El Servicio Nacional del Consumidor (Sernac) realizó el primer estudio de sobre los costos de productos menstruales.
Con el objetivo de determinar el costo y necesidades que las mujeres chilenas tienen por su ciclo menstrual, el Servicio Nacional del Consumidor (Sernac) realizó un levantamiento de precios en farmacias, supermercados y tiendas especializadas, además de una encuesta online a 10.545 mujeres y personas no binarias de todo el país.
Según la definición internacional, dicha gestión menstrual no sólo considera el costo de los productos de contención, sino también el acceso a condiciones mínimas sanitarias como agua potable e infraestructura, acceso a información oportuna y confiable que permitan vivir en condiciones dignas.
Así, los resultados arrojaron que una mujer en Chile gasta $126.168 (US$ 164.24) al año por menstruar.
El análisis determinó que una canasta básica con toallas higiénicas desechables, protectores diarios y antiinflamatorios para una mujer o persona no binaria que tiene una menstruación de 3 días, “puede llegar a pagar entre $5.249 hasta $8.347 mensuales” (US$ 6.83 a US$ 10.47), indican desde el Sernac.
Y si esta misma canasta se considera para una persona que menstrua por un período de siete días, su costo aumenta a $10.514 mensuales (US$13,9).
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El Director del Sernac, Lucas Del Villar, destacó la importancia del estudio ya que permite visibilizar las necesidades de las personas que menstrúan “ya que se trata de un proceso biológico y no una elección, e implica costos y molestias que no se pueden evitar”.
Agrega que “los resultados de la encuesta también permitirán diseñar políticas públicas más específicas, que consideren las reales necesidades de las personas tanto en materia de educación, como el acceso para quienes no tienen recursos”.
Los productos más usados
Un 44,3% de las encuestadas indica que sólo utiliza toallas higiénicas desechables. Le sigue un 8,5% que sólo utiliza la copa menstrual, un 2,1% sólo usa tampones, un 1,3% que utiliza toallas reutilizables; y, finalmente, un 0,4% que sólo utiliza calzones menstruales absorbentes.
Aún así, hay mujeres que ocupan más de un producto de contención menstrual, siendo la toalla higiénica desechable y el tampón los más combinados (22,34%).
El estudio indica que al analizar comparativamente los costos mensuales, la opción más económica son las toallas higiénicas desechables, cuyo promedio alcanza $2.389 para un período de tres días, con un mínimo de $1.690 y máximo de $3.299.
Por su parte, el calzón menstrual resulta ser la opción en promedio más cara ($79.960), esto es debido a que este producto tiene un alto costo inicial. Sin embargo, este valor se realiza cada tres años, al igual que las toallas reutilizables.
Cuando se comparan los valores anuales, la conveniencia varía respecto del valor mensual. Anualmente la copa menstrual es la alternativa más económica ($15.892), considerando que el producto además tiene una duración de 10 años.
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Amigables con el medio ambiente
Las toallas higiénicas desechables son el producto más utilizado para gestionar la menstruación, inclusive como único producto de contención menstrual. Sin embargo, existen cada vez más alternativas amigables con el medio ambiente y que han comenzado a ser utilizadas por las personas que menstrúan.
En este contexto, no sorprende que la copa menstrual ocupe el segundo lugar en productos de contención, pues además de ecológica resulta más económica a mediano y largo plazo, ya que una persona que sólo utiliza la copa menstrual puede llegar a gastar al año hasta $17.990 versus $28.668 que puede llegar a gastar, en promedio, en toallas higiénicas desechables -con 3 días de duración de su ciclo-.
Además, se debe considerar que una persona que menstrúa durante 40 años, sólo debe gastar en 4 copas menstruales.
Por su parte, el calzón menstrual y las toallas reutilizables son otras de las alternativas sustentables que están entrando cada vez más al mercado, según el Sernac. Su costo es más elevado que las otras alternativas, pero en el largo plazo también son más económicas que las toallas desechables.
Pese a lo anterior, el Sernac advierte en que “si bien los precios son concluyentes de la ventaja de productos sustentables como la copa menstrual u otros, no es posible pensar en que todas las personas puedan utilizarlos debido a que para su uso se requiere de condiciones sanitarias dignas, a las cuales aún no tiene acceso toda la población en nuestro país.