Aunque prometió renunciar si Pedro Castillo era destituido, Boularte asumió la presidencia tras golpe de Estado
La abogada y política de tradición izquierdista Dina Boluarte se convirtió este miércoles en la primera presidenta del Perú, al jurar al cargo ante el pleno del Congreso, después de que el Parlamento destituyó a Pedro Castillo, acusado de dar un golpe de Estado.
Boluarte, de 60 años y de cuya vida personal no se conocen muchos detalles, fue elegida como primera vicepresidenta de la República en la fórmula presidencial del partido marxista Perú Libre. El mismo partido que el año pasado postuló a Pedro Castillo a la jefatura del Estado del país, y del cual fue expulsada por diferencias políticas con sus dirigentes.
La flamante mandataria fue ministra de Desarrollo e Inclusión Social desde el inicio del Gobierno de Castillo, el 28 de julio de 2021, hasta fines de noviembre de este año, cuando el escenario político se agravó con la confirmación de que el Congreso iba a someter al expresidente a una tercera moción de destitución por “permanente incapacidad moral”.
Durante su periodo como vicepresidenta, Boluarte representó a Castillo en varios viajes fuera del país, en los que no fue autorizado a desplazarse por el Parlamento. El último de estos fue la cumbre del Foro de Cooperación Asia Pacífico (APEC) en Tailandia en noviembre pasado.

Asimismo, defendió el papel de la mujer en los eventos en los que participó como en la última Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA) en la que afirmó que “no hay desarrollo sostenible sin el desarrollo de las mujeres” y destacó el compromiso del Perú con el empoderamiento de las mujeres a través de políticas innovadoras, aunque persistan estereotipos y acoso político contra las líderes.
LA LLEGADA DE BOLUARTE A LA PRESIDENCIA
En los últimos días, varios integrantes del Ejecutivo, como los exministros Alejandro Salas y Félix Chero, le recordaron a Boluarte que debía renunciar al cargo como lo habían acordado previamente, en el caso de que Castillo fuera destituido por el Parlamento, pero ella mantuvo silencio.
En su lugar, la vicepresidenta decidió dejar el ministerio cuando Castillo hizo su última modificación en el gabinete, tras la renuncia del jurista Aníbal Torres como jefe de Consejo de Ministros en noviembre último y el ingreso en ese cargo de la legisladora y abogada Betssy Chávez.
Tras el anuncio del cierre del Congreso, Boluarte rompió su silencio para rechazar la decisión de Castillo de “perpetrar el quiebre del orden constitucional” y añadió que se trató de “un golpe de Estado que agrava la crisis política e institucional que la sociedad peruana tendrá que superar con estricto apego a la ley”.
De esta manera, la abogada dejó de apoyar públicamente a Castillo y con su nombramiento como jefa de Estado se corrigió de lo que había anunciado el año pasado, cuando declaró que si el entonces presidente era destituido ella se iba con él.

La asunción de Boluarte a la Presidencia de Perú se produjo, además, 48 horas después de que la Subcomisión de Acusaciones Constitucionales archivó una denuncia presentada contra ella por presuntas irregularidades en su renuncia al Registro Nacional de Identificación y Estado Civil (Reniec), una entidad pública en la que trabajaba desde 2007.
También fue presidenta del Club Departamental Apurímac, un cargo para el que realizó trámites de transferencia de funciones que le valieron una investigación del Congreso, que finalmente decidió que no había cometido una infracción constitucional.
PRESIDENTA HASTA EL 2026
Boluarte, nacida precisamente en la región surandina de Apurímac, se postuló a un cargo político por primera vez en los comicios municipales de 2018 y nuevamente intentó una curul en el Congreso en las elecciones extraordinarias de 2020 con Perú Libre, movimiento que la incluyó en la fórmula presidencial de Castillo un año después.
Al convertirse este miércoles en la primera presidenta de la historia de Perú, juró “por Dios, la patria y la Constitución” y dijo que asumía “de acuerdo con la Constitución Política del Perú, desde este momento y hasta el 28 de julio de 2026”, cuando debe cumplir el actual período de Gobierno.

Añadió que entre sus compromisos estará “defender” la soberanía nacional y que “cumplirá y hará cumplir” la Constitución y las leyes de su país.
Y relató que viene de “un pueblito” del Perú profundo, que es la última hija de una familia que vivió la precariedad y que de ahí aprendió bajo el afecto de sus padres el trabajo y la lealtad.
CHILE LLAMÓ A QUE SE RESPETEN LOS DERECHOS HUMANOS
El Gobierno chileno, por su parte, y ante la crisis política registrada en Perú el pasado miércoles, dijo que “lamenta profundamente” los hechos que llevaron a la destitución y detención del entonces presidente peruano, Pedro Castillo, y mostró su confianza en que la situación “se pueda resolver a través de mecanismos democráticos y el respeto al Estado de derecho”, según un comunicado difundido a través de Cancillería.
“Esperamos que la asunción de Dina Boluarte como nueva Presidenta de la República del Perú contribuya a superar este difícil momento. Las crisis políticas se resuelven mejor cuando estas profundizan la democracia y abren caminos de diálogo entre los distintos actores sociales”
cancillería de chile.
“Nuestro país hace un llamado enfático a que se respeten los derechos humanos y las libertades fundamentales, y reafirma su compromiso con la democracia y el diálogo como el camino para superar este complejo momento”, agregó el Ministerio de Relaciones Exteriores.
Hace una semana, el presidente Gabriel Boric, recibió a Castillo en el palacio presidencial de La Moneda, justo tras la renuncia de su cuarto primer ministro.
