El Barrio Europeo de Vitacura tiene cada vez más opciones de entretención

Aunque la pandemia causó grandes estragos en la industria gastronómica, en un rincón de Vitacura un grupo de jóvenes que pudo capear la tormenta, mantuvo abierto su negocio y redobló sus inversiones en la zona hoy ve cómo sus esfuerzos han convertido el lugar en un emergente destino turístico chileno de la entretención y el buen comer: el Barrio Europeo.

Se trata de una cuadra entera delimitada por avenida Vitacura, Alonso de Córdova, Francisco de Aguirre y Pedro de Villagra, donde los hermanos Max, Domingo y Juan Pablo Raide han adquirido y transformado varios negocios que incluyen restaurantes, un café, heladería, boutique y hasta un teatro.

El barrio adquiere su nombre del célebre restaurante Europeo que funciona allí desde hace años, que siempre ha sido centro de encuentro de personajes influyentes, y que fue actualizado por los hermanos Raide con cocina de primer nivel a precios razonables para su altísima calidad.

El Europeo es el epicentro del barrio, pero dentro del mismo funciona el Bar Jardín Secreto, donde, además de su carta de pizzas, carnes y ensaladas, destaca una carta de comida japonesa con sushi de primer nivel, y al lado Casa Las Cujas, restaurante que tuvo su origen en Cachagua y donde hoy se comen algunos de los mariscos más frescos de Santiago.

“Es muy emocionante ver los productos que no todos los días los puedes ver, como el picoroco vivo, el loco vivo, las ostras del Pacífico”, señala Max Raide, quien junto a sus hermanos exhibe con orgullo la piscina de mariscos ubicada en el centro de Las Cujas, donde también se aprecian las langostas vivas.

Barrio Europeo, Santiago, Chile
FOTO: Rodolfo Jara / Forbes Chile

Max siempre habla con pasión sobre los ingredientes de sus restaurantes.

“Tratamos siempre de que cada lugar, los que están en en Santiago, en Zapallar, Cachagua, etcétera, tengan el mejor producto. Quizás muchas veces uno puede decir ‘bueno, a lo mejor sería más rentable quizás no tener el mejor producto’, pero para nosotros es mucho mejor y más importante que los clientes digan: ‘el lugar donde mejor se come pasta, el lugar donde mejor se comen mariscos, el lugar donde mejor se come tártaro”, dice Max.

El empresario, que dice ser más la cara visible del negocio —“Domingo ve toda la parte más operacional, Juan Pablo es la parte más comercial y de la cocina, a mí me toca quizás la parte más comunicacional, más estratégica”, explica—, cuenta que desde hace unos cinco años adquirieron el Europeo, “que también tenía un pasado donde lo originó hace 20 años Carlos Meyer, y a nosotros nos tocó, de alguna manera, después volver a consolidarlo y volver a posicionarlo como uno de los mejores restaurantes de Chile, de alta cocina. Pero la pandemia, como a todos, nos obligó a cerrar”.

El impacto de la pandemia

FOTO: Rodolfo Jara / Forbes Chile

“Nos fuimos de 100 a 0”, continúa, “porque no hubo un solo negocio que pudimos abrir normalmente. Lo único que hicimos fue el delivery en una de las líneas de negocio que era la gastronomía, pero el delivery era pura plata que tú perdías, pero lo hicimos porque lo importante era mantener nuestro relato de que seguíamos vivos y lo hicimos también por la gente que trabajaba con nosotros. No echamos a nadie nosotros. Reubicamos a todos los jóvenes en distintos negocios, los de los eventos, en la gastronomía y así”.

Los hermanos están orgullosos de haber podido aguantar la tormenta que representó el estallido social, luego la pandemia, y de haber redoblado su apuesta por el lugar cuando a otros inversionistas todo el proceso de la Convención y el Plebiscito Constitucional los hacían dudar.

“A pesar de lo que ha sido la pandemia, decidimos seguir, o sea, armamos un Barrio Europeo cuando todo el mundo no quería hacer ningún proyecto, durante este año incluso”, explica, “y más encima antes del Plebiscito, que eso fue más complejo porque ahí todo el mundo te decía ‘nosotros vamos a sacar la plata y ustedes siguen invirtiendo en Chile, es un error’. Entonces dije ‘bueno, vamos a seguir invirtiendo en Chile’”.

