El universo de los NFT está repleto de transacciones sospechosas

Por Jeff Kauflin

Un día martes a principios de febrero pasado, Alexandre Arnault, de 29 años de edad, entró en el mercado de NFTs OpenSea.

Allí, Arnault, hijo de Bernard Arnault, presidente y CEO del conglomerado de lujo LVMH, y quien, según datos de Forbes, es la tercera persona más rica del mundo (con una fortuna valorada en US$ 170.000 millones), hizo una oferta de US$ 3.100 por un NFT conocido como HypeBear #9021.

Los HypeBears son unos simpáticos y coloridos ositos digitales con distintos accesorios de vestir, como gafas de sol en forma de corazón y sombreros de vaquero, y el #9021 es uno de los más raros —y por tanto, más valiosos— de la colección de 10.000 imágenes.

Pero ese martes los compradores ofertaban por los Hypebears durante un período de pre-reveal (una preventa), durante la cual se supone que nadie sepa cómo serán los nuevos ositos en venta o cuáles serán los más raros.

Así que el joven Arnault, ejecutivo de Tiffany & Co., estaba, en teoría, pujando a ciegas en una subasta y comprando el equivalente a un billete de la lotería, como tantos postores de NFT.

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Pero Arnault, hijo, estaba tan empeñado en adquirir el HypeBear #9021 que ofreció por él 32% más de lo que se estaba ofreciendo por otros HypeBears también desconocidos, y lo compró fácilmente.

Hizo lo mismo con el HypeBear #7777 —por el cual ofreció 58% más por encima del precio de venta— y con otros siete ositos digitales.

Dos días después, cuando se revelaron las identidades y los detalles de cada uno de los 10.000 ositos, resultó que Arnault había apostado, milagrosamente, por cinco ositos y había adquirido tres de los 10 ositos más raros, entre ellos el #9021 y el #7777.

¿Cuáles son las probabilidades de que Arnault haya adquirido tres de los 10 ositos más raros sin conocimiento previo alguno de lo que estaba comprando? Una entre 440.000, según Convex Labs, una startup tecnológica que quiere hacer más transparentes los mercados de criptomonedas y NFT. ( A modo de comparación, las probabilidades de que te caiga un rayo en vida son de 1 entre 15.000).

Entre los tres HypeBears ultra raros que Arnault compró a ciegas, el #9021 resultó ser un osito con cara de mono, cubierto de oro de la cabeza a las patas, con unas Crocs. Arnault vendió el #9021 cuatro días después por US$ 14.700 dólares, con una ganancia del 377% (US$ 11.600).

EL HYPEBEAR #9021. FOTO: RARITY SNIPER

HypeBear #7777, por otro lado, tiene un traje de astronauta blanco con la bandera estadounidense. Arnault pagó US$ 3.900 por él y lo vendió por US$ 12.900 un mes después, utilizando en sus operaciones múltiples cuentas de criptodivisas que parece controlar.

Un portavoz suyo niega rotundamente que Arnault haya tenido información privilegiada sobre los ositos antes de conocer sus características, pero se negó a responder a las preguntas específicas que le hizo Forbes.

EN CUALQUIER OTRO MERCADO REGULADO SALTARÍAN LAS ALARMAS

Si HypeBears fueran acciones, las operaciones previas a la desvelación de #9021, #7777 y otros probablemente hubiesen hecho sonar las alarmas en la Comisión de Bolsa y Valores (SEC), provocando una investigación sobre lo que aparenta ser un caso de tráfico de información privilegiada, es decir, el intercambio de información que aún no ha sido divulgada al público inversor.

Pero en el mundo de las criptomonedas y las NFT, que en gran medida carece de regulación, las transacciones que apuntan a manipulación del mercado y al tráfico de información privilegiada son frecuentes y legales.

“Las NFT son muy prometedoras, pero hay muchos malos actores”, dice Ricardo Rosales, CEO Convex Labs. “Lo abordamos desde la perspectiva de que si algo puede salir mal, saldrá mal, y si alguien puede aprovecharse, probablemente lo haga”.

¿Cómo pudo Arnault enterarse de cuáles serían los NFTs más raros antes de que se revelaran? El proyecto HypeBears fue fundado por Ernest Siow, de 26 años, un modelo y empresario a tiempo parcial radicado en Singapur. El 10 de febrero, el día en que se revelaron los HypeBears, Siow tuiteó una captura de pantalla donde aparecían él y Arnault en una videollamada y escribió: “¡Gran encuentro, hermano! Ahora vamos a ver nuestros osos”. Arnault lo retuiteó, aunque se le conoce más por publicar fotos suyas con celebridades como Jay-Z, Roger Federer o Warren Buffett.

¿Le dio Siow información privilegiada a Arnault, de la misma manera en que el CEO de Imclone le proveyó información privilegiada a Martha Stewart y a su corredor de bolsa, permitiéndole a la mujer vender la empresa justo antes de que la FDA les diera malas noticias? Imposible afirmarlo. Las pruebas hasta ahora son circunstanciales y Siow dice que no se filtró ninguna información. La participación de Stewart en el caso ImClone es famosa porque le costó cinco meses en prisión por falso testimonio y obstrucción a la justicia. Pero Arnault no tiene de qué preocuparse: las NFT no están consideradas como valores (aún) y su comercialización no está regulada.

Tras la adquisición de Tiffany por LVMH en enero de 2021, Alexandre Arnault se convirtió en vicepresidente de Producto y Comunicaciones de esa empresa. Alexandre también es un activo inversionista de NFTs.

Los inversionistas de NFTs no tienen que buscar mucho para encontrar otros ejemplos sospechosos de utilizar información privilegiada.

INFORMACIÓN PRIVILEGIADA A LA ORDEN DEL DÍA

A principios de marzo surgieron interrogantes en torno a los Meebits, una colección de 20.000 hombres, mujeres y otras criaturas en forma de bloqueS lanzada por Larva Labs, creadores de CryptoPunks.

Entre enero y febrero el volumen de intercambios de Meebits fue bajo, con una media de 22 transacciones diarias en OpenSea. Pero a principios de marzo surgieron rumores de una inminente adquisición y se registraron rápidas rachas de transacciones. El 10 de marzo se registraron 87 intercambios de Meebits. El 11 de marzo se intercambiaron 406 Meebits antes de las 18:00 hora local de Nueva York. Minutos después, se produjo la gran noticia: Yuga Labs, la empresa detrás de la colección de NFTs Bored Ape Yacht Club, anunció la compra de los derechos de propiedad intelectual de Meebits y CryptoPunks, lo que hizo que los precios de ambas colecciones se dispararan en un 70% y un 11%, respectivamente, en cuestión de horas.

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La cuenta de denuncias en Twitter NFT Ethics identificó recientemente a determinados compradores de Meebits sugiriendo que tenían información privilegiada sobre el anuncio de Yuga Labs.

Uno de ellos era Justin Taylor, quien se identifica en LinkedIn como jefe de Marketing de Productos de Consumo en Twitter. Taylor compró siete Meebits el 8 de marzo y uno el 9 de marzo. Lesley Silverman fue otra de las señaladas: es la directora de Web3 en United Talent Agency, que tiene a Larva Labs como cliente. Silverman compró un Meebit el 5 de marzo y otro el 8 de marzo. Taylor no respondió a una solicitud de comentarios por parte de Forbes, y un portavoz de Silverman y UTA no quiso hacer comentarios.

En diciembre de 2021, dos días antes de que Nike anunciara la sorprendente noticia de que había adquirido el estudio de NFTs Rktfkt, un usuario de Twitter con seudónimo demostró que lo sabía. Sarah1of1 compró cinco de los NFTs CloneX Mint Vial de Rktfkt en los días previos al 11 de diciembre, por unos US$ 81.000. El 12 de diciembre, tuiteó: “espera hasta mañana, jaja, yo compraría ahora si pudiera”. Efectivamente, la adquisición se anunció al día siguiente, y el precio de los NFT de Rktfkt subió considerablemente. Sarah1of1 vendió sus cinco Mint Vials en 24 horas, quedándose con una ganancia de US$ 85.000.

“Hubo tráfico de información privilegiada con CloneX, al 100%”, dice un coleccionista de NFT de Austin que se hace llamar BitBoyJay en Twitter y que tiene casi 1.000 NFTs. Sarah1of1 no respondió a solicitudes de comentarios que le hizo Forbes.

‘EL SALVAJE OESTE’ DE LOS NFT

Parte del problema es que poca gente cree que los reguladores estén vigilando. Los NFT no se consideran actualmente valores financieros, y muchos operadores de NFT buscan agresivamente beneficiarse de cualquier ventaja a su alcance. “Ahora mismo estamos en el salvaje oeste”, dice BitBoyJay. “No veo que nadie se meta en problemas estando todo este sector sin regulación”.

En un sentido estricto, tiene razón. El uso de información privilegiada sólo es un delito cuando se trata de valores financieros, y John Coffee, experto en información privilegiada y profesor de la Facultad de Derecho de la Universidad de Columbia, cree que, a pesar de la reciente investigación de la SEC sobre los NFT, es poco probable que la mayoría de los NFT se consideren valores sin una nueva legislación.

Pero eso no significa que los tramposos no vayan a tener problemas. Los compradores de NFT a quienes se les prometió un mercado justo y con igualdad de oportunidades podrían demandar por fraude, y los emisores de NFT podrían verse obligados a pagar fuertes indemnizaciones.

Por ahora, sin embargo, la fiscalización está en manos de los vigilantes de Twitter que pueden seguir las transacciones en blockchains públicos y denunciar irregularidades.

El año pasado OpenSea le pidió la renuncia a su jefe de Producto luego de que usuarios de Twitter descubrieran que una billetera de criptomonedas vinculada al ejecutivo estaba comprando NFTs poco antes de que aparecieran en la portada OpenSea, que influye en los precios de los NFT. En otras palabras, el ejecutivo parecía estar adelantándose a las promociones de su propio empleador. El ejecutivo no respondió a la solicitud de comentarios que le hizo Forbes.

Controlar el mercado de NFTs tomará tiempo, trabajo de los entes reguladores y demandas por fraude, si es que alguna puede controlarse.

LOS VIGILANTES DEL MERCADO

Pero Convex Labs, con sede en Silicon Valley, está intentando crear herramientas para vigilar el sector en tiempo real. Fue fundada el año pasado por ocho estudiantes y exestudiantes de Stanford, incluyendo a Ricardo Rosales, de 29 años, un ex operador de high-frequency trading en Goldman Sachs, y Nick Bax (31), un doctor en biología estructural que ha estado haciendo investigación forense de blockchain desde 2017.

Cuando la comercialización de NFTs superó los US$ 300 millones de volumen de negociación mensual el pasado mes de julio, Rosales y Bax se dieron cuenta de que podían utilizar sofisticadas técnicas para encontrar datos sobre la rareza de un NFT antes de su divulgación, debido a los mediocres controles de privacidad o seguridad que suelen establecer los equipos de proyectos de NFTs. Rosales y Bax crearon herramientas para analizar y explotar estas vulnerabilidades y obtuvieron US$ 50.000 en ganancias en cinco semanas.

Sin embargo, pronto decidieron que construir un negocio que arrojara luz sobre el comercio de NFTs podía ser más gratificante a largo plazo. Explotar vulnerabilidades “no era muy estimulante”, dice Bax. “Fue divertido las primeras veces. Pero, obviamente, no quería hacerlo el resto de mi vida. Y solucionar el problema es más interesante”. Entonces publicaron sus herramientas para detectar comportamientos impropios y reorientaron su negocio para tratar de hacer más transparente el mercado de las NFT.

Una de las maneras en que lo han hecho es ofreciendo servicios de auditoría de imparcialidad para proyectos de NFT, que pueden ayudar a los emisores a garantizar que están distribuyendo los NFT de manera justa ydemostrar a los inversionistas que expertos externos han inspeccionado el proyecto.

Se trata de un trabajo que requiere mucho tiempo y que, según dicen, puede suponer unos honorarios de entre US$ 10.000 y US$ 100.000. Ahora están creando un sistema de etiquetado de NFT pagado por los productores de las obras llamado Honest Protocol, que identificaría públicamente los atributos de una colección, como por ejemplo si los NFT raros se distribuyeron de forma justa y aleatoria. “Se han aprovechado de mucha gente en el sector minorista”, dice el cofundador de Convex, C.K. Umachi. “Así que esa es nuestra misión. ¿Cómo educamos a estas personas? ¿Y cómo protegemos a estas personas?”.

EL MERCADO NECESITA MÁS HERRAMIENTAS DE REGULACIÓN

Hay una necesidad urgente de este tipo de herramientas de transparencia, sobre todo porque los NFT suelen ser lanzados por artistas y desarrolladores de software con poca o ninguna experiencia en la materia.

Por ejemplo, la Superlative Secret Society, con sede en Indonesia, lanzó una colección de NFTs de arte abstracto en septiembre de 2021, recaudando US$ 2,7 millones. Pero un investigación de Convex Labs descubrió un fallo importante en el lanzamiento: el 75% de los 50 tokens más raros se acuñaron durante la fase de preventa del lanzamiento de las NFT, cuando solo un selecto grupo de inversionistas podía comprar el arte digital antes de que saliera a la venta al público. Por tanto, solo los insiders y los conocedores pudieron comprar los los NFT más valiosos.

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Un estudio reciente de Chainalysis demuestra que, incluso en los lanzamientos más justos de NFT, los insiders se llevan la mayor parte del botín, al menos a corto plazo. Los coleccionistas que se inscriben en una lista de preventa y luego venden sus NFT obtienen ganancias el 76% de las veces porque compran con descuento. Los que no entran en el club de preventa sólo obtienen ganancias el 21% de las veces).

Luqman Santosa, community manager de Superlative Secret Society, admite el error y dice que se puede atribuir simplemente a la falta de experiencia de su desarrollador de software. El desarrollador, conocido como The Bot, nunca había programado blockchain antes de trabajar en estas NFT, y no supo distribuir aleatoriamente las piezas más raras de la colección de 11.110 obras.

Para colmo de males, fue difícil comunicarse con The Bot porque vive en una zona de Indonesia que está “prácticamente fuera de la red”, dice Santosa, donde el acceso a Internet es lento e irregular. Santosa afirma que no hubo ningún motivo oculto en la distribución porque The Bot nunca ha tenido ninguna NFT de la Superlative Secret Society, que ahora se venden a unos US$ 250 cada una, más o menos lo mismo que costó comprarlas originalmente durante la preventa.

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