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Derrame de petróleo en Perú: ¿Cómo afecta a la vida marina y a los recursos pesqueros?

Daño en la cadena alimenticia de los pescados y mariscos de la zona contaminada podrían durar años

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Derrame de petróleo en Perú: ¿Cómo afecta a la vida marina y a los recursos pesqueros?
Foto: Andina

La empresa Repsol, en cuya Refinería La Pampilla (ubicada al norte de Lima) se produjo hace ocho días un derrame de unos 6.000 barriles de petróleo, dijo anoche que está trabajando para limpiar el crudo en el mar y el litoral peruano y que concluiría dichas labores hacia fines de febrero próximo.

Así lo afirmó el presidente de la filial peruana del grupo energético español, Javier Fernández- Cuesta, en una entrevista en el programa de televisión Punto Final. Según el ejecutivo, la compañía ha presentado un cronograma de recuperación del daño ambiental al Gobierno del Perú en el que ha detallado dichos plazos.

La limpieza y la remediación de los ecosistemas afectados –que en superficie alcanzaban hasta ayer las 180 hectáreas de playas y 713 hectáreas en el mar– es un asunto cuya efectiva realización preocupa sobre todo a los pescadores artesanales de Ventanilla, Ancón y Chancay, principales zonas contaminadas por el derrame. Este fin de semana muchos de ellos salieron a marchar en protesta contra Repsol.

En efecto, a raíz del derrame de petróleo, los pescadores artesanales de dichos distritos se quedaron sin fuentes de ingreso de un día para el otro. En Chancay, antes del derrame, los ingresos diarios de pescadores artesanales con embarcaciones llegaban a S/400 (US$104) mientras que aquellos que pescaban en orilla lograban entre S/150 (US$39) y S/200 (US$52), dijo a Forbes Luis Antonio Herrera, presidente de la Asociación Pescadores La Viña de Chancay (Apalavich), que agrupa a 51 pescadores artesanales.

Aunque se desconoce cuántos pescadores artesanales han sido afectados a la fecha, de acuerdo al I Censo Nacional de la Pesca Artesanal del Ambiente Marítimo del 2012, entre Lima (y sus provincias al norte) y Callao habría poco más de 5.000 personas dedicadas a la actividad afectadas por el peor desastre ecológico de los últimos tiempos en la capital peruana. Es decir, el 11% del universo total cesado hace 10 años (44.161). 

La cifra podría ser mayor, considerando el subregistro asociado al desfase temporal y el crecimiento de la actividad pesquera artesanal informal en el país, advirtieron fuentes expertas. 

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Activo biológico amenazado

El efecto perjudicial del derrame en la actividad pesquera artesanal podría extenderse más allá de las semanas en las que Repsol ha programado la limpieza en el mar y la costa. Así lo advirtieron tres biólogos a Forbes.

Aunque no supieron precisar cuánto demorará en recuperarse el ecosistema marino afectado, coincidieron en que la regeneración de este valioso activo biológico podría durar “años”. 

Para Susana Cárdenas, profesora de la Universidad Peruana Cayetano Heredia y directora del proyecto Punta San Juan, que monitorea, investiga y promueve la conservación de fauna marina en la zona de Marcona (a unos 480 kilómetros al sur de Lima), la mancha de petróleo no solo podría contaminar masivamente a las más de 100 mil aves marinas guaneras que existen en Isla Pescadores, sino también a otras especies que transitan por la costa peruana para alimentarse y reproducirse. 

Ave empetrolada fotografiada por el Comité de Vigilancia del Humedal Santa Rosa, cerca a Chancay, durante un recorrido por playa Cascajo el viernes pasado. Créditos: Foto cedida en uso a Forbes por Comité de Vigilancia de Humedal Santa Rosa, Chancay. 

Según detalló la bióloga, las aves marinas que podrían verse afectadas por el derrame de petróleo son: Guanay cormorán (Phalacrocorax bougainvillii), Piquero peruano (Sula variegata), Pelícano peruano (Pelecanus thagus), Zarcillo peruano (Larnosterna inca) y Pingüino de Humboldt (Spheniscus humboldti). La mancha también podría dañar a los lobos marinos chusco (Otaria byronia) y fino (Arctocephalus australis), indicó Cárdenas.
Según explicó, el petróleo se pega al plumaje y pelaje de la fauna marina impidiendo la regulación térmica y causando muerte por hipotermia. Los animales también pueden morir por comer el crudo al intentar removerlo de su cuerpo, dijo la bióloga. 

Sin embargo, la afectación de aves y animales marinos es solo la “punta del iceberg” de un impacto mayor invisible, explicó Héctor Aponte, experto en ecosistemas acuáticos continentales e investigador asociado de la Universidad Científica del Sur. 

“Cuando el petróleo se disuelve en el agua, ingresa a todos los componentes de las redes tróficas”, explicó sobre la cadena alimenticia de los peces y moluscos. “El plancton lleva el hidrocarburo a los peces pequeños. Estos [últimos] los transmiten a los peces medianos y, luego estos a los grandes”, completó. 

Al respecto, Cárdenas puntualizó que el derrame de petróleo también bloquea la penetración de radiación solar en el mar, rompiendo así el proceso de fotosíntesis y la producción de plancton. “Cuando el plancton no tiene sol, […] se va muriendo”, apuntó. El plancton es el alimento de base de la cadena alimenticia marina, a partir del cual se genera el fitoplancton y zooplancton con el cual se nutren los organismos marinos, resaltó. 

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Foto: Andina.

“Todos estos animales filtradores, como los cangrejos que viven en el agua y los peces, abren sus branquias y filtran el agua, pasan por la mancha [de petróleo] y chau, todo el petróleo de va a quedar pegado a las branquias. Es una ingesta directa de petróleo”, detalló Cárdenas.

Al respecto, Ian Vásquez Rowe, docente e investigador del Departamento de Ingeniería de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP), reconoció que la cadena trófica o alimenticia marina se está viendo golpeada por el derrame. Señaló, justamente, que las especies que viven en la zona intermareal (un área de la costa en la que se cruzan la marea alta y la marea baja) pueden ser dañadas por el derrame, como es el caso de los muy muy, las almejas y los cangrejos.

Los biólogos resaltaron el impacto negativo del hidrocarburo en el suelo marino, pues este se adhiere a la arena, algas, cangrejos o peces que habitan allí. Aunque Vásquez observó que el petróleo tiende a flotar en la superficie del océano, no descartó afectación a especies comestibles pesqueras cercanas a la costa.

Previsión de impacto

En ese sentido, según los biólogos, sí cabe pensar en una afectación directa de largo plazo en la cadena alimenticia marina de las zonas afectadas.

“Las zonas de pesca quedan contaminadas durante mucho tiempo y los recursos quedan afectados. A mayor vertimiento de hidrocarburo, el ecosistema toma mucho más tiempo en recuperarse, en muchos casos decenas de años”, señaló Aponte. Además de la actividad pesquera artesanal, esta variable de impacto podría involucrar al mismo tiempo a actividades como el turismo y la gastronomía, anotó.

Cárdenas coincidió. “Un cardumen de peces que de aquí a 20 años pase por esa zona a alimentarse de algas o cangrejos que vivan por ahí, va a poder estar cargando metales pesados de esos hidrocarburos. Puede estar afectando a la pesca o lo que pesquemos o vayamos a ingerir o comer de esa zona”, sostuvo.  “Van a haber pasivos de carga de contaminación de metales pesados en la zona”, subrayó. 

Sin embargo, Vásquez comentó que muchos peces de consumo humano directo viven a decenas de metros de profundidad o están mar adentro, por lo que en estas especies la afectación del derrame podría ser nula. Aún así, el experto reconoció que los cardúmenes de cojinova, sardinas y jurel, que podrían verse afectados.

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En las zonas afectadas hay ciertos cardúmenes o especies que podrían verse afectadas. Estoy pensando en la cojinova y en cardúmenes cercanos a la costa de sardinas y jurel.IAN VÁZQUEZ ROWE, DOCENTE E INVESTIGADOR DEL DEPARTAMENTO DE INGENIERÍA DE LA PONTIFICIA UNIVERSIDAD CATÓLICA DEL PERÚ

“Tengo esperanza en que más arriba [al norte] de Huacho y Barranca, si los efectos de la marea negra llegan, serán más limitados”, sostuvo y agregó que las consecuencias sobre el área contaminada van a tardar “muchos meses e incluso varios años en resarcirse” según la fragilidad y capacidad de adaptación de las especies de la zona.

De acuerdo con Aponte, para saber cuándo el ecosistema podría recuperarse, es necesario conocer los datos de las condiciones fisicoquímicas y biológicas del mar antes del derrame. “Sin estos datos, podría ser imposible saber cuándo se recuperará el ecosistema”, concluyó.

*Este artículo contó con la colaboración de Hugo Flores.

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