Aunque dolarización del país no es oficial, ha potenciado privilegios de un segmento de la población

Una grúa sostiene una plataforma con capacidad para poco más de 30 personas (entre clientes y trabajadores) a 50 metros de altura entre una de las zonas “rosas” de Caracas, Venezuela: el municipio Chacao, que junto a Baruta, se ha convertido irónicamente en una especie de pequeña Manhattan rodeada de desigualdad.

Se trata del primer restaurante flotande de Venezuela, Altum, que fue inaugurado a finales del año 2022 y funciona mediante reservación ofreciendo una experiencia gastronómica de lujo en las alturas por los siguientes planes:

  • Tourist Class: US$ 50 que comprende abreboca + bebida (se escoge entre una botella de vino, tres cócteles o cinco cervezas)
  • Business Class: US$ 100 que comprende menú a dos tiempos y barra libre de bebidas nacionales
  • First Class: US$ 140 que comprende menú a cuatro tiempos y barra libre (incluyendo whisky)

Mientras la “Venezuela Premium” —como llaman algunos a través de las redes sociales a la población que puede acceder a estos planes— degusta sus platillos de lujo, el gremio de docentes del país protesta en el centro de Caracas, por sus salarios mensuales —activos y pensionados— que no llegan ni a los US$10; además, hay otras zonas sin luz y sin agua, pues el problema de los servicios básicos no se ha resuelto tras casi diez años de que Nicolás Maduro asumiera la presidencia.

Pero, en esta pequeña Manhattan, eso parece no importar. A unos metros de allí, en Las Mercedes, municipio Baruta, fue inaugurada recientemente la Galería Avanti, una tienda exclusiva donde se puede encontrar ropa de diseñadores internacionales, como Dolce & Gabanna, Valentino, Gucci, Versace, así como dispositivos tecnológicos de modelos únicos.

En la misma zona, hace dos años atrás, inauguraron el primer concesionario Ferrari de Venezuela. Y aunque no pareciera, es el mismo país donde se hacen largas filas (incluso de días) para poder surtir de gasolina a los autos luego de años de falta de inversión y mantenimiento de las principales refinerías de petróleo de la nación.

Galería Avanti Foto: Vanessa Arenas

El regreso de Hard Rock Café

A finales de diciembre de 2022 se inauguró el nuevo local del Hard Rock Caracas luego de que la franquicia se retirara en 2020 durante plena pandemia por Covid-19. El nuevo local está ubicado en Los Palos Grandes, en el municipio Chacao, y cuenta con 1.500 metros cuadrados en los que se encuentran piezas, instrumentos y conjuntos de ropa auténticos, usados por artistas como Rihanna, Madonna y Shakira, en sus presentaciones.

Hard Rock Café tiene otro de sus locales en Venezuela situado en la Isla de Margarita, que abrió durante el año 2006. En la Isla ha repuntado el turismo, sobre todo de extranjeros que provienen de Rusia, así como de venezolanos que emigraron y vuelven de visita a pasar unas vacaciones. Esto último ha ayudado a dinamizar la economía en dólares del país, que aunque no es oficial, es la moneda que más circula entre los comercios. De hecho, todos los precios se anuncian en bolívares (moneda oficial) y en dólares.

Hard Rock Caracas Foto: Vanessa Arenas

El boom de los turistas rusos en Margarita

Esta isla paradisíaca de Venezuela se ha convertido en el escape perfecto para miles de rusos tras iniciar la guerra con Ucrania y aprovechando las buenas relaciones entre los mandatarios de ambas naciones, Nicolás Maduro y Vladimir Putin, lo que ha permitido alianzas y beneficios, como un vuelo directo entre Moscú y Porlamar de la aerolínea Norwind Airlines.

En diciembre de 2022, la agencia de noticias AFP reportaba que en los últimos dos meses cerca de 3.000 turistas rusos habían llegado a Margarita y disfrutaban de paquetes todo incluido (hospedaje, comidas, traslados) por hasta US$ 3.500.

Maduro firmó un acuerdo con Rusia para recibir unos 100.000 turistas hasta el 31 de diciembre de 2022.

Algunos de los paquetes más económicos que ofrecen las agencias de viaje en la isla sobrepasan los US$ 300 por dos noches y tres días. Un precio impagable para un venezolano que viva allá y gane su sueldo en bolívares, ante una tasa del Banco Central de Venezuela que puede llegar a varias dos veces en un mismo día.

