Desde que el mundo conoció la inteligencia artificial generativa empezó una carrera por ver qué empresa la implementaba de la mejor manera para tener la ventaja competitiva. Así es como la IA está cambiando los negocios:
Cuando Sam Altman le dio al mundo Chat GPT seguramente no sabía que estaba dividiendo la historia en un antes y un después, si bien de inteligencia artificial se habla hace años, no fue hasta que llegó la inteligencia artificial generativa y se masificó el poder de usarla que vivimos un real cambio. Incluso, expertos como Bill Gates han comparado la IA con tecnologías como el computador y el internet que cambiaron para siempre el estilo de vida de las personas y, sin duda, la forma de hacer negocios.
A los pocos meses de haber conocido esta innovación, internet estaba llena de imágenes virales de respuestas de motores de IA fuera de lugar, desinformadas o simplemente sin ninguna coherencia, algunos llegaron a desestimar el poder de la IA tempranamente, no sabían lo que venía en el futuro cercano.
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Hod Lipson, profesor de ingeniería mecánica de la Universidad de Columbia, asegura que la IA se alimenta de datos proporcionados por el humano y que cada 18 meses duplica los datos que obtiene, dentro de un tiempo -no tan largo- este plazo será de 6 meses. “La IA aprende con ejemplos, no con reglas”, explicó, y el humano se ha encargado de proporcionarle la información que necesita a través de miles de conversaciones con Chat GPT, Copilot, Gemini o cualquier motor de IA.
Con la caja de Pandora abierta y la IA al alcance de todos, los empresarios no tienen otra opción que incorporarla en sus operaciones. Marcela Perilla, presidenta para la región norte de América Latina y el Caribe, asegura que actualmente 95% de las empresas ya usan IA y que para 2025 todas la usarán, a su vez, la última Encuesta Global de McKinsey sobre IA reveló que 65% de los encuestados utilizan regularmente IA generativa, casi el doble del porcentaje de su encuesta anterior hace apenas diez meses.
La misma encuesta reveló que los departamentos que más avanzados están en la adopción de IA son marketing y ventas (34% de los encuestados), desarrollo de productos y servicios (23%) y tecnología de la información (17%); frente a áreas como manufactura (4%), cadena de suministro e inventario (6%) y finanzas (7%) que no la usan tanto y donde hay un potencial enorme de optimizar tiempos, costos y esfuerzos del talento humano.
Aún cuando la adopción de la IA ya es una realidad por parte de las empresas, según Perilla, el 78% de los Chief Information Officer (CIOs) dicen que el reto es entender esta tecnología. En algunos casos, la IA es aún una herramienta que algunos trabajadores emplean de forma aislada y no hace parte de una estrategia transversal a toda la organización, en otros se ha implementado una estrategia apalancada en esta tecnología para un área específica de la compañía ignorando otras áreas que también le pueden sacar provecho.
“La IA va a revolucionar la economía y esa va a ser una construcción de las empresas. Si una organización no aprende de la IA se va a quedar atrás. El cambio es tan disruptivo que el primer jugador de la industria que lo haga bien y que piense en operar de una forma completamente distinta va a hacer que el resto de la competencia quede obsoleta”, expresó Cassio Christianini, responsable de IA en SAP para la región norte de América Latina y el Caribe.
Pero, ¿por dónde empezar? Así como la IA de los motores públicos empezó generando respuestas que en muchas ocasiones dejaban mucho qué desear y poco a poco se fue alimentando de datos que robustecieron su capacidad de responder, eso mismo pasará con las empresas. Las organizaciones que deseen sacar provecho de la IA deben empezar por almacenar la mayor cantidad de datos en la nube.
“Sin datos no tengo IA informada. Antes, tener almacenadas grandes bases de información era muy costoso, ahora la nube ha permitido almacenar grandes cantidades de información a precios muy accesibles”, expresó Santiago Duque, director de negocios en SAP para la región norte de América Latina y el Caribe.
El ejecutivo también habló de cómo SAP está ayudando a miles de empresas a adoptar la IA. “Nuestra meta es para el 2025 ser la empresa número uno en aplicaciones de negocio basada en IA Gen para los negocios, esa es nuestra premisa y para lograr esto tenemos oferta, no solo para las grandes compañías (una nube privada), sino también para pequeñas y medianas compañías (nube pública) donde hay unos costos mucho más accesibles”.
Una vez sus bases de datos estén en la nube, proveedores de tecnología como SAP, Oracle, Microsoft, Google, Globant, entre otros, le ayudarán a generar un esquema apalancado en IA que funcione como un aliado de sus empleados y les ayude a optimizar tiempos, costos y esfuerzos.
Un aliado, no un sustituto
Uno de los miedos más latentes de los trabajadores es que la tecnología reemplace sus labores y elimine sus puestos de trabajo, sobre esto Christianini dice que “la IA que desarrollamos es para mejorar e incrementar la capacidad de las personas, no para sustituirlas. No creemos que estemos en un nivel de madurez y confiabilidad de la tecnología para dejarla operar por sí misma sin inspección humana”.
Además, habla de características humanas como la empatía y la creatividad como elementos fundamentales que serán cada vez más requeridos en las empresas mientras la tecnología toma el control de las tareas operativas, repetitivas y mecánicas. Incluso, el profesor Lipson asegura, con un tono jocoso, que “cualquiera que se ensucie las manos en su trabajo está completamente a salvo de ser reemplazado por la IA”.
Los grandes proveedores de tecnología se toman en serio la mitigación de riesgos frente al uso de la IA. “En SAP se habla de una IA responsable, eso significa que 100% de los casos de uso que liberamos a nuestros clientes pasan por un comité de ética que es formado por gente todos las regiones de del mundo”, dice Christianini, mientras que Duque asegura que toda IA debe ser “relevante, responsable y confiable”. Otros de los grandes nombres de la industria también han reiterado su compromiso por generar tecnología de valor y con toda la seguridad que se requiere.
La IA es una realidad y las organizaciones deben ser muy cuidadosas en su adopción, especialmente con los datos con los que alimentan las nubes -públicas o privadas-, pero más allá de hacer un mal uso de ella, el mayor error será ignorarla, quien más rápido la adopte de forma exitosa podrá estar ganando la carrera por el market share en cualquier industria.
