Descubra los imperdibles de la antigua capital del Imperio Inca de la mano de Palacio del Inka, a Luxury Collection Hotel

Pronunciar la palabra Cusco nos traslada a diversos escenarios, siendo Machu Picchu tal vez el más popular entre ellos. Y es que sin duda alguna este antiguo poblado inca es uno de los atractivos más apetecidos de la zona, pero no el único que debe tener la atención de los visitantes. El centro de Cusco merece por sí mismo, unos cuantos días para ser explorado. 

La ciudad alberga un sinfín de oportunidades para deleitar a los viajeros, desde los apasionados por la historia hasta quienes disfrutan de la aventura, foodies y aquellos que priorizan las actividades de bienestar. Es un destino atinado para aventurarse a nuevas experiencias donde, por ejemplo, un hospedaje común se convierte en un viaje fascinante. 

Este descubrir al que invita Cusco si bien se vale de su historia, dispone de servicios modernos y confortables que aseguran experiencias memorables para los viajeros. Esta transformación ha dado paso al fortalecimiento de una oferta de lujo, la cual ha aflorado de la mano de una creciente demanda por servicios que permitan al viajero sumergirse en las maravillas de la zona, pero de una manera más exclusiva. En los últimos veinte años ha florecido el turismo de lujo en Cusco, el Valle Sagrado y Machu Picchu. Estos destinos se han adaptado con elegancia a las cambiantes demandas, manteniendo su atractivo innato y diversificando sus ofertas para incluir experiencias únicas y lujosas.  

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La oferta de lujo se compone de tours privados con guías certificados, trenes con categoría superior para el trayecto hasta Machu Picchu, transportes privados para desplazarse por la provincia, spas y una oferta hotelera con experiencias elevadas orientadas a despertar los sentidos de los visitantes.

En este panorama, los hoteles juegan un papel importante, dado que la oferta va más allá de sitios de descanso donde pasar la noche. Son la inmersión a la cultura. Muestra de ello es Palacio del Inka, a Luxury Collection Hotel, considerado un hotel museo, una mansión de cinco siglos de antigüedad ubicada en el corazón del centro de Cusco. 

Hoy uno de los hoteles de lujo más renombrados del área, antiguamente formó parte del QoriKancha (Templo del Sol), y posteriormente se convirtió en la casa de los Cuatro Bustos donde vivió Gonzalo Pizarro, hermano del conquistador de Perú. Más tarde, el edificio pasó al Marqués Juan de Salas y Valdés.

La propiedad es un ejemplo de sitio histórico que transforma a sus visitante a través de los tesoros y actividades que alberga. En cuanto a tesoros, está la piedra de 8 ángulos que forma parte de una pared de piedra inca original de 64 metros cuadrados que se aprecia en el bar, y una colección de 195 obras de arte de la época colonial, siendo 60 de ellas pinturas originales de la Escuela Cusqueña.

Adicionalmente, cada una de las habitaciones y suites están diseñada con una decoración colonial tradicional y una rica paleta de colores que evoca la herencia peruana local, algunas de ellas tienen vista a Kusicancha, un área de viviendas residenciales en la ciudad inca original. Se cree que los objetos usados para rituales (cerámica, telas), la bebida y la comida se producían en Kusicancha, y las ceremonias se celebraban en QoriKancha.

Foto: Marriott International

Como complemento a su infraestructura, el hotel ofrece experiencias enriquecedoras para sus huéspedes, como el tour de arte, a través del cual se recorre la propiedad y se detallan las obras expuestas. Los cuadros más representativos son arcángeles con armas y elementos asociados a deidades andinas, tales como el trueno y las montañas, características de la Escuela Cusqueña; pero en el recorrido también es posible observar arcos de piedra, auténtico arte hispano y antigüedades doradas ornamentadas.

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Junto a esta actividad, la propiedad invita a degustar el pisco a través de una master class diaria, y a conocer a Chaski, una alpaca bebé que visita el patio cada mañana. Estas tres propuestas están a disposición de los huéspedes como cortesía, pero en paralelo están disponibles actividades para quienes se animen a aventurarse en la gastronomía local, como la visita al mercado de San Pedro con el chef y las clases de cocina, los shows de cocina en vivo y los menús de degustación a base de productos locales. 

Para los viajeros que priorizan la relajación tienen a su disposición el Andes Spirit Spa, que ofrece una alta gama de tratamientos revitalizantes y es el único con circuito de hidromasajes en la ciudad de Cusco.

Más allá del hotel, la recomendación es conocer la ciudad caminando, aprovechando la ubicación estratégica. Museos, mercados, tiendas de artesanías, plazas, iglesias y miradores le aguardan. Un buen punto de inicio es la Plaza Mayor o Plaza de Armas, rodeada de comercios, restaurantes, la Catedral de Cusco y la iglesia de la Compañía de Jesús. De ahí puede ser seguir explorando, pasando por el arco de Santa Clara hasta llegar al Mercado de San Pedro. Otros puntos que visitar son la piedra de los 12 ángulos, el Barrio de San Blas y la pintoresca calle 7 Borreguitos, cerca del Acueducto de Sapantiana. 

Foto: Marriott International

Estas son solamente algunas recomendaciones de las maravillas que aguardan en Cusco por ser experimentadas, las cuales marcarán un antes y un después en la bitácora de los viajeros. Como consejo los locales recomiendan dedicar unos 4 días para aclimatarse a la altura y disfrutar plenamente la ciudad. 

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