El Requerimiento de Capital Contracíclico (RCC) que deberá implementar la banca será de una magnitud de 0,5% de los activos ponderados por riesgo.
Como precaución ante una mayor incertidumbre fuera del país, el Consejo del Banco Central de Reserva de Chile acordó durante su reunión del primer trimestre activar el Requerimiento de Capital Contracíclico (RCC) para la banca en una magnitud de 0,5% de los activos ponderados por riesgo.
Se trata de un requisito que obliga a las entidades financieras a tener un colchón de capital disponible para liberarse en contextos de estrés severos que, según el Banco Central, mitiga que el ciclo se profundice a través de una contracción procíclica del crédito.
“No obstante que el escenario macroeconómico ha evolucionado en línea con lo previsto, no se puede descartar completamente el riesgo de ocurrencia de un shock externo severo. Aunque su probabilidad es baja, su impacto negativo en la economía sería significativo. En dicha circunstancia, la liberación del RCC previamente constituido ayudará a mitigar los impactos respecto de la evolución del crédito a hogares y empresas (Capítulo II)”, dice la entidad en su informe de estabilidad financiera del primer trimestre, en el que asegura que la medida se enmarca, además, en un contexto en el que es necesario que todos los actores de la economía sigan recomponiendo sus capacidades.
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En este informe la entidad advierte de que las condiciones financieras se han deteriorado a nivel global respecto del informe anterior, con un grado de incertidumbre sobre su evolución futura “superior a lo habitual”.
La banca que opera a nivel local tendrá un margen de un año para activar este requerimiento, y el banco central asegura que tanto este plazo como su definición cuentan con el informe previo favorable de la Comisión para el Mercado Financiero.
Contexto financiero de hogares y empresas
Según el informe de estabilidad financiera del primer trimestre, el endeudamiento e impago bancario de las empresas chilenas se sitúa en niveles prepandemia. En este segmento, si bien el crédito comercial ha continuado experimentando descensos en su variación anual, el impago se ha mantenido en alza.
“El aumento de impago sigue centrado en los sectores comercio, construcción e inmobiliario; las empresas de menor tamaño y las que optaron por la reprogramación de deudas y/o créditos FOGAPE. Se destaca que continúa la debilidad del sector construcción e inmobiliario, que enfrenta un mercado menos dinámico y mayores restricciones de financiamiento, tanto a proyectos inmobiliarios como a créditos hipotecarios”, dice el reporte.
El endeudamiento e impago bancario de las empresas se sitúa en niveles prepandemia. Al cierre de 2022, el descalce cambiario en las grandes empresas seguía acotado, mientras su posición financiera en general se normalizaba hacia niveles de 2019. El IEF agrega que, en los últimos meses, el crédito comercial ha seguido mostrando caídas en su variación anual, mientras el impago se ha mantenido en alza. “El aumento de impago sigue centrado en los sectores comercio, construcción e inmobiliario; las empresas de menor tamaño y las que optaron por la reprogramación de deudas y/o créditos FOGAPE. Se destaca que continúa la debilidad del sector construcción e inmobiliario, que enfrenta un mercado menos dinámico y mayores restricciones de financiamiento, tanto a proyectos inmobiliarios como a créditos hipotecarios”, dice el reporte.
Respecto a los hogares, asimismo, la entidad detalla que el crédito a personas sigue desacelerándose. En abril, en concreto, la deuda de consumo se redujo en términos reales, mientras que la hipotecaria experimentó un incremento moderado. Sin embargo, el banco advierte de que la situación financiera de las personas de menores ingresos se ha vuelto más estrecha y estas tienen una mayor carga financiera debido al mayor uso de líneas y tarjetas de crédito.
“Esto se ha traducido en un aumento más pronunciado de su impago en consumo, el que se ha concentrado precisamente en deudas rotativas. Por su parte, los hogares de mayores ingresos mantienen más liquidez y han aumentado su deuda hipotecaria, aumentando su impago en menor magnitud”, detalla.
