El arma que portaba el agresor no se disparó pese a estar cargada con cinco balas

Los argentinos amanecieron en shock el viernes luego de que la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner se salvara milagrosamente de un intento de asesinato en la puerta de su casa, donde la pistola cargada de un atacante no se disparó.

La alianza oficialista de centroizquierda Frente de Todos convocó a la población a marchar este viernesd a la Plaza de Mayo “con la bandera de defender la democracia”, en una manifestación a la que se sumarán sindicatos y otras expresiones del peronismo gobernante.

La vicepresidenta “está impactada, conmocionada. Igual está bien, por suerte, tiene su espíritu, su temple intacto”, dijo a la Radio Nacional el senador del peronismo oficialista Oscar Parrilli, muy cercano a Kirchner.

El incidente se produjo el jueves por la noche en la entrada de la casa de Fernández de Kirchner en el elegante barrio de Recoleta, en el centro de Buenos Aires, frente a cientos de manifestantes que se congregan hace días para respaldar a la vicepresidenta frente a las recientes acusaciones de corrupción realizadas en su contra por la Justicia.

Kirchner, que gobernó el país entre 2007 y 2015, resultó ilesa porque el arma que portaba el agresor, identificado más tarde como el ciudadano brasileño Fernando Andrés Sabag Montiel, de 35 años, no se disparó pese a estar cargada con cinco balas.

Sabag Montiel fue inmediatamente detenido por el hecho y varios testigos se encontraban prestando declaración en la mañana del viernes, que fue declarado feriado nacional por el presidente Alberto Fernández tras el ataque.

Los mercados permanecían cerrados el viernes por la decisión presidencial y los bonos argentinos en el exterior cotizaban en baja.

Las redes sociales de políticos oficialistas y opositores amanecieron repletas de manifestaciones de repudio al ataque contra la vicepresidenta de centroizquierda, que se conoció a través de las estremecedoras imágenes que difundió la televisión local.

“La sociedad ya perdió un poco los estribos, el mensaje de odio que emite la oposición se va encarnizando cada vez más”, dijo el empleado ferroviario Oscar Delupi, de 64 años, en el centro de Buenos Aires.

El Papa Francisco se comunicó telefónicamente con la vicepresidenta para expresarle su solidaridad, indicó un comunicado de Cristina Fernández de Kirchner. Líderes de la región, desde México a Chile, también manifestaron su repudio.

El Presidente, quien pidió el fin de los “discursos de odio” desde espacios políticos, judiciales y mediáticos para aliviar las tensiones, sostuvo por la mañana una reunión de gabinete en la Casa de Gobierno.

Fernández de Kirchner está acusada por la Justicia de actos de corrupción durante sus dos presidencias, un hecho que ahondó profundas divisiones sociales en el país, agravadas por una situación económica compleja con altos niveles de pobreza y una inflación galopante.

REUTERS