Tyson dejó atrás años de furia y violencia y lo atribuye al cannabis, con el que ha hecho una fortuna
El cofundador, presidente y directivo de Tyson 2.0, Chad Bronstein, recaudó más de US$100 millones el año pasado para sus empresas Fyllo, Wesana y Tyson 2.0.
Esa cifra acaba de llegar a los US$ 109 millones tras el cierre una ronda Serie A sobresuscrita (por encima de la meta planteada) de US$ 9 millones, liderada por JW Asset Management, para su empresa de cannabis Tyson 2.0, cofundada por Mike Tyson.
“He tenido el placer de trabajar y conocer a Chad y Adam [Wilks] durante muchos años. Estoy impresionado por la rapidez con la que han escalado el negocio, convirtiéndose en una de las principales marcas nacionales de cannabis en la actualidad”, dijo Jason Wild, Presidente y Director de Inversiones de JW Asset Management.
LEA TAMBIÉN: Lista Forbes: los 10 deportistas mejor pagados del mundo
Wild se refería a que Bronstein, Tyson y el CEO de Tyson 2.0, Adam Wilks, han expandido la marca a 20 estados de EE.UU. y Canadá, y han vendido más de 4.000 libras de flor de cannabis en toda Norteamérica en un año.
Utilizarán la financiación para adquirir propiedad intelectual de famosos a nivel global, ampliar la comercialización y la distribución. Pero dentro del propósito empresarial hay algo más profundo: terminar con el estigma de una sustancia que ha cambiado la vida en la experiencia de Tyson y de millones de personas.
“Ese es nuestro objetivo”, dijo Bronstein. Forbes habló con él y con Tyson sobre esta meta en el dispensario Zen Leaf de Prospect Heights, Illinois (EE.UU.) Y, con la perspicacia empresarial de Bronstein y la honestidad de Tyson sobre su increíble pero verdadera historia de vida, los dos pueden lograrlo.
Mike Tyson sobre el alcohol y el cannabis
Mike Tyson, miembro del Salón Internacional de la Fama del Boxeo y ex campeón mundial indiscutible de los pesos pesados, no tocó el cannabis durante 14 años. “Mi primer año como campeón no fue muy bueno. Un montón de demandas. Fue abrumador para mí a los 20 años. Siempre quise lo que pasa ahora, pero no estaba preparado para ello”, relata Tyson. El cannabis —y los psicodélicos— cambiaron todo el panorama.
“Nunca debí dejarlo”, dice Tyson. “Dejé de consumir hierba, pero bebí como un loco. Psicológicamente, era como ‘eso es legal; puedo comprarlo y no meterme en problemas’. Así que dejé de ser un marihuanero y me convertí en un alcohólico furioso”.

Resume como nadie las diferencias entre el alcohol y la hierba: “pon a cinco pandilleros en una habitación con algo de licor; se matarán entre ellos. En cambio, si encierras a cinco pandilleros en una habitación con un poco de marihuana, se tomarán selfies. Esa es la diferencia entre los dos”, dice Tyson.
Una gran cantidad de literatura científica avala la experiencia anecdótica de Tyson en cuanto a la relación entre el alcohol y la violencia.
ADEMÁS: LeBron James es el primer basquetbolista activo milmillonario de la historia
Transcurridos cinco minutos de la conversación, Tyson le pregunta a Bronstein qué le impulsó a entrar en la industria del cannabis. Curiosamente, Bronstein nunca fue un gran aficionado al cannabis. “Nunca he fumado tanto. Antes (veía a la gente con cannabis) y decía: ‘Oh, son marihuaneros’. Luego te informas de sus efectos, de cómo ayuda a la gente y de todas las cosas que hace”. ¿Y qué diferencia hace? Pregúntenle a Tyson.
“Mi familia está muy contenta con lo que hago”, afirma el ex pugilista. “Ven que soy un tipo diferente usando cannabis que sin usarlo. Siempre me dicen: ‘creo que es hora de que fumes’. Soy un drogadicto en recuperación. Siempre estuve en la cárcel. Siempre en la cárcel. Siempre en rehabilitación. Era un desastre”.
“Los efectos del cannabis, sus beneficios para mí… No puedo articularlo”, dice Tyson. “Voy a hacer esto el resto de mi vida, legalmente… o ilegalmente”, concluye.