaran disponibles desde el 13 de diciembre. No obstante, agregó que, en caso de darse una situación en la que la variante ómicron no responda a la vacunación, se necesitarían hasta 100 dias para ajustar las vacunas.

“La respuesta debe ser comun de la UE para reaccionar a esta situación. Seguimos con la emergencia creada por ómicron, que resalta la necesidad de vacunarnos y de seguir con los boosters. 66% de la UE esta vacunada, pero debemos seguir avanzando”, dijo la comisaria de Salud y Política para el Consumidor, Stella Kyriakides.

Estrategia de doble vía

Lo cierto es que la estrategia de vacunación europea no ha estado exenta de críticas, que apuntan principalmente a la acaparación de vacunas, situación que contrasta con las bajas cifras de vacunación en África y algunos países de América Latina, debido a la escasez de dosis.

Al ser consultada por Forbes acerca de este tema durante la conferencia de prensa, von der Leyen sostuvo que “tiene que haber una estrategia de doble vía. Internamente, debemos asegurarnos de no ser nuevamente un foco de la pandemia, pero también es necesaria la acción exterior”.

“Hasta la fecha, somos la única región en el mundo que ha exportado 1.400 millones de dosis a 150 países del mundo, de las cuales 300 millones se destinaron a naciones de ingresos medio y bajo. Además, 165 millones de dosis fueron a África”, subrayó.

Para avanzar en la vacunación de aquellos países con ingresos bajos y medios, la presidenta señaló que el vector principal para apoyarlos ha sido la iniciativa Covax, por lo que consideró importante “que siga funcionando, y que lo haga de forma más ágil”.

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A su vez, la Comisión anunció esta semana la donación de hasta 700 millones de dosis a mercados emergentes que ya están comprometidas para mediados de 2022. De ese total, 250 millones deben ser entregadas antes de finalizar este año.

En cuanto a la producción y exportación, von der Leyen destacó que esta última “debe continuar”, y resaltó la importancia de seguir aprendiendo de esta crisis y creando independencia y sostenibilidad en el continente africano. Al respecto, detalló la intención de que toda la fábrica de vacunas ARN mensajero y la tecnología necesaria para ello sea puesta en marcha en África.

De hecho, dicha iniciativa ya ha empezado en Senegal, Sudáfrica y Ruanda, con una colaboración con BioNTech en una alianza público-privada que la Comisión apoyó con una inversión €1.000 millones. “Por supuesto que también tenemos la parte de la exportación, las donaciones. Todo ello tiene que incrementarse, y tiene que haber una inversión en infraestructura a medio y largo plazo que apoye todo esto”, dijo la presidenta.

La ambición del ‘Global Gateway

Más allá de la pandemia, von der Leyen tiene otros proyectos en marcha, y uno de ellos agrupa la gran mayoría de su agenda de gobierno: se trata del ‘Global Gateway’, una infraestructura que ostenta la clave para lidiar con desafios como la lucha contra el cambio climático y desarrollo sostenible en economias emergentes.

“Global Gateway es el plan u hoja de ruta de la UE para grandes inversiones en desarrollo de infraestructuras en todo el mundo. Queremos demostrar que un enfoque democrático basado en valores puede hacer frente a los desafios más agobiantes, abordando los retos globales de una forma que beneficie a la UE”, comentó.

Para lograrlo, se destinará una inversión de €300.000 millones entre 2021 y 2027, con la que se pretende respaldar la transición verde y digital mediante un impulso a proyectos de hidrógeno limpio y otras fuentes de energías renovables.

La meta de la presidenta es que la iniciativa “genere confianza y destaque por sus altos estandares de transparencia y buena gobernanza”, pero para que esto suceda, sabe que debe cumplir desde la velocidad y escala del proyecto, enfoque que abarca tanto a la Comisión como a los estados miembros e instituciones financieras europeas.

“También debemos implicar al sector privado, pues no se trata solo de atraer capital, sino de atraer tecnologia y know-how, y lo puede aportar el sector privado”, añadió.

Para que el proyecto se materialice, el capital destinado al mismo se dividirá en €135.000 millones de inversiones con la ayuda del fondo europeo para el desarrollo sostenible. Unido a ello, habrá €18.000 millones para programas de asistencia exterior. Adicionalmente, los estados miembros y las instituciones financieras planean una inversión de €145.000 millones de apoyo a objetivos de la estrategia.

“Esta es la Comision en su vertiente geopolitica y energetica. Este portal debe proponer resultados en las mismas prioridades que estamos buscando en Europa desde hace años: la transición a una economía verde y digital. Por ello, la resuesta debe ser conjunta: se trata de movilizar inversiones de elevada calidad con el mayor numero de requisitos medioambientales y sociales”, dijo la comisaria de Asociaciones Internacionales, Jutta Urpilainen.

La directiva también mencionó que las inversiones se focalizarán en frentes como la digitalizacion, clima, transporte, educación, investigación y energía.

Con tres años más en el horizonte, von der Leyen tiene hasta octubre de 2024, en caso de no optar por la reelección a la que tiene derecho, para concretar estas nuevas iniciativas que apuntan a dejar una Unión Europea mejor de la que encontró. Y es que, tras sus primeros 100 días de gobierno, la pandemia se convirtió en su foco, dejando casi de lado las seis prioridades que se trazó como meta en su administración.

En medio de este panorama, su presidencia pasará a la historia no solo por ser la primera mujer en tomar las riendas de la UE, sino por hacerlo en el momento más complejo de su historia reciente.