Redoblar la apuesta cuando otros dudaba

Esencial en su decisión de seguir adelante cuando todos dudaban, dice, fue su padrino León Avayú, de la familia fundadora de Indumotora, quien junto a su fallecido hermano Pepe “siempre invirtieron más allá de las crisis”.

“Entonces, cuando estábamos en la mitad de la pandemia, en una conversación con él, que estaba mi hermano también, me acuerdo el día en que cerramos acá en Casa Las Cujas y él nos dijo ‘ustedes o cierran o entran con todo’, y ese fue la razón de decir ‘ok, vamos a volver con todo y vamos a hacer el Barrio Europeo’, vamos a dar una señal de que vamos a seguir creciendo y apostando por Chile”, asegura Max.

Hoy, casi tres años después de iniciada la pandemia, la apuesta de los Raide se ha convertido en una multitud de negocios dentro de la misma cuadra en Santiago —tienen otros negocios en Matanzas, Maitencillo, Zapallar, Cachagua— además del Europeo, Casa Las Cujas y el Jardín Secreto.

La heladería vegana Poga, el café bistro KM0 —antes ubicado en el Hotel W de Las Condes—, la boutique Minori Spazio y el Teatro C —en el caracol de Lo Castillo— son las demás propuestas del Barrio Europeo.

Teatro C Vitacura
El Teatro C en Lo Castillo, Vitacura. FOTO: Provista

Mención aparte merece la más reciente apertura de los hermanos, la Ostería Maiori, un restaurante italiano con una variada carta de antipastos, ensaladas, pastas, fondos y pizzas.

“Desarrollamos durante un año el proyecto del restorán Maiori, que tiene la particularidad que de alguna manera quisimos traer un poco lo que es la cocina de Italia, del norte y el sur”, cuenta Max. “También trajimos de alguna manera la carta de lo que es Cipriani, estos restaurantes de Venecia, pero no le quisimos de alguna manera en el fondo darle ese sello, sino que la gente conociera lo que es la pasta fresca con algunas características de lo que son los productos Cipriani, con una ambientación muy bonita que desarrolló Luis Fernando Moro, prácticamente hoy día una una leyenda el diseño en Chile”.

Barrio Europeo, Santiago, Chile
Osteria Maiori. FOTO: Rodolfo Jara / Forbes Chile

El joven empresario sostiene que el Barrio Europeo “se convirtió en un destino turístico gastronómico importante, donde además nosotros privilegiamos el producto entre todo. En el caso de Maiori nos preocupamos de que de que las masas, las pastas sean del más alto nivel, en Casa Las Cujas trabajamos con proveedores a lo largo de todo Chile que nos traen sus productos en sus piscinas marinas, por lo tanto el marisco es muy fresco y muy variado”.

Además de los restaurantes, “acá lo que nosotros tratamos es que la gente se sienta parte un barrio. Por eso también tú tienes diseño, hay arte los domingos, hacemos arte en el Barrio Europeo que se establecen en todo este sector muchos artistas, muchos fotógrafos muestran su trabajo. Incluso hicimos arte inclusivo, trajimos muchos jóvenes artistas con Síndrome de Down que presentaron su arte frente a todo lo que era la comunidad que nos visita los domingos”.

Exposiciones de arte en el Barrio Europeo en Vitacura: FOTO: Provista

Con la futura llegada de la Línea 7 de Metro a unas pocas cuadras del Barrio Europeo, los Raide auguran que dentro de algunos años el Barrio Europeo se consolidará aún más como destino turístico y opción para quienes no acostumbran visitar esta parte de Santiago, tanto locales como turistas.

“En el fondo de este tema el Metro también va a traer gente que le interesa la gastronomía, pero que quizás no había venido nunca antes a Vitacura, que hubieran preferido ir a Lastraría, a Avenida Italia o a Providencia”, opina Max.

“Yo creo que (el Metro) es bueno. Tiene que ver con la integración de la ciudad…por eso nosotros construimos un barrio, como una manera de abrir el Barrio Europeo y la gastronomía y la entretención a a gente que no necesariamente conocía este sector”, concluye.