Casi el 80% de los residentes en Chile se atienden en el sistema público y el resto en privados
El presidente Gabriel Boric anunció el fin del copago sanitario a partir del 1 de septiembre para los más de 15 millones de residentes en Chile que se atienden en el sistema público de salud —la gran mayoría— independientemente de su nivel de ingresos.
La gratuidad ya era una realidad para los 10 millones de usuarios del Fondo Nacional de Salud (Fonasa) con los ingresos más bajos, que pertenecen a los tramos A y B, pero hasta ahora los usuarios con rentas más altas (tramos C y D) tenían una cobertura estatal de entre el 80% y el 90% de la atención sanitaria.
“Los tramos C y D hacen un copago (…) esto nos parece que es injusto porque la salud tiene que ser un derecho en donde no esté condicionado por el tamaño de la billetera de las familias”, dijo el mandatario.
La medida conocida como “Copago Cero” supondrá un ahorro anual de 265.000 pesos (US$ 288) para 5,3 millones de personas, de los cuales el 54% son hombres y el 46% mujeres menores de 60 años.
“El eje de nuestro Gobierno es que la salud sea un derecho digno y jamás un negocio”, agregó Boric.
La ministra de Salud, Begoña Yarza, aseguró por su parte que se trata del anuncio relacionado con Fonasa “más importante en los últimos 16 años” y que la última medida “de magnitud similar” fue en 2006, cuando la expresidenta Michelle Bachelet instaló la gratuidad en la atención de personas mayores en los hospitales públicos.
El llamado “Copago Cero” supone un gasto fiscal de aproximadamente 21.000 millones de pesos al año (cerca de US$ 22,8 millones), según la información oficial.
En Chile no existe un sistema público de salud universal y cada persona debe elegir si cotiza el 7% de su sueldo en la red pública (Fonasa) o en la privada, contratando los servicios de una de las nueve Instituciones de Salud Previsional (Isapre) que existen.
Casi el 80% de los residentes en Chile se atienden en Fonasa, mientras el 18% lo hace en las Isapre. El resto es beneficiario de los sistemas de salud de las fuerzas armadas o de los distintos cuerpos policiales.
Sin embargo, del monto total cotizado, dos tercios se va a las Isapre y apenas un tercio a Fonasa, de acuerdo al Colegio Médico (Colmed).
Los usuarios de Fonasa pueden atenderse también en el sistema privado, pero ese tipo de atenciones seguirán siendo de pago y no están contempladas en la medida anunciada este miércoles.
Una de las promesas de campaña de Boric es mejorar la sanidad pública y crear un sistema de salud universal, con un fondo común al que concurran las cotizaciones de todos los chilenos.
Uno de los propósitos de la reforma tributaria propuesta por su Gobierno, y con la cual espera recaudar unos US$ 12.000 millones de aquí a cuatro años, es financiar el sistema de salud universal
EFE