Los tokens de intercambio están en el centro del colapso de FTX. ¿Arruinarán a las criptomonedas?
Por Nina Bambysheva, Javier Paz, Michael del Castillo y Steven Ehrlich
En 2017 la bolsa de intercambio de criptomonedas Binance creó un nuevo tipo de activo digital en el blockchain: el token BNB, diseñado para recompensar la lealtad de sus clientes, por ejemplo cuando hicieran transacciones en la plataforma o cuando refirieran a amigos a la misma.
“Un modelo para construir un negocio de criptomonedas escalable e impactante”, proclamó el editor de CoinDesk, Pete Rizzo, en 2019, cuando Binance movió la moneda a su propio blockchain. “Increíblemente brillante”.
Hoy en día, lo único increíble de toda esta gama de inventos criptográficos como BNB, conocidos como “tokens de intercambio”, es que su valor se ha inflado a decenas de miles de millones de dólares y que, en gran parte, se han convertido en la base sobre la cual se erige el mercado de activos digitales.
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El eslabón más débil en el criptoimperio del ex multimillonario Sam Bankman-Fried era el token de intercambio de FTX, denominado FTT.
Según Reuters, Bankman-Fried prestó a su empresa de inversiones, Alameda, miles de millones de dólares en fondos de clientes de FTX, garantizados por estos tokens FTT, que se inventaron esencialmente para ofrecer descuentos comerciales y otros beneficios a los usuarios de FTX.
“La forma en que funciona FTT”, dijo Bankman-Fried en una entrevista de agosto de 2022 con FORBES, “no es que obtienes FTT gratis por hacer cosas … obtienes mierda gratis por tener FTT”.
En 2021, cuando su precio estaba al máximo, FTT tenía un valor de mercado de US$ 9.600 millones, pero a diferencia de las acciones comunes y corrientes, que representan propiedad legal de los activos de una corporación para su tenedor, FTT no representa ninguna propiedad accionaria en FTX.
Si FTT tenía algún valor intrínseco era en forma de los descuentos que obtenían los clientes de FTX, de hasta un 60% para los comerciantes activos.
Los tokens de intercambio funcionan esencialmente como los programas de cliente frecuentes de aerolíneas o restaurantes. Tienen valor, pero es poco probable que un banco los acepte como colateral para un préstamos hipotecario.
Sin embargo, en el altamente especulativo y, a menudo, extraño mundo de los activos digitales, estos tokens se negocian en numerosas bolsas de criptomonedas —al igual que se compran y venden acciones en la Bolsa de Valores de Nueva York— y Bankman-Fried supuestamente los utilizó como garantía para los préstamos de su empresa.
Hasta hace poco FTT cotizaba a US$ 26 y tenía una capitalización de mercado de US$ 3.500 millones, pero después de que el rival de Bankman-Fried, Changpeng Zhao, fundador de Binance, dijera en Twitter que planeaba vender más de 500 millones de FTT, provocó el equivalente criptográfico de una corrida bancaria. Changpeng Zhao afirma que Binance no pide préstamos y que nunca ha utilizado BNB como garantía de préstamos.
Hoy, FTT se vende a US$ 1,31 y tras la quiebra de FTX es probable que pronto no valga nada.
¿Por qué serían la ruina de las criptomonedas?
Pero la historia de los tokens de intercambio en criptolandia está lejos de terminar. FORBES ha contabilizado más de 16 bolsas globales de intercambio de criptomonedas y DeFi (finanzas descentralizadas) que actualmente utilizan estos tokens, por un valor de mercado combinado de no menos de US$ 62.000 millones.
De hecho, los tokens de intercambio son una parte importante del ecosistema criptográfico porque son efectivos creando lealtad entre los clientes, especialmente cuando sus precios están aumentando.
Prácticamente todos estos tokens ofrecen a sus titulares beneficios específicos, como descuentos en tarifas comerciales, préstamos con términos preferenciales y tarjetas Visa cash back. Los tokens de intercambio también se otorgan a clientes que atraen a nuevos usuarios a la plataforma, en un sistema similar al de las ventas multinivel, como Amway. Estos tokens son el combustible que alimenta las burbujas del ecosistema criptográfico.
Binance, el intercambio de criptomonedas más grande del mundo, tiene su propio token, BNB, que por sí solo tiene una capitalización de mercado de US$ 45.900 millones, aunque no representa ningún capital en la empresa de Changpeng Zhao ni se ha registrado como un valor en EE.UU.
Quien que abra una cuenta en Binance y comience a operar puede comprar o ganar estos tokens BNB, que ofrecen un 25% de descuento en las tarifas de transacción al contado y de margen, y un 10% en futuros.
Si un cliente trae amigos a Binance, puede obtener comisiones de hasta un 40% cada vez que realicen una operación en la plataforma. Además, como Binance tiene su propio blockchain que acuña BNB, sus clientes pueden usar el token para pagar bienes y servicios; reservar pasajes aéreos y hoteles en sitios como Travala; participar en ventas exclusivas de tokens y ganar tokens gratis completando encuestas y otras operaciones.
En particular, estos activos digitales también son esenciales para quien quiera utilizar el intercambio descentralizado DEX, de Binance, que en teoría no puede ser intervenido por los reguladores en EE.UU.
A diferencia de un bitcoin, que se extrae cada 10 minutos, los 350 millones de tokens FTT acuñados se crearon en lo que se denomina como un preminado.
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“Nunca se acuñarán más”, dijo recientemente Bankman-Fried. De hecho, casi todos los FTT se vendieron durante un período de aproximadamente tres meses a partir de junio de 2019, antes de estar disponibles en las bolsas de criptomonedas.
“Efectivamente, todos los tokens FTT eran propiedad de un conjunto de personas y entidades”, dijo Bankman-Fried.
Con el fin de crear escasez y esencialmente reforzar el valor de sus tokens de intercambio, FTX y Binance realizan periódicamente lo que se conoce como “quema de tokens”.
Cada cierto tiempo ambos intercambios envían tokens a direcciones irrecuperables, sacándolos de circulación y aumentando el valor de los tokens de intercambio restantes.
Desde 2019, FTX ha quemado 21 millones de tokens FTT y Binance ha quemado más de 42 millones de BNB, valorados en US$ 11.600 millones a precios actuales.
En términos de gobernanza, los tokens de intercambio, al igual que los programas de cliente frecuente, están completamente bajo el control de la entidad que los emite o canjea, incluso si profesan ceñirse a cronogramas preestablecidos para su emisión o quema.
Los tokens DeFi, por el contrario, afirman ofrecer a los titulares la capacidad de proponer y votar cambios en la plataforma. Pero en realidad, muchas grandes plataformas DeFi concentran la gobernanza en manos de grandes inversores y equipos fundadores.
Además, así como FTT no otorgó a sus titulares participaciones en FTX, la compra de un token DeFi no necesariamente otorga derechos de propiedad sobre la plataforma que los emite.
La siguiente tabla ofrece detalles sobre unos 16 tokens de intercambio de criptomonedas y plataformas DeFi diferentes que representan más de US$ 60.000 millones en valor de mercado. Brillan por su ausencia Coinbase y Kraken, que tienen su sede en EE. UU. y han evitado emitir tokens de intercambio, probablemente porque la SEC los podría considerar como valores. Todos los tokens enumerados se negocian en bolsas diariamente como acciones, la mayoría de ellos han caído en picado en valor en el último año, pero ninguno ofrece propiedad en las empresas a las que están afiliados. Inversionista, tenga cuidado.