Isla de Margarita Foto: Vanessa Arenas

El estadio de la Serie del Caribe 2023

Desde 2018 Venezuela fue retirada de los países sede para jugar la Serie del Caribe, torneo internacional de los equipos de béisbol que reúne anualmente a las ligas profesionales de las naciones que conforman la Confederación de Béisbol Profesional del Caribe. Pero este 2023 volvió a jugarse en Caracas.

Para ello, fue inaugurado a principios de año el Estadio Monumental de Caracas “Simón Bolívar”, en La Rinconada, al oeste de Caracas, que han calificado las mismas autoridades del país como un estadio moderno de grandes ligas. Este lugar fue planificado desde 2013 y originalmente llevaba el nombre de “Estadio Comandante Hugo Chávez”.

Fue diseñado por la firma global de diseño y arquitectura, Gensler, y tiene una capacidad para recibir hasta 40 mil personas, siendo el estadio más grande construido en Venezuela. El total de la inversión fue de unos US$ 70 millones, según las cifras oficiales.

“Es una cifra muy alta para un país con esos índices de pobreza. Un país donde un egresado universitario que ha sido profesor 20 años y tiene un doctorado gana 12 o 14 dólares y una entrada a un juego que cuesta 40 dólares, probablemente es una evidencia de la profunda desigualdad social que un proyecto político, que vino con consigna de eliminar la pobreza y la desigualdad, lo que ha hecho es llevarlos a unos niveles nunca antes visto”, explicó el sociólogo Tulio Hernández al medio venezolano NTN24.

Recientemente también se hicieron virales imágenes y videos del jacuzzi que existe en el área VIP del Estadio Forum de La Guaira, lo que trajo a debate la inversión que hay para estas obras, mientras que centros de salud públicos están en el abandono.

¿Quiénes pertenecen a la Venezuela Premium y cómo acceden a estos privilegios?

“Venezuela se arregló” es una de las frases que más resuena en las redes sociales nacionales durante los últimos meses tras el regreso de algunos migrantes al país  —de los más de 7 millones que han salido de acuerdo con la ACNUR — por los leves signos de recuperación que aparentaba tener Venezuela luego de la profunda crisis social, política, sanitaria y económica de los últimos años.

Expertos económicos también han apuntado a que el leve dinamismo de la economía venezolana se debe a las visitas de cientos de venezolanos que van a pasar vacaciones o temporadas y que inyectan dólares al país que perdió gran parte de su producción petrolera.

Según datos del informe de octubre de 2022 de la Organización de Países Exportadores de Petróleo, que reseña DW, la industria petrolera en Venezuela, a pesar de los altos precios del mercado petrolero mundial, sólo ha producido 723 mil barriles diarios. En 1998, cuando Hugo Chávez asumió la presidencia, Venezuela producía 3,3 millones de barriles diarios y ocupaba el tercer lugar entre los productores más grandes de la OPEP. Según Maduro, la caída de la producción se debe a las sanciones de Estados Unidos.

De acuerdo con cálculos del Observatorio Venezolano de Finanzas, en el mes de noviembre de 2022 la variación de precios llegó a 22 %. “En lo que va de año, la inflación en bolívares es de 200% y en divisas los precios –en promedio– han aumentado 50 %, según nuestras mediciones”, dijo el economista Asdrúbal Olivero al medio local El Pitazo.

Es cierto que en Venezuela ha proliferado la aparición de empresas y negocios, pero muchos de estos provienen del mismo círculo cercano al gobierno que invierte su propio capital (de origen desconocido la mayoría de las veces) en el país, creando una burbuja de aparente recuperación a la que muy pocos pueden acceder.

En el estudio hecho en colaboración con el Centro para la Investigación y Formación Obrera (CIFO) de la Universidad de New Brunswick, Canadá Venezuela: de la crisis económica al capitalismo elitista bodegonero, reseñan este tipo de negocios, sobre todo los bodegones, locales donde la mayoría de productos son importados y, como no existe un control de precio, pueden llegar a ser muy elevados y poco accesibles para la mayor parte de la población.

“En nuestro estudio pudimos observar que la mayoría de las personas no tienen experiencia, o muy poca experiencia, en el sector comercial de los alimentos. Eso apunta a que hablamos de un nuevo grupo de empresarios. Las historias que circulan y lo que hemos percibido es que los dueños forman parte de una nueva élite de personas que están conectadas de una u otra manera con el gobierno, pero nosotros no podemos afirmarlo con certeza científica”, declaró Benedicte Bull, participante del estudio, a la BBC.

De lo que sí se tiene certeza, de acuerdo con los recientes visitantes al país y economistas locales, es que Venezuela aún está muy lejos de arreglarse.

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