El gobierno también anunció una mesa de diálogo para tratar el conflicto territorial con habitantes
Las autoridades chilenas informaron que Isla de Pascua -o Rapa Nui-, abrirá sus fronteras el próximo 1 de agosto.
Según informó el gobierno, “el proceso será gradual: hasta el 1° de agosto, se mantendrán el flujo de vuelos (uno a la semana) y el ingreso restringido de pasajeros, pero se establecerán excepciones en relación a la obligación de cuarentena obligatoria de la Seremi de Valparaíso”.
“Lo anterior requerirá del despliegue interministerial de una serie de acciones concretas que posibiliten y acompañen un proceso de apertura responsable, que al tiempo que vuelva a conectar a los pascuenses con el resto del mundo, también los proteja frente a la amenaza de la pandemia”, añadieron las autoridades.
Entre los consensos que se llegaron para la apertura, se habilitarán mejoras tanto en la infraestructura del aeropuerto Mataveri como en la sanitaria, que permita tener una respuesta adecuada frente a la detección de casos Covid en la isla.
También se ejecutarán iniciativas de apoyo al desarrollo económico, promoción al turismo, habilitación de las condiciones de servicio de los hoteles, alojamiento y restaurantes, y apoyo a las MiPymes que se han visto imposibilitadas de ejercer su actividad comercial.
Además se desplegarán campañas de vacunación hasta alcanzar una cobertura del 80%, a modo de protección sanitaria de los habitantes de la isla.
También se habilitarán residencias sanitarias en la isla para responder a la nueva demanda de viajeros para lo cual se requerirá un trabajo conjunto entre Interior, Economía y Salud para
la identificación y habilitación de espacios.
A su vez, se establecerán límites de casos activos para que se gatillen alertas de preparación de medidas de cierre en caso de que la situación epidemiológica así lo requiera.
“Desde que el Presidente Gabriel Boric asumió el Gobierno, el 11 de marzo, se han realizado intensos procesos de diálogo con las autoridades de Rapa Nui, que nos han representado el profundo abandono en el que se encuentran desde el comienzo de la pandemia e incluso mucho antes de ella. Las y los ciudadanos de la isla llevan largos meses con restricciones estrictas al ingreso y salida. Esto no sólo ha afectado severamente el desarrollo de la principal actividad económica, el turismo, sino que también ha impactado en las relaciones familiares, en la salud mental de las y los habitantes, entre muchos otros graves efectos”, indica el comunicado.
En ese contexto, el gobierno anunció una mesa de trabajo con la familia Roe par encontrar soluciones al conflicto territorial que existe hace más de 50 años entre dicha familia y el Estado. No obstante, la familia se comprometió a deponer la ocupación que mantenía en la zona del aeropuerto y el Estado a implementar una serie de medidas de reconocimiento histórico y de reparación.
“Estas medidas se acordarán en un diálogo con plazos ya acordados con la familia, que será coordinado por los ministerios de Bienes Nacionales e Interior, y que contará con la colaboración de otros ministerios. Como Gobierno, tenemos la firme convicción de que el Estado debe estar presente en todo el territorio nacional y escuchar las demandas de sus ciudadanos y ciudadanas, el proceso consensuado de apertura de Rapa Nui es una muestra más de ello”, concluyó el gobierno de Boric.