El Banco Central reseñó en el Informe de Estabilidad Financiera 2022 que esto ha sido consecuencia de la depreciación del peso

El Banco Central de Chile pubicó el Informe de Estabilidad Financiera (IEF) del primer semestre de 2022 que, al compararlo con el anterior, refleja que las condiciones financieras y las perspectivas de crecimiento global se han deteriorado de forma importante, tanto a escala global como local.

La depreciación del peso ha traído como consecuencia la incertidumbre en hogares y empresas. En este escenario, el IEF destaca que hasta marzo de 2022 se han producido salidas de capitales que totalizan US$ 19.200 millones en el último año, “ante una mayor preferencia de inversionistas locales por activos externos”. La cifra para marzo de 2021 llegaba a US$ 11.000 millones y para marzo de 2020 a US$ 8.000 millones.

Y, en relación a esto, se ha incrementado la apertura de cuentas en dólares —por parte de hogares y empresas locales— ubicando una cifra total de US$ 12.600 millones.

En rueda de prensa, Rodrigo Alfaro, gerente de Estudios Financieros del Banco Central, especificó que “las cifras alrededor de octubre de 2020 eran del orden de 50.000 cuentas, y hacia finales de 2021 llegó a 100.000 cuentas. Al cierre de febrero estamos en 180.000 cuentas. Un hecho importante a destacar es que este número de cuentas no necesariamente involucra montos. Lo que observamos es que al principio los montos eran más grandes y ahora son más pequeños”.

Fomentar el ahorro a largo plazo

“Los desequilibrios macroeconómicos acumulados durante el 2021, la incertidumbre política y la menor profundidad del mercado de capitales, especialmente en el largo plazo, no solo han limitado la capacidad de financiamiento de proyectos de mayor plazo —incluida la compra de viviendas— sino que también han reducido las posibilidades de la economía para absorber shocks externos“, reseña el informe.

Con base en esto, uno de los desafíos que planteó la presidenta del BCCh, Rosanna Costa, en el sector financiero del país, es “recomponer un fondo estable de ahorros de largo plazo que favorece el financiamiento de proyectos de inversión y facilita mitigación de turbulencias financieras”.

La estabilidad de estos ahorros, de acuerdo a Costa, son mecanismos que permitirán a su vez estabilidad en los pagos de largo plazo. “Cuando hay shocks externos, cuando todos los agentes internacionales aumentan el riesgo y, por lo tanto, se refugian en dólares, salen de la economía local, liberan activos locales y eso le hace bajar el precio. Esas oportunidades las toman los ahorros de largo plazo en beneficio de quienes los tienen”, detalló Costa.

Situación financiera en hogares y empresas

En el sector inmobiliario residencial se han reducido las ventas e incrementado la participación de proyectos sin ejecución, lo que no ha afectado por el momento la capacidad de pago de las empresas de este sector. Los precios de las viviendas continuaron aumentando, aunque su ritmo ha disminuido a partir de fines de 2021. El sector no residencial continúa ajustándose a los cambios estructurales — acelerados por la pandemia— en las preferencias por distintos tipos de propiedades.

El informe destaca que los hogares enfrentan restricciones de acceso al crédito y desafíos frente a un entorno macroeconómico más deteriorado. El aumento del empleo en 2021 se ha ido ralentizando desde fines del año pasado, en un contexto de una demanda menos dinámica y una oferta que sigue acotada. El endeudamiento de los hogares se moderó en los últimos trimestres, en línea con una menor demanda crediticia y mayores restricciones de acceso a créditos de largo plazo.

Las tasas de morosidad permanecen en mínimos históricos, aunque, en lo más reciente, la cartera de consumo presenta algún aumento del impago. Esto, en medio de indicadores de confianza que señalan mayores preocupaciones de las personas ante un entorno económico más desafiante.

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