La economía global tiene a las principales bolsas de valores del mundo en rojo. En este escenario, los inversionistas lejos de quedarse con los brazos cruzados, están encontrando en las inversiones alternativas una salida a la volatilidad en un mercado que se proyecta en 24,5 billones de dólares para 2028.
El mundo de las inversiones está cambiando. Los mercados tradicionales se enfrentan cada vez más a incertidumbre y volatilidad, la economía global se comporta como una montaña rusa y los inversionistas están pagando un alto precio por esto. Marzo registró las mayores caídas porcentuales mensuales en el S&P 500 y el Nasdaq coronó el peor trimestre desde 2022.
En este contexto, los inversionistas más experimentados están empezando a buscar opciones fuera del radar y las alternativas se posicionan como una opción atractiva y al alza. Según Preqin, firma de inteligencia de datos y análisis para este sector, se espera que el volumen global de activos alternativos pase de 16,3 billones de dólares a finales de 2023 a 24,5 billones de dólares en 2028.
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Las alternativas son todas las inversiones que no se encuentran en los mercados tradicionales públicos de acciones, pueden ir desde fondos en activos tangibles como proyectos de infraestructura hasta activos más complejos como las criptomonedas y los NFTs.
Si bien cada segmento de mercado tiene características diferentes, las inversiones alternativas en general se caracterizan por “una menor liquidez, estructuras más complejas y fuentes de retorno diferenciadas. Además, requieren horizontes de inversión más largos. Su baja correlación con los mercados públicos las convierte en una herramienta esencial para la diversificación y la gestión del riesgo en portafolios sofisticados”, explicó Mauricio Guzmán, head de Estrategia de Inversión de Sura Investments.
Quienes deseen entrar en el universo de inversiones alternativas deben conocer muy bien el segmento por el que están apostando, además, deben saber que lo más probable es que su dinero esté invertido durante un plazo mediano o largo y que no verán su inversión hasta finalizado el tiempo estipulado.
Esta serie de condiciones conllevan una gran ventaja: “hay una prima por liquidez. En la medida que tú tengas una ventana de liquidez más reducida, puedes capturar mayores retornos”, explicó Jean Pierre Serani, Partner y Head of Clients para Colombia de Patria Investments, firma que tiene más de 42.000 millones de dólares en activos bajo administración en la región y más de 6.000 dólares en Colombia.
Por su naturaleza, las inversiones alternativas están diseñadas para proteger el capital de la inflación y la volatilidad de los mercados tradicionales, pero no significa que sea recomendable tener allí el 100% del portafolio. Camilo Aristizabal, CIO y Head de Inversiones de BTG Pactual recomienda que una persona natural tenga hasta el 20% de su capital en alternativas y los más experimentados hasta un 30%. Sin embargo, según estimaciones de Patria, los inversionistas colombianos destinan entre 1% y 2% del portafolio a este segmento, excluyendo las inversiones en finca raíz directas.
Estas son las inversiones alternativas que más se moverán durante 2025:
Activos tangibles
En esta categoría entran principalmente los fondos de infraestructura, donde el capital se destina a megaobras como vías, aeropuertos, puentes y más; y fondos inmobiliarios que pueden incluir activos desde viviendas hasta centros comerciales y parques logísticos, en este caso, los gestores de fondos adquieren varias propiedades y las rentan para generarle utilidades a sus clientes. En la categoría también se incluye la finca raíz.
Santiago Rodríguez Raga, profesor de la Facultad de Administración de la Universidad de los Andes y experto en finanzas personales, recomienda para los perfiles conservadores la finca raíz “es estable su rentabilidad y es el menor riesgo, pero hay que invertir una alta cantidad de recursos”, mientras que para los perfiles de inversionistas agresivos recomienda los fondos inmobiliarios.
Capital privado
Esta es una manera de invertir en empresas que no están listadas en Bolsa, los inversionistas compran participaciones en las compañías con el objetivo de mejorarlas, hacerlas crecer y luego venderlas para generar ganancia.
Este segmento se posiciona como una de las opciones más prometedoras para este año, con más del 50% de los inversionistas planeando aumentar su exposición. “Los recortes en las tasas han mejorado las expectativas de valoración, y han generado expectativa de un repunte en el volumen de transacciones, especialmente en estrategias de small-to-mid buyouts, que recuperan protagonismo frente a los mercados secundarios”, explicó Guzmán.
En este segmento se incluye el capital de riesgo o VC, por sus siglas en inglés, una inversión al alza. Según la Asociación de Capital Privado de América Latina (LAVCA), el VC movilizado en Colombia ascendió a 513 millones de dólares en 2024, lo que representa un incremento del 36,44% frente a los 376 millones de dólares de 2023.
Por su parte, la infraestructura se destaca como una inversión con valor atractivo en 2025. Con el 65% de los inversionistas encuestados por Preqin considerando que los activos están correctamente valorados, “este segmento ofrece estabilidad y flujos de ingresos predecibles en un contexto de mayor apetito por activos reales”, explicó Guzmán de Sura Investments.
Deuda privada
Este es un segmento recomendado para los inversionistas más arriesgados y con conocimiento del producto financiero. Es una forma de que las empresas se financien fuera del sector bancario tradicional con la ayuda de inversionistas. En este segmento “la asignación de capital se mantiene estable, aunque algunos inversionistas expresan cautela ante la competencia por activos y el impacto de tasas más bajas en los rendimientos. Sin embargo, las estrategias de direct lending y special situations continúan siendo altamente demandadas, consolidando el atractivo de la deuda privada en el actual ciclo de inversión”, comentó Guzmán.
Activos digitales
Aunque son activos controvertidos, difícilmente una conversación sobre inversiones hoy en día pasa por alto a las criptomonedas. Si bien no son los favoritos de los gestores y la mayoría de firmas dedicadas a las inversiones alternativas no opera dentro de este mercado, sí entran en esta categoría.
Su alta volatilidad los hace un producto diseñado solo para los perfiles de inversionistas más arriesgados y se recomienda destinar entre 2% y 10% del portafolio a los activos digitales.“El Bitcoin es todavía muy jóven y es muy pronto para saber si es un activo de largo plazo en un portafolio”, destacó Aristizabal de BTG Pactual, recordando una de las principales características de las inversiones alternativas: el largo plazo.
*Publicado en Forbes Colombia.