Más de 160 piezas del artista se exhiben en esta muestra en Santiago hasta el 31 de julio
Más de 160 piezas de Banksy, el anónimo artista británico cuyas obras son ya iconos del arte urbano mundial, están expuestas desde este miércoles en la exhibición The Art of Banksy: Without Limits en el Centro Cultural Gabriela Mistral de Santiago, la primera escala de una gira que llevará la muestra a otras ciudades latinoamericanas como Buenos Aires, Bogotá, Ciudad de México y São Paulo.
Se trata de murales, grabados, fotografías, litografías, esculturas e instalaciones de video, explica a Forbes el curador de la muestra, el artista mexicano radicado en Berlín, Guillermo Quintana.
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“La intención es mostrarle a la gente que Banksy no solo pinta paredes con stencil, Banksy es un artista contemporáneo que maneja serigrafía, stencil, escultura, instalación, hay toda una gama”, dice Quintana, quien trabajó durante 20 días armando la exhibición, desde la carpa a las paredes y la ubicación de todas las obras.
“La experiencia completa proviene de mi cabeza, desde que entras hasta que sales vienes manipulado por medio de todo lo que quiero procesar”, dice el artista.
También “pintamos 20 murales de replica. Esto para poder demostrar cómo es ver un mural de Banksy en vivo. Mucha gente no tiene la oportunidad de viajar o ya los han borrado, simplemente para tener esta sensación de cómo es verlo”.
Para estos trabajos de montaje Quintana cuenta con dos artistas que le ayudan, el mexicano Desastre, y Brookesia, un español radicado en Berlín, y en Chile reclutó a dos mujeres, Maida K y Antiza.
La exhibición contiene las piezas más icónicas del artista, como Flower Thrower, Balloon Girl, Kissing Coppers o sus conocidas ratas, además de una réplica de la serigrafía Morons, vendida por US$ 95.000 el año pasado a un artista que posteriormente la quemó, pero antes convirtió la obra y el video quemándola en NFTs. El NFT de Morons se vendió posteriormente en poco más de US$ 450.000.
También hay un montaje con video sobre Dismaland, el distópico parque de diversiones que creó en Somerset (Inglaterra) en 2015, y una instalación ambientada en el Undergound londinense con un video sobre la carrera del artista.
Para Felipe Mella, director ejecutivo del GAM, “las imágenes irónicas del artista nos interpelan como humanidad” y acoger su obra tiene un “especial” significado en el contexto mundial, pero también en el chileno.
“Hoy, cuando estamos en un conflicto bélico de carácter intercontinental, revisar su obra nos hace preguntarnos cómo resolvemos conflictos y para qué”, dijo Mella.
El humor y el arte de Banksy, agregó por otro lado, “son provocaciones que movilizan, que nos permiten mirarnos a nosotros mismos, criticarnos y ser más conscientes de la crisis político social que estamos viviendo y cómo la estamos encausando”.
Mella agregó que la exposición es “una apuesta que estamos haciendo como centro cultural, para ver cómo apoyar a un barrio que se ha visto tan afectado por la pandemia y por el estallido social. Queremos que este barrio que es tan importante a nivel turístico, a nivel patrimonial, que se desarrollen este tipo de actividades, que la gente vuelva al barrio”.
A pesar de la ironía y el fuerte sarcasmo y humor negro de su obra, la exhibición funciona para grandes y chicos.
Pese a su anonimato, Banksy, el “británico de aproximadamente 40 años de edad”, según el material promocional de la exposición, está considerado uno de los artistas urbanos más influyentes e icónicos del mundo.
En 2010 fue incluido por la prestigiosa revista Time en su lista de las 100 personas más influyentes.
Sus obras se han vendido por millones de dólares en exclusivas casas de subastas, aunque la gran mayoría pueden ser apreciadas gratuitamente en algunas las ciudades más importantes del mundo, usualmente de manera temporal antes de que sean destruidas —a veces inadvertidamente— o robadas.
La colección de obras que se presenta en la exhibición no está autorizada por Banksy, pero “la empresa de Banksy Pest Control conoce y confirma su contenido”, según el GAM.
La exhibición se extenderá hasta el 31 de julio en el Centro Cultural Gabriela Mistral y los tickets están a la venta en Passline.