Declaró el Estado de Excepción en zona de antiguo conflicto por tierras

El presidente Sebastián Piñera decretó este martes el Estado de Excepción en dos provincias del Biobío y en la Región de La Araucanía, lo que le permite movilizar a las fuerzas armadas a la zona para apoyar a las autoridades policiales en operativos contra grupos armados que operan en la región.

“Ninguna decisión es fácil … es para enfrentar mejor, con mejores instrumentos y herramientas el terrorismo, el narcotráfico y el crimen organizado que se ha enraizado en esas provincias y en esos territorios, pero en ningún caso se orienta en
contra de un pueblo o de un grupo de ciudadanos
, todo lo contrario”, dijo Piñera en una conferencia de prensa televisada.

“Lo hemos decretado para proteger mejor la vida y la seguridad de las personas”, agregó al anunciar la medida que permite restringir la libertad de reunión y locomoción en las zonas afectadas y tendrá una duración inicial de 15 días.

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El Presidente puede extender el Estado de Excepción por otros 15 días pero el Congreso debe autorizar cualquier prórroga más allá de los 30 días.

La medida permite militarizar la zona para que las Fuerzas Armadas apoyen a las autoridades policiales en operativos en la región.

“Las Fuerzas Armadas podrán prestar apoyo logístico, apoyo tecnológico, apoyo de comunicaciones y también podrán dar apoyo de vigilancia, de patrullaje, de transporte a todos los procedimientos policiales que se desarrollen en las provincias que han sido declaradas en estado de excepción”, explicó el Ejecutivo.

Agregó que la medida permite que “las fuerzas armadas colaboren pero no que reemplacen a las fuerzas de orden y seguridad, es decir a Carabineros (policía) y a la Policía de Investigaciones, y por lo tanto las Fuerzas Armadas no podrán participar en forma autónoma y directa en operaciones que son de naturaleza policial”.

El decreto cubre las provincias de Arauco y Biobío, en la Región del Biobío, y la vecina Región de La Araucanía en su totalidad.

Ambas regiones están dentro del histórico territorio indígena mapuche, donde desde hace décadas se desarrolla un conflicto que enfrenta a comunidades indígenas y a grupos fuertemente armados con empresas agrícolas y forestales que explotan tierras consideradas ancestrales.

El pueblo mapuche reclama las tierras que habitaron durante siglos, antes de que fueran ocupadas a la fuerza por el Estado chileno a fines del siglo XIX y que ahora pertenecen en su mayoría a empresas forestales.

Los ataques contra maquinaria y predios de las empresas forestales que están instaladas en territorio mapuche desde la dictadura militar de Augusto Pinochet son cotidianas, y estas y otras zonas del sur también han experimentado en el último tiempo cortes de carreteras, huelgas de hambre de presos indígenas y tiroteos con víctimas mortales.

La madrugada de este mismo martes dos templos, uno católico y otro evangélico, fueron incendiados en la localidad de Tirúa.

Según cifras oficiales, los acontecimientos policiales se duplicaron en los primeros seis meses de 2021.

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Un extenso estudio publicado este año y que recopiló datos desde finales de la dictadura en 1990 hasta 2016 documentó más de 2.600 incidentes entre personas u organizaciones mapuches no mapuches, más de 20 muertes, más de 800 heridos y más de 2.700 arrestos, todo antes de que arreciara el conflicto este año.

El ministro del Interior y Seguridad Pública, Rodrigo Delgado, adelantó que el jueves próximo autoridades gubernamentales se trasladarán a la zona del conflicto y tendrán listo el plan de operaciones para las regiones.

Agregó que el almirante de la Armada, Jorge Parga, quedará al mando de la Región del Biobío, y el general del Ejército, Lionel Curti, de La Araucanía.

Delgado dijo que el decreto “responde al clamor transversal de una zona del país”, donde la violencia “no distingue ni origen no distingue ideología, no distingue rango, no distingue posición”.

No estamos hablando de grandes empresarios, de grandes conglomerados, estamos hablando de trabajadores, personas que se ganan el sustento en una máquina, en un transporte, teniendo que hacer una actividad puntual, desplazándose, sienten miedo, temor”, dijo, “hay una grave alteración al orden público que genera temor”.

FORBES STAFF / AGENCIAS