Mientras tanto, la segunda ciudad más grande de Ucrania, Kharkiv, era bombardeada por los rusos
La artillería rusa bombardeó el lunes distritos residenciales de la segunda ciudad más grande de Ucrania, Kharkiv, matando posiblemente a docenas de personas, dijeron funcionarios ucranianos, mientras las fuerzas invasoras de Moscú encontraban una dura resistencia ucraniana en el quinto día de conflicto.
Los ataques ocurrían mientras funcionarios rusos y ucranianos se reunían en la frontera bielorrusa para discutir un alto el fuego. Las conversaciones terminaron sin ningún avance.
Rusia también se enfrentó a un aislamiento cada vez mayor y a dificultades económicas, porque lo países occidentales, unidos en la condena de su ataque, la golpearon con una serie de sanciones que crearon un efecto dominó en todo el mundo.
Las acciones mundiales cayeron y los precios del petróleo se dispararon.
Sin embargo, el presidente ruso, Vladimir Putin, no dio ninguna señal de estar reconsiderando la invasión que desencadenó el jueves sobre su vecino occidental.
Putin describió a Occidente como un “imperio de la mentira” y respondió a las nuevas sanciones con medidas para reforzar el rublo ruso, que se desmoronaba.
Denuncias de ataques a civiles
La invasión rusa —el mayor asalto a un Estado europeo desde la Segunda Guerra Mundial— no ha logrado los avances decisivos que Putin esperaba. Kharkiv, en el noreste de Ucrania, se convirtió en un importante campo de batalla.
El jefe de la administración regional, Oleg Synegubov, dijo que la artillería rusa había bombardeado distritos residenciales aunque no había posiciones del ejército ucraniano ni infraestructuras estratégicas. Al menos 11 personas han muerto, añadió.
“Esto está ocurriendo de día, cuando la gente ha salido a la farmacia, a por víveres o a por agua potable. Es un crimen”, afirmó.
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Antes, el asesor del Ministerio del Interior, Anton Herashchenko, dijo que los ataques rusos con cohetes sobre Kharkiv el lunes habían matado a decenas de personas. No fue posible verificar de forma independiente las cifras.
Un vídeo publicado por militares mostraba gruesas columnas de humo saliendo de bloques de apartamentos y destellos de llamas.
El embajador de Moscú ante las Naciones Unidas dijo en Nueva York que el Ejército ruso no suponía una amenaza para los civiles.
También hubo combates durante toda la noche en los alrededores de la ciudad portuaria de Mariupol, dijo el jefe de la administración regional de Donetsk, Pavlo Kyrylenko. No dijo si las fuerzas rusas habían ganado o perdido terreno.
Las fuerzas rusas se apoderaron de dos pequeñas ciudades en el sureste de Ucrania y de los alrededores de una central nuclear, según la agencia de noticias Interfax.
La capital, Kiev, permaneció bajo el control del Gobierno ucraniano, y el presidente Volodimir Zelenski, vestido con ropa militar, animó a su pueblo con una serie de mensajes desafiantes.
Se escucharon explosiones en la ciudad antes del amanecer y los ucranianos establecieron puestos de control y bloquearon las calles con montones de sacos de arena y neumáticos a la espera de enfrentarse a los soldados rusos.
En las calles de Kiev, los carteles que normalmente se utilizan para las alertas de tráfico mostraban el mensaje: “Putin ha perdido la guerra. El mundo entero está con Ucrania”.
CONVERSACIONES en LA FRONTERA
Las conversaciones entre ambas partes se realizaron en la frontera con Bielorrusia, aliado de Rusia y una plataforma de lanzamiento de las tropas invasoras.
Ucrania había dicho que quería conseguir un alto el fuego inmediato y la retirada de las fuerzas rusas. El Kremlin se negó a comentar los objetivos de Moscú.
La reunión finalizó con el regreso de los funcionarios a sus respectivas capitales para realizar más consultas antes de una segunda ronda de negociaciones, dijo a la agencia de noticias RIA al asesor presidencial ucraniano Mykhailo Podolyak.
Rusia califica sus acciones en Ucrania como una “operación especial” que, según dice, no está diseñada para ocupar territorio, sino para destruir las capacidades militares de su vecino del sur y capturar a lo que considera peligrosos nacionalistas.
La respuesta de Occidente ha sido contundente, con sanciones que han aislado a las principales instituciones financieras de Moscú de los mercados occidentales.
En Bruselas, el jefe de la política exterior de la Unión Europea, Josep Borrell, dijo que las sanciones de la UE tendrían un costo para Europa “pero tenemos que estar preparados para pagar el precio, o tendremos que pagar uno mucho mayor en el futuro”.
La OTAN arma a Ucrania
La UE proporcionará información a Ucrania sobre los movimientos de las tropas rusas y los países de la UE están decididos a aumentar su apoyo militar a Kiev, dijo Borrell.
Francia dijo que el presidente Emmanuel Macron habló con Putin el lunes e instó a un alto el fuego inmediato y a poner fin a los ataques contra la población civil y las infraestructuras.
La jefa de derechos humanos de la ONU, la expresidenta chilena Michelle Bachelet, dijo que al menos 102 civiles han muerto en Ucrania desde el jueves, pero se teme que la cifra real sea “considerablemente mayor”.
El Ministerio de Salud ucraniano dijo el domingo que 352 civiles, entre ellos 14 niños, habían muerto desde el comienzo de la invasión.
Más de medio millón de personas han huido a los países vecinos, según la agencia de refugiados de Naciones Unidas.
Los socios de la alianza de defensa de la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte), liderada por Estados Unidos, estaban proporcionando a Ucrania misiles de defensa aérea y armas antitanque, dijo el jefe de la OTAN, Jens Stoltenberg
El Kremlin acusó a la UE de comportamiento hostil, diciendo que los suministros de armas a Ucrania eran desestabilizadores y demostraban que Rusia tenía razón en sus esfuerzos por desmilitarizar a su vecino.
El Kremlin no quiso comentar si existía riesgo de enfrentamiento entre Rusia y la OTAN. Rusia ha exigido que la OTAN nunca admita a Ucrania como miembro